Finalmente, y tras cinco años desde que salió al mercado la primera 7D de Canon, la compañía Canon eligió este año 2014, y más en concreto Photokina (en la cual pudimos tenerla entre las manos), para presentar la renovación. El modelo APS-C de la gama réflex de Canon tan esperado dentro de los usuarios por fin llegó, la Canon 7D Mark II.
La cámara en si no requiere demasiada presentación. Nos encontramos ante la réflex APS-C profesional (así es como se cataloga y no necesariamente por no disponer de un sensor FF no tiene porque dejar de serlo) de toda la gama de productos de la marca. Una cámara que aunque en líneas generales puede titularse de continuista, la verdad es que la grandísima renovación de su AF, su excelente velocidad de disparo y un excelente nuevo modo de medición la hacen tener cierto grado de novedad y muy apta para deporte y fauna. Todo ello bajo un nuevo sensor con la misma tecnología Dual Pixel que la Canon 70D.
En Xataka Foto hemos tenido en nuestras manos la cámara y os traemos nuestras impresiones.
Características
Sin duda un primer aspecto a tratar sería recordar sus características más importantes:
Canon 7D Mark II | Características |
---|---|
Sensor y Procesador | CMOS APS-C de 20,2 megapíxeles y Doble Procesador Digic 6 | ISO | ISO 100-16.000 ISO - ampliabale a 51.800 (forzado) |
Visor | Visor réflex con cobertura 100% |
Enfoque | 65 puntos de tipo cruz y Dual Pixel CMOS AF |
Sistema de medición | RGB+IR de alta resolución de 150.000 píxeles |
Velocidad de obturación | De 30 s a 1/8000 s | Velocidad disparo | Ráfaga de hasta 10 FPS | Vídeo | Full HD 1080p 24p/60p y salida HDMI sin compresión |
Tarjetas memorias | Doble ranura CF (Tipo I) y SD compatible con SDXC y UHS-I |
Peso | 910 g (cuerpo) |
Canon 7D Mark II: diseño y ergonomía
Al coger la cámara por primera vez te das cuenta de que te encuentras ante un diseño muy similar a un cuerpo como el de la 5D Mark III. Su estructura tiene dimensiones parecidas, y sin duda es más grande que su antecesora, la 7D original. Y es que, aunque no disponemos de un sensor Full Frame, os aseguro que nada más tenerla entre manos sabemos que estamos ante un modelo pro (salvando distancias de la 1D-X).
Cómo comenté, su diseño es muy parecido al que disponemos en la Canon 5D Mark III, y su ergonomía es otro punto muy similar también. Un agarre sobresaliente con una empuñadura rugosa y unos diales en la parte superior iguales a todos los últimos modelos de la compañía (Díal izquierdo con modos de disparo y bloqueo de los mismos, pantalla LED con ajustes, botones de AF, medición, ISO... y por supuesto la rueda).
Si nos vamos a la parte posterior seguimos encontrandonos con una trasera muy similar al visto en la 5D Mark III; aunque con una novedad, la inclusión de un joystick para controlar el AF. No dispone de pantalla articulada, lo que nos hace denotar más su orientación profesional.
En los laterales podemos encontrar las entradas de auriculares, micrófono, conector de cable para sincronizar flash, disparador, USB y salida HDMI. En el otro lateral tenemos la doble ranura de tarjetas de memoria, algo muy útil y por fin implantado.
En definitiva, nos encontramos con un diseño continuista (con alguna novedad), pero sin duda con gran robustez en todos sus apartados (botonería, empuñadura...) propia de cámaras profesionales y con un chasis de aleación de magnesio que la hacen excelente para buenas sesiones de trabajo y unas tres veces más de protección contra inclemencias que su predecesora.
Y es que, a pesar de que muchos crean que estamos ante una cámara de uso no profesional, está pensada para tal hecho más si pretendemos montarle objetivos de gran peso y volumen (recordemos que los teleobjetivos puede que sean algunos de los acoples preferidos para muchos usuarios que esperaban esta cámara).
Interfaz, opciones de la misma y autonomía
La verdad es que han pasado ya cinco años desde el primer modelo y no hay duda que temas como el firmware han evolucionado muchísimo. El interfaz podríamos decir que es el típico, reconocible e intuitivo para todos aquellos usuarios de Canon. Un interfaz sencillo en orden y que suele costar poco entender para los principiantes en esta marca.
Por tanto, diferencias con últimos modelos de la marca son escasos salvo en características propias de cada cámara y en este caso hay uno muy importante. Un apartado dedicado al AF que algunos usuarios de una 1D-X reconocerán de maravilla. En el podemos gestionar todo lo condescendiente al enfoque (sensibilidad del mismo, entrada o salida de objetos en visor, número de puntos a gestionar o puntos activos por zonas, etc...).
Añadir en la interfaz la inclusión del menú de la nueva brújula digital que se une al GPS, la cual podemos calibrarla de forma sencilla.
