Canon presentó en febrero dos de sus nuevos equipos de su línea de productos para aficionados, las Canon 750D y Canon 760D. Es extraño pensar en una renovación en su línea de productos segmentados en dos modelos diferenciados por mínimos detalles que, tan sólo, quienes hayan probado los modelos superiores de la firma valorarán, como la pantalla superior y la rueda trasera.
Entre las novedades que comparten estos dos modelos, encontramos un polémico motor de enfoque Hybrid CMOS AF III, un sensor APS-C CMOS de 24.2 megapíxeles acompañado del procesador DIGIC 6.
Especificaciones técnicas
Para poder hacernos una mejor idea de cómo es el equipo, echemos un ojo a sus especificaciones técnicas.
Construcción | Aleación de aluminio con exterior de compuesto plástico con tacto rugerizado |
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Sensor | CMOS APS-C 22,3x14,9mm. 24,2 megapíxeles |
Procesador | DIGIC 6 |
Rango ISO | Automático: 100-6.400. Manual: 100-12.800 en pasos completos.Ampliable a 25.600 |
Motor de enfoque | Hybrid CMOS III. 19 puntos AF tipo cruz |
Pantalla | 3" con 1,04 millones de puntos con posibilidad de Live View |
Vídeo | 1920x1080 a 30p. 1280x720 a 60p. Grabación en MP4 códec H264 y sonido AAC |
Batería | ion-Litio recargable con autonomía para unas 440 fotografías |
Almacenamiento | Tarjetas SD, SDHC y SDXC |
Tamaño | 131,9x100,7x77,8 mm |
Peso | 555 gramos con batería y tarjeta |
Canon 760D, una renovación descafeinada
Como vemos en las especificaciones y por las sensaciones tras un par de semanas de uso, salta a la vista que la Canon 760D es un buen equipo y que personalmente recomendaría a fotógrafos aficionados y aspiracionales porque su rendimiento, facilidad de uso y construcción son muy buenos. Sin embargo, hay quien coincidirá conmigo en que este nuevo equipo de Canon es una renovación que peca de continuista y descafeinada, sin mucho que aportar a la gama baja-media de Canon.
En mano, gracias a su prominente grip y un peso bastante contenido, es discreta y cómoda de emplear durante algunas horas. Ajustar los valores sin tener que abrir la pantalla es muy rápido y cómodo gracias a la pantalla superior y al dial trasero al estilo de la gama pro de la compañía, que a la larga nos hace ahorrar batería y ayuda a que la pantalla nos e ensucie con el sebo de nuestra nariz al disparar, emborronándola por completo. El cuerpo, si bien tiene esta textura rugosa que me recuerda a la línea XXXXD, se siente firme en la mano y esa textura áspera ayuda a mejorar el agarre del equipo cuando no hacemos uso del grip.
En relación a la disposición de los accesos directos, creo que aunque la Canon 760D tiene un diseño muy limpio. Demasiado limpio. Después de realizar varias reviews de Nikon, encuentro las Canon muy carentes de accesos directos. Por ejemplo, no sería mala idea la incorporación de un doble dial como en la Nikon D750 para ajustar el modo de disparo, y priorizar algunos botones como el de la ISO, que complica el cambio de valor de forma rápida.
El polémico autoenfoque
En la presentación de este modelo fue duramente criticada la ausencia del motor de enfoque Dual Pixel CMOS AF que ya incorporan otros modelos de la marca como la Canon 70D. Así, la 70D se perfila como un equipo más equilibrado con una mejor construcción, motor de enfoque y algunos detalles más como una mejor ráfaga que hace que pasen por encima de la 760D en su mismo rango de precios.
Tanto el Dual Pixel CMOS AF como el Hybrid CMOS III no tienen problema en disparar desde el visor óptico con pentaprisma, siendo dos motores rápidos y fiables. Sin embargo, la gran diferencia viene cuando hablamos de disparar desde el Live View, una herramienta que siempre ha sido lenta y engorrosa de emplear, ya que con el Dual Pixel CMOS AF reducimos notablemente el tiempo de reacción desde el Live View, cosa que no ocurre con el Hybrid CMOS III.
Está claro que seguimos hablando de un modelo de gama baja-media adecuado para aficionados avanzados y no son necesarias las mejores prestaciones del mercado en este segmento de mercado, pero haber ofrecido la 760D como una 750D, habría marcado la diferencia en su rango de precios. Sin embargo, los dos detalles que presenta la 760D creo que no son suficientes para justificar los 800 euros (sólo cuerpo) que cuesta el equipo.
