El museo Guggenheim de Bilbao es una de las joyas arquitectónicas de la ciudad vasca. Todo cambió cuando se inauguró. La grandiosidad de la arquitectura exige que las exposiciones sean espectaculares para poder luchar contra el edificio. En esta ocasión han inaugurado una retrospectiva de Thomas Struth, que muestra las cinco décadas de trabajo de un fotógrafo fundamental marcado por las preocupaciones sociales de la Europa de posguerra.
Thomas Struth es uno de los alumnos destacados de la Academia de Bellas Artes de Düsseldorf, la cuna de los artistas más importantes y por supuesto de los fotógrafos que se han convertido en una referencia mundial. Aquí impartía clases Bernd Becher y bajo su batuta crecieron los fotógrafos que hoy venden todas sus imágenes con precios de más de seis cifras en las subastas y galerías de medio mundo.
Los miembros de la escuela de los Becher están cortados bajo el mismo patrón. Fotografías gigantescas, de una perfección técnica que asusta y una más que aparente frialdad que se llena de sentido cuando alcanzamos a comprender el mensaje, el contexto bajo el que fueron creadas: Andreas Gursky, Candida Höfer, Axel Hütte, Thomas Ruff... y por supuesto Thomas Struth.
Este fotógrafo, como dicen en la nota de prensa del museo Guggenheim:
Las imágenes de Thomas Struth (Geldern, Alemania, 1954) tienen un carácter distintivo por las preguntas que plantean, en torno a temas como el espacio público, los lazos familiares, la naturaleza y la cultura, o los límites de las nuevas tecnologías. Así, Struth aborda cuestiones fundamentales como la inestabilidad de las estructuras sociales o la fragilidad de la existencia humana a través imágenes con una elegancia formal que suscitan la participación y empatía del público hacia estos temas.
En la retrospectiva podemos ver su trabajo a lo largo de 50 años, desde 'Lugares inconscientes' (Unconscious Places), 'Retratos de familia' (Family Portraits), 'Público' (Audience), 'Fotografías de museos' (Museum Photographs), 'Nuevas imágenes del paraíso' (New Pictures from Paradise) hasta 'Este lugar' (This Place). Todas las series son de gran tamaño, quedándose cerca de los tres metros, una auténtica locura en la fotografía que la aproxima a la pintura.
La fotografía de Thomas Struth en el museo Guggenheim
Este museo hay que conocerlo. Fue capaz de cambiar la vida entera de una ciudad. La situó en el circuito internacional del arte. Y dado su enorme tamaño es capaz de albergar exposiciones imposibles por su amplitud o por el tamaño de las piezas. De hecho, es la primera vez que se ve toda la obra de este fotógrafo. En la primera parada de esta exposición, en la Haus der Kunst de Múnich, no cabían todas las fotografías que sí podemos disfrutar en Bilbao: 128 fotografías junto con 400 objetos de su estudio.
De nuevo nos encontramos con un fotógrafo de formación pictórica. Con un carácter obsesivo en el que se vigila y observa hasta el último detalle. Y con un grado de contextualidad tal que obliga al espectador a cuestionarse todo lo que ve. Realmente nunca vamos a saber qué es lo que estamos viendo.
Con un carácter obsesivo en el que se vigila y observa hasta el último detalle. Y con un grado de contextualidad tal que obliga al espectador a cuestionarse todo lo que ve. Realmente nunca vamos a saber qué es lo que estamos viendo.
En una de sus series más famosas, que le permitió ser el primer fotógrafo que expuso en el museo del Prado, fotografió los interiores de los museos más importantes del mundo. Pero se puso en el lugar de la obra de arte. Así conseguía retratar a los espectadores que admiran la obra maestra. El efecto no deja de sorprender, sobre todo cuando ves, por ejemplo, el David de Miguel Ángel reflejado en las gafas de un turista.
Su obra es tan grandiosa, o grandilocuente, según el que lo mire, que parece el trabajo de distintos autores. Él mismo ha reconocido que no busca un estilo propio. Como dicen en la página del museo del Prado, a raíz de la exposición que hizo allí:
La obra de Struth refleja cómo la fotografía puede a la vez captar y cuestionar la historia de los medios y sus géneros tradicionales así como el papel que desempeñan en el arte contemporáneo y su función dentro de un contexto cultural más amplio altamente influido por los medios de comunicación
Los temas se multiplican. Parte de una cámara de gran formato y trabaja tanto en la calle buscando la simetría en Nueva York en los últimos años de la década de los setenta como retratando a animales muertos en libertad que son diseccionados en el Instituto Leibniz para la Investigación de Zoológicos y Vida Silvestre en Berlín...
Una exposición a la que nos deberíamos acercar todos los fotógrafos para ver lo que se cuece en la actualidad y tratar de entender por qué se vende tan bien. Es un trabajo que trata de entender nuestro papel como observadores del mundo. Y qué mejor que un fotógrafo para hacerlo.
- 'Thomas Struth'
- Museo Guggenheim Bilbao
- Hasta el 19 de enero de 2020
- Entrada 10€