Tal y como os hemos contado, tras algunos meses de incertidumbre la Canon EOS R3 ya es oficial con todas sus especificaciones y nosotros hemos podido tener una primera toma de contacto con ella. En concreto con una única unidad de preproducción bastante inicial, por lo que no se nos permitió hacer fotos; pero al menos sí hemos podido verla de cerca, cogerla, mirar por el visor, enfocar con el nuevo sistema Eye Control, y hacernos una idea inicial de lo que puede dar de sí la primera mirrorless profesional de la nipona.
Fue una toma de contacto muy breve en la (por cierto) primera rueda de prensa presencial tras muchos meses. Un detalle que no es baladí ya que, como podéis entender, obligó a que tomáramos todas las precauciones necesarias para evitar contagios y eso, inevitablemente, también hizo que el contacto con la cámara fuera más restringida de lo habitual.
Aún así ya decimos que nos sirvió para hacernos una idea de cosas como su diseño, acabado y ergonomía, e incluso de aspectos internos como la velocidad de disparo o el funcionamiento del sistema de enfoque.
En las manos
Lo primero que tenemos que decir es que, al cogerla entre las manos, sorprende por su poco peso y tamaño. Sin duda resulta más pequeña y ligera que cualquier otra cámara profesional con empuñadura integrada que hayamos cogido. De hecho incluso en un principio nos puede hacer pensar que no es tan resistente como afirman, pero estamos seguros de que es sólo una primera impresión provocada por la extrañeza.
Respecto al acabado del cuerpo, las fotos iniciales hicieron suponer que podría haberse utilizado fibra de carbono pero los responsables de Canon nos comentaron que no, que efectivamente es un nuevo material pero no es carbono. Lo cierto es que a nosotros nos pareció que el agarre era muy bueno, sin ninguna pega en este sentido.
Además, el hecho de que se haya recurrido a un diseño muy en la línea de las Canon EOS, hace que se mantenga la (normalmente) excelente ergonomía de las cámaras de la casa. Además, prácticamente tiene también la misma botonería, lo que hace que rápidamente los usuarios puedan sentirse cómodos con sus controles y lanzarse a manejarla sin problemas.
Un simple vistazo nos sirvió para hacernos una idea del funcionamiento del Control Eye AF, un sistema que promete mucho
Asomados al visor, una vez más nos reafirmamos en que los electronic viewfinder ya no tienen nada que envidiar a los visores réflex. El de esta cámara es de nuevo cuño y, por lo que pudimos ver, ofrece una calidad simplemente extraordinaria, no podemos decir otra cosa.
En cuanto al autoenfoque, comprobamos su gran sensibilidad al reconocer rostros y ojos y, como hemos adelantado, probamos brevemente el Control Eye AF. Lo cierto es que para que funcione de forma precisa es necesario calibrarlo antes, por lo que no pudimos probarlo bien; pero aún así un simple vistazo sirvió para comprobar como el puntero amarillo que veis en la foto de abajo se movía hacia donde mirábamos (no de forma precisa al no estar calibrado) y, al presionar el disparador a mitad de recorrido (o el botón AF), se convertía en el punto de enfoque seleccionado.
Ésta es, según nos contaron en la presentación, la mecánica que se utiliza con este sistema, que permite que tengamos seleccionado un punto AF (por ejemplo siguiendo a una moto como en la imagen) mientras que ya estemos mirando a otro lugar para nuestro siguiente disparo. Una característica que sin duda promete mucho y que habrá que probar bien cuando tengamos la EOS R3 en nuestras manos para un análisis.
Otra cosa que pudimos comprobar es lo rápido que dispara. De hecho os lo podemos mostrar a través del vídeo de abajo donde se aprecia que la cámara puede disparar muy rápido, de forma continuada y prácticamente sin descanso. De hecho, si lo hemos cortado antes de que la cámara se parara es porque parecía no tener fin y, finalmente, pedimos que dejaran de disparar convencidos de que la cámara es realmente potente.