Construcción sólida e impresionante pantalla táctil
La diferencia más notable al coger por primera vez esta cámara es su construcción sólida, el adherente y prominente grip y el tacto áspero del acabado que tiene la cámara. Se siente sólida y resistente, aunque no está sellada ante agua y polvo, cosa que por comparar, sí presenta la 70D.
La pantalla es otro de los puntos fuertes de la gama, con una pantalla LCD táctil de 1,04 millones de puntos y se ve realmente bien además de tener una utilidad destacable al poder moverla y girarla casi en todos los ángulos posibles. Aunque este modelo no incorpore grandes prestaciones en temas de vídeo, la pantalla es un elemento clave para quien le apetezca grabar algún vídeo casero.
En general, la capacidad táctil nos permite cambiar directamente los parámetros desde la pantalla con una navegación más natural, sin tener que bucear entre el menú o tener que buscar los accesos directos. Además, el 'home' es configurable para poder personalizar los accesos directos que más usemos y así acceder con un par de toques a la opción que nos interese.
Asimismo, encontramos numerosas conexiones, como la dedicada a la incorporación de un micrófono externo o unos auriculares para monitorizar el audio. Este nuevo equipo incorpora Wi-Fi y NFC, una conectividad que va llegando un poco tarde a todos los nuevos modelos de la compañía.
Calidad de imagen y manejo práctico
En relación a la calidad de imagen y las sensaciones disparando esta cámara, poco hay que decir en contra. Su rendimiento es más que satisfactorio y dudo mucho que cualquier aficionado avanzado o semiprofesional pueda poner alguna pega al equipo cuando hablamos de su calidad general.
Este modelo se queda en el último escalón de la gama semiprofesional pero en el más alto de la gama baja de la compañía, quedando un poco desubicada y convirtiéndola en un buen equipo para una suerte de profesional principiante. En la calle podemos observar su buen comportamiento con entornos de baja luz, aún cuando se nos va la mano con la ISO hasta los 3200, una situación donde el ruido se hace evidente pero que no degrada en exceso la imagen.
La reproducción cromática es fiel y la medición en los modos automático y semiautomáticos es de gran ayuda cuando tenemos un poco de prisa, con las excepciones de un par de fotografías mal expuestas. El manejo de altos valores ISO no son un problema, y el motor de autoenfoque, aunque mejorable, es rápido y preciso cuando trabajamos desde el pentaprisma.
En cuanto al rango dinámico, nos encontramos en una cámara interesante que según DxO Mark arroja un valor de 12 EVs, mientras que otras cámaras top como la Nikon D750 alcanza un valor de 14.5 EVs, por lo que no fotografiaremos contrastes que no podamos corregir vía Lightroom empleando archivos RAW.
Quien esté familiarizado con los accesos directos y los menús de Canon podrá comprobar que no cambian mucho de los de toda la vida, aunque en mi opinión, un rediseño de los botones podría ayudar a acceder a todas las opciones de la cámara sin tener que acceder al menú para poder aprovechar al 100% la pantallita superior, ahorrando batería.
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¿La mejor relación calidad-precio?
La relación calidad-precio es el último punto que me gustaría comentar sobre la Canon 760D. Si bien Canon ha proyectado este equipo como una cámara para profesionales incipientes, sí que logran su objetivo con el diseño pero no con las prestaciones técnicas de la cámara.
A pesar de que el dial trasero es muy apreciado y que la pantalla superior ayuda notablemente al ahorro de batería, que la línea 7XXD de Canon quede dividida en dos o tres equipos (según se mire), hace que se pierda efectividad de cara al público y tan sólo se ofrezca la 760D como un 'extra' al diseño por 100 euros más que la 750D.
Por lo tanto, creo que lo que más falla en este equipo es su relación calidad-precio si tenemos en cuenta otros equipos como la Canon 70D, creando un conflicto en la gama de precios de los equipos Canon, que en este caso se ubica en torno a los 800-900 euros. En mi opinión, no hay hueco en el mercado para un equipo de estas características por quedar demasiado cerca de la 750D (a la que debería haber sustituido) al precio de una 70D, provocando que un aficionado pueda ahorrar unos euros comprando la primera, y un profesional valorará un equipo más equilibrado en la segunda.
Canon 760D, la opinión de XatakaFoto
7.1
A favor
- Excelente rendimiento técnico en su rango de precios
- El grip queda prominente y cómodo en mano
- El cuerpo, aunque pequeño, es potente y discreto
En contra
- Diseño y actitud continuista
- El único valor añadido se percibe en el dial y la pantalla superior
- La calidad de los materiales no justifican sus 800 euros sólo cuerpo
La cámara ha sido cedida para el análisis por parte de Canon España. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas.
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