Por último, destacar la ausencia de conectividad WiFi que es un punto quizá algo cuestionable tras ver como todos los últimos modelos de la marca lo estaban integrando.
Calidad de imagen
Un punto importante para los usuarios que han esperado como agua de Mayo esta cámara es sin duda saber si su sensor ha mejorado en cuanto a rendimiento. Saber si se ha reducido el ruido a partir de ISO 800 y si el rango dinámico ha sido ampliado son dos de las principales cuentas pendientes que podía tener como exigencia este captor APS-C de 20,2 megapíxeles con tecnología Dual Pixel que nos ofrece una sensibilidad entre 100 a 16000 ISO (sin forzar).
Quizá muchos creerán que esta resolución es poca después de cinco años de espera, pero el caso es que es una cantidad aceptable si tenemos en cuenta el tipo de fotografía al que va orientado.
La respuesta general es clara, si. Este nuevo sensor ha mejorado en cuanto niveles de ruido con su predecesor (aunque esto no era muy difícil después de tanto tiempo), llegando a ser usables imágenes de hasta 3200 ISO o incluso 6400 dependiendo de la finalidad (según soporte de impresión o visualización). Aunque si lo evaluamos con las pruebas realizadas, no parece ser un grandísimo adelanto si lo comparamos con el sensor de la Canon 70D en cuanto a esos puntos.
En este caso he testeado la cámara con los objetivos de la propia firma, el Canon EF 24-70mm f/4L IS USM y Canon EF-S 10-18mm f/4.5-5.6 IS STM. Por tanto, como habréis podido comprobar hemos puesto en prueba al sensor con un objetivo con montura propia para APS-C y otro pensado para sensores Full Frame.
Estamos ante un captor nuevo que no parece sufrir en exceso en las sombras (según también que tomas) y que con mediciones matriciales y centrales no parece sobreexponer en exceso a pesar del tercio de punto por defecto. A pesar de todo, debemos tener en cuenta que no estamos ante el mejor sensor de la compañía si se compara con una 5D Mark III o 1D-X pero podemos saber que su relación señal-ruido es buena para ser un sensor APS-C y resuelve bien la reproducción de color a pesar de que subamos la sensibilidad hasta 3200. El control del ruido, como ya comentamos es muy bueno, y aunque es cierto que no deja de ser una pequeña mejora del implantado en la 70D su rango dinámico sigue siendo más que aceptable.
Tenemos claro que estamos ante un sensor APS-C y las comparaciones con sensores Full Frame será la tónica entre muchos de los usuarios, sobre todo si comentamos claramente que se encarga de un cuerpo pensado para los profesionales sin duda alguna. Eso si, siempre es bueno recordar que para un mejor rendimiento en cuanto a nitidez, rango dinámico, ruido, color, etc... debemos usar objetivos que puedan sacar todo el partido a cada captor.
En definitiva, captor algo mejorable si lo comparamos con la competencia; aunque bastante aceptable en general.
Enfoque
Llegamos al verdadero punto de mejora de esta cámara con respecto a su modelo anterior e incluso con muchos otros de la competencia con sensores APS-C.
El enfoque de la 7D Mark II es sencillamente sublime para encontrarse en un cuerpo con el precio que se le atribuye. Y es que la mejora a los 65 puntos de enfoque ya podrían ser más que suficientes para comentar que estamos ante una gran actualización. Aunque estos no serían una clara mejoría si su forma de actuar y de personalización no actuaran como lo hacen. Y es que, hay que recordar que el rendimiento en escenas con poca luz y la posibilidad de trabajar con enfoque en el punto central con ópticas de hasta f8, sobre todo si usamos multiplicadores, muestran claramente en que división juega este apartado dentro de la cámara.
Ni que decir que, el jostick especifico para la selección del AF, el cual está muy bien situado y cómodo, es un punto más para entender su nicho de mercado.
Canon ha "transplantado" el enfoque de la 1D-X a esta nueva 7D Mark II. No hay duda que eso ha conseguido hacer que la fotografía de naturaleza y deporte sean los puntos hacia donde dirigir los usos de esta cámara; ya que como comentamos, su sensor no deja de ser una pequeña mejora del implantado en la 70D, con niveles de ruido aceptables y un rango dinámico no más allá de la media de muchas APS-C.
Lo que realmente me ha gustado mucho de este sistema de AF es su personalización, que a buen seguro será más que suficiente para cualquier situación en fotografías de acción o naturaleza. Desde poder escoger un punto de los 65 posibles, ir configurando zonas de enfoque expandidas (3x3,4x3 o 5x3 puntos), hasta incluso elegir una de las tres zonas globales de la pantalla (izquierda, centro o derecha). Algo no sólo atractivo, sino que además super efectivo en las pruebas que pude realizar.
