El mercado fotográfico sigue su curso a pesar de la pandemia que nos atrapa. Y cuando nadie se lo esperaba, prácticamente sin filtraciones, Sony presenta la que aspira a convertirse en la cámara de referencia del mundo profesional: la Sony A1, una auténtica bestia que abruma a los demás fabricantes por la cantidad de prestaciones y características que anuncia. Xataka Foto ha tenido acceso a uno de los pocos modelos que circulan por España y hemos empezado a conocer todas sus virtudes.
La Sony A1 es una revolución para el fabricante japonés. Cuando todo el mundo creía que la Sony A9II era la cámara definitiva de la marca, han presentado este año este nuevo modelo que se podría resumir como la suma de todo el catálogo en un único cuerpo.
Tiene un sensor nuevo Exmor RS apilado de formato completo de 50,1 MP con un procesador Bionz XR mejorado que realiza hasta 120 cálculos AF/AE por segundo y permite capturar vídeo 8K 30p 10-bit 4:2:0 o 4K a 120p en formato RAW con un grabador externo. Trabaja 8 veces más rápido que la A9II. Tiene 15 pasos de rango dinámico... Ofrece una serie de características que nunca se habían visto juntas.
Siempre nos hemos enfrentado a cámaras que son buenas en algún aspecto pero cojean en otros. La Sony A1 es una cámara que ofrece soluciones para todas las especialidades. Desde la fotografía deportiva hasta la fotografía de boda y por supuesto todo lo relacionado con los estudios fotográficos.
Una de las cosas que más ha llamado la atención en el mundo de las redes sociales es el precio del cuerpo: 7300€. No tiene sentido la polémica porque estamos ante una cámara destinada a competir y mirar de tú a tú a la Canon EOS 1Dx MarkIII o la Nikon D6, predominantes hasta ahora en los grandes eventos mundiales.
Y ese el objetivo que tiene Sony. Que cuando se puedan volver a celebrar los grandes acontecimientos como los Juegos Olímpicos y veamos a los fotoperiodistas, cuelguen de sus cuellos la A1. Es una tarea compleja pero ya tiene la cámara que lo puede conseguir.
Los puntos más destacados de la Sony A1
Sony ha inaugurado una nueva gama en su catálogo. La idea es arriesgada pero puede funcionar en el complicado mundo de las agencias fotográficas y fotógrafos profesionales de alto nivel. Hasta ahora, si te adentrabas en su catálogo tenías que comprar la A7SIII para grabar en vídeo, la Sony A7RIV para conseguir archivos enormes capaces de competir con el formato medio. Y la A7III si querías un equipo versátil para las bodas.
Ahora tienes las tres en una. Incluso se podría decir que también entra la 7C porque también tiene un tamaño compacto para todas las cosas que puede llegar a hacer. Es considerablemente más pequeña que los tanques de la competencia. Y podría decirse que es la primera sin espejo enteramente profesional.
El cuerpo tiene prácticamente el mismo tamaño que la Sony A7R IV. Ahora mismo la tengo delante de mi Sony A7 III y solo las diferencia la empuñadura que se adapta sin problemas a la mano derecha para poder sujetarla firmemente incluso con los grandes teleobjetivos de la casa.
Destacan también todos los botones y ruedas que permiten acceder, sin necesidad de meterse en los menús que tantos quebraderos de cabeza pueden dar. El fotógrafo profesional quiere poder hacer la foto al instante, sin tener que ir a la sexta pantalla del menú cuatro. No puede perder el tiempo.
Con este modelo podemos elegir con una de las ruedas que tenemos a la izquierda el modo de enfoque y el motor de disparo. A la derecha tenemos los clásicos modos de exposición y la famosa rueda de compensación de exposición. Todos con sus correspondientes bloqueos para evitar cambios accidentales.
Y ya que hablamos de enfoque la Sony A1, podemos decir que mejora las prestaciones de la A9II. Los 759 puntos de AF reaccionan con la velocidad y precisión que caracteriza a los modelos superiores de la marca... Todavía no hemos podido probar con los pájaros.
Por supuesto mantiene todos los ajustes de AF que traían las hermanas pequeñas de la A1. Esta cámara es un auténtico ordenador que el fotógrafo tiene que adaptar y configurar para sacarle todo el provecho.
Hay que tener en cuenta que estamos hablando de un sensor de 50 MP. Todo lo que estamos diciendo lo podíamos entender en una cámara con un sensor con menos millones de píxeles. Pero la Sony A1 es una cámara muy rápida. Si se cumplen todos los parámetros puede llegar a alcanzar los 30 fps.