“Pruebas olímpicas”
Además de la toma de contacto, lo más interesante de la rueda de prensa fue poder conocer la experiencia de Jaime de Diego, un embajador de la marca especializado en foto deportiva (y a quien ya conocimos en esta otra presentación) que es uno de los que ha realizado las pruebas previas de la cámara. Pruebas que, según Canon, se han realizado durante las pasadas Olimpiadas y Paraolimpiadas de Tokio, así como la Eurocopa de fútbol, que habrían servido de perfecto campo de pruebas para la EOS R3.
Pues bien, Jaime nos habló de su experiencia en las olimpiadas y paraolimpiadas y destacó cosas de la cámara como sus capacidades para el seguimiento de sujetos, su conectividad mejorada (que le permitía enviar las fotos sin necesitar de nungún tipo de accesorio) y su ergonomía que es idéntica a las EOS 1Dx Mark III (que también utilizó conjuntamente) pero, al mismo tiempo, altamente personalizable para adaptarla al gusto del usuario.
Pero si algo destacó el fotógrafo es las posibilidades que para su trabajo brinda la opción de customizar las áreas AF, lo que le facilitó mucho el trabajo: creando áreas personalizadas para las zonas que le interesaban, con formas concretas (tanto en horizontal como en vertical), podía mantener el foco sobre el sujeto de interés prácticamente sin esfuerzo alguno (a pesar de la exigencia que suele ser habitual en foto deportiva).
Por último, el fotógrafo nos confirmó que las (en principio) 800 tomas que la cámara declara como autonomía, seguramente sean muchas más. De hecho, según su experiencia apenas notó diferencias entre la autonomía de su EOS R3 y de las dos EOS 1Dx Mark III que utilizó en los eventos comentados. Un detalle que llama la atención y que podría suponer un punto de inflexión en una de las habituales carencias de las cámaras sin espejo respecto a las réflex.
Canon EOS R3: primeras conclusiones
Por tanto, parece que Canon apuesta fuerte con un modelo que prácticamente cubre todas las expectativas depositadas en ella. Algunos quizá piensen que su resolución es modesta, y queda lejos de las cifras de algunas cámaras de la competencia (evidentemente estamos pensando en los 50 MP de la Sony A1). Otros que no contar con vídeo 8K es un paso atrás, pero ¿realmente es algo que necesiten sus usuarios potenciales?
Porque parece claro que Canon no se ha dejado llevar por los "vientos de la competencia" y ha hecho un modelo muy pensado para los profesionales de deporte, acción, naturaleza, etc. En este sentido su rival directo ahora mismo sería la Sony A9 II, cuya resolución es prácticamente idéntica a la nueva Canon, y a la espera de lo que pueda ofrecer la venidera Nikon Z9.
La Canon EOS R3 parece una cámara que quiere hacer valer aquello de "quien mucho abarca poco aprieta", y se ha diseñado como un modelo muy capaz para el profesional al que se dirige. Por cierto que ese profesional, y solo ése, es en el que puede plantearse realizar la inversión que supone comprarse esta cámara, que ese es otro tema.
Si es cara o barata es algo que deben valorar los profesionales de acuerdo a sus necesidades
Nada menos que 6.299,99 euros sólo el cuerpo. Se especulaba con que su precio estuviera entre los 4.599 y los 7.420 euros que costaban la EOS R5 y la EOS 1Dx Mark III en el momento de su lanzamiento (respectivamente). Pues bien, finalmente se ha quedado más cerca de la más profesional y, en cualquier caso, es una cifra realmente elevada y que la aleja de la mayoría de aficionados, por muy entusiastas que sean.
Sin embargo, si es cara o barata es algo que no está en nuestra mano decir, ya que deben ser los profesionales los que lo valoren de acuerdo a sus necesidades y presupuesto. Por lo demás, lo cierto es que, por lo que hemos podido ver de la Canon EOS R3, nos parece un auténtico "camarón".
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