He conseguido disparar objetos en movimiento con un porcentaje alto de enfoque en ráfaga, cosa bastante complicado en modelos de este rango y con este precio. Podría decir que alrededor de un 75% de las tomas podían ser válidas. Eso si, hay que entender muy bien primero todo el menú de AF (que no es sencillo a priori) y configurarlo bien para poder conseguir un uso más que correcto del mismo; ya que una configuración no acertada puede que no consigamos la toma deseada con el AI SERVO de la cámara.
Además, comentar que gracias a la gran personalización de su enfoque y de la activación del iTR (gracias al sistema de medición del sensor RGB + IR) las posibilidades de la cámara en acertar con el objeto en movimiento se multiplican. Unido a ello, un punto a tener en cuenta y que es importante es el excelente buffer del que han dotado a esta 7D Mark II que me ha hecho no tener mucho problema a la hora de disparar ráfagas de unas 15 fotografías en RAW (recordemos que aquí la velocidad de escritura de la tarjeta de memoria también es muy importante).
Por último, destacar el AF en el modo Live View. El cual, gracias a la tecnología Dual Pixel y esos pixeles del sensor dedicados al enfoque consigue un AF muy bueno cuando tenemos el espejo levantado. Por supuesto, ya os digo, que ni muchísimo menos tan efectivo como cuando disparamos con el espejo bajado y haciéndolo tras el visor; aunque la rapidez y fluidez del enfoque es bastante buena. Lo malo. No es nada realmente novedoso en Canon, pues su prima pequeña la Canon 70D ya hace uso de esta posibilidad con casi igual de efectividad.
Vídeo
Uno de los apartados donde más esperanzas tenían muchos usuarios a la hora de ver las mejoras de la cámara ha quedado finalmente demasiado descafeinado, el vídeo. Y es que, salvo la mejora del AF gracias al Dual Pixel antes mencionado y las salidas de micro, auriculares y HDMI; el vídeo no pasa de la captura a 1080p a 60, 50, 30, y 25 fps. Eso si, recordando que el doble procesador se consigue corregir mientras grabamos todas las distorsiones y aberraciones de los objetivos que montemos en ella (siempre y cuando sean reconocibles por la cámara, en mi caso con los objetivos usados no hubo problemas).
Por cierto, un tema que me ha gustado mucho es la posibilidad de detectar y avisar ante el flickering de la luz en la que estamos disparando para que podamos cambiar la velocidad de obturación y corregirlo. Aunque esto también es usado en fotografía, es muy útil para ayudarnos antes de comenzar a grabar vídeo. Esta información la veremos a través del viewfinder en modo de aviso. Y es que es genial que el sensor detecte el parpadeo de la luz que tenemos en escena y sepa entender tal efecto con la VO dispuesta en ese momento.
La salida por HDMI sin compresión es de 4:2:2, mientras que si lo hacemos sin la salida grabaríamos con compresión 4:2:0.
Canon 7D Mark II, la opinión de Xataka Foto
Llegados a este punto, y tras saber el tipo de cámara que he tenido entre manos, mi impresión es la de tener un pequeño sabor agridulce.
No hay duda, esta Canon 7D Mark II puede disparar a todo lo que se mueva acertando en un porcentaje altísimo de veces y con una cadencia de disparo muy elevada. Su AF es el mejor que podemos encontrar de largo en el mercado APS-C reflex y uno de los mejores dentro de todo el mercado fotográfico llegando a la altura de buques insignia como la 1D-X y muchas CSC (punto que hay que tener en cuenta también según el objetivo que montemos en ella).
Su sensor es quizá lo que más podría "decepcionar", pues estamos ante un cuerpo sellado, construido y con tantas opciones como uno profesional pero que nos deja un pequeño sabor agridulce al montar un captor con un comportamiento muy parecido al de una Canon 70D. Todo ello al igual que, un vídeo en el que apenas se han implantado puntos o grandes novedades que se esperan algo más cercanos al mercado actual, como vídeo en 4K.
En definitiva, estamos ante una cámara de acción, con un AF muy muy preciso, velocidad de disparo alta y un sensor APS-C no muy novedoso en cuanto a calidad de imagen pero muy orientado a ayudar a mejorar si cabe el AF. Todo ello en un cuerpo cercano a los meramente profesionales y por un precio muy atractivo.
Bajo mi opinión, una cámara pensada sin duda para naturaleza, acción o deporte pero que no implanta ninguna gran novedad realmente importante si pretendemos usarla fuera de estos campos, aunque siendo (casi seguro) una de las principales referencias dentro del mercado reflex APS-C. Una compra en la que seguramente no haya decepción si entiendes bien su finalidad.
.5
A favor
- Un grandísimo AF en todas sus opciones
- Cuerpo sellado
- Velocidad de disparo y buffer
- Relación calidad-precio
En contra
- Calidad de imagen sólo buena
- Pocas mejoras en el apartado del vídeo
- Falta de WiFi
Nota: las muestras han sido realizadas con una unidad beta de la cámara.
La cámara ha sido cedida para el análisis por parte de Canon España. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas.
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