Con este tema ha habido polémica, pues dicen que alcanza esa velocidad con el obturador electrónico con objetivos de la marca. En la prueba que estamos realizando y que publicaremos próximamente veremos todas estas cosas con más detenimiento. Es una proeza pero solo se cumple bajo determinadas circunstancias.
En el tema del vídeo han tirado, si se me permite la expresión, la casa por la ventana. Hemos tenido la suerte de probarla al lado de Pablo Gil y verla funcionar con el grabador Atomos a 8K o ver cómo se mueve sin problemas grabando todo en formato RAW.
Una de las cosas más llamativas de este modelo es la posibilidad de disparar en estudio con el obturador electrónico a 1/200. Con el mecánico puedes alcanzar 1/400 antes de dar la entrada al HSS. Es uno de los aspectos más señalados para los fotógrafos de estudio. Imaginaos cómo quedarán a partir de ahora las imágenes de publicidad con salpicaduras con esta posibilidad (disparando por lo menos a 20 fps).
Trabajar con la Sony A1
Ya llevamos muchos años con Sony en el mercado fotográfico. Ha pasado de ser una marca con modelos de diseño curioso a convertirse en uno de los grandes. Esta cámara rompe los estereotipos de la gama alta. No tiene que tener un tamaño inmenso. Solo tiene que ser robusta.
Para un fotógrafo que lleve mucho tiempo con Canon o Nikon tiene que ser complicado trabajar con la A1. No tiene los menús tan claros y accesibles (aunque hereda los de la A7RIV) pero puedo decir que desde el primer momento he podido hacer fotos con ella sin tener que mirar el manual.
Echo en falta una pantalla que me diga los datos de exposición y toda la información que necesita para saber si el disparo va a salir. Es verdad que puedo mirar al monitor o al excepcional visor de 9,44 MP a 240 fps. Pero si llevas tiempo con esta marca te sentirás como en casa. No han querido probar nada nuevo en el diseño del cuerpo, solo hay mejorado las sensaciones a la hora de disparar.
Uno de los puntos negativos, y lo he notado en estos primeros días, es que la batería realmente dura muy poco en comparación con la Sony A7 III, la cámara que tengo como referencia más cercana. Y se queda muy atrás respecto a los pesos pesados de la industria. Con la Canon EOS 1Dx Mark III podemos hacer hasta 2800 disparos sin preocuparnos con una sola carga. Con la nueva Sony superamos por poco los 400. Es verdad que han sacado la empuñadura para llevar más de una batería pero es uno de sus puntos más débiles.
Salvando estas puntualizaciones nos encontramos con una cámara de referencia que promete llenar páginas y páginas por el interés que está suscitando. Si el fotógrafo sabe lo que hace y la tiene correctamente configurada no hay disparo que se resista ante ninguna situación.
La calidad de imagen de la Sony A1
Es una cámara muy rápida en todos los aspectos. Sony ha estudiado muy bien a sus competidores y ha escuchado a sus usuarios para diseñar la A1. El fotógrafo profesional que quiera lo mejor ya no tiene que elegir entre el catálogo para decidir cuál necesita. Este nuevo modelo le da todo.
Punto aparte es el tema del vídeo. Acaba de salir la Sony A7SIII y la A1 ofrece prácticamente lo mismo más la posibilidad de grabar a 8K 30p. Tiene decenas de combinaciones que permiten al videografo crear películas con una calidad técnica similar a la de las cámaras de vídeo profesionales de la casa.
Todavía no podemos revelar los RAW de esta cámara, salvo que tengamos la última actualización de Imaging Edge. Como podemos ver en la prueba ISO (solo con jpeg) el ruido es prácticamente inexistente hasta 6400 ISO y todo parece indicar que podremos subir hasta los 12800 ISO con el tratamiento adecuado en RAW.
También sorprende el rango dinámico a lo largo de todas las sensibilidades. Hay detalle en los negros del balcón en todos los fotogramas y se pueden ver los matices de las altas luces sin problema.
La opinión de Xataka Foto
Los tiempos están cambiando y hay que adaptarse. Sony es consciente de que un fotógrafo deportivo ya puede acceder a redes 5G para enviar en directo sin problemas estos archivos de 50 Mb en formato RAW o 12 Mb en jpeg.
Además, al trabajar con tantos millones de píxeles los fotógrafos pueden recortar hasta la mitad y enviar un archivo de 25 MP sin despeinarse... Con un 600 mm pueden conseguir un archivo de 25 MP que aparenta un 1200 mm.
Con esta cámara los profesionales, que la puedan amortizar, tienen lo mejor de la A9II, de la A7RIV e incluso de la A7III. Son tres cámaras en una para todas las especialidades del mercado fotográfico.
Eso sí, para sacarle todo el provecho hay que invertir dinero, mucho más dinero que lo cuesta el cuerpo. Porque no solo hay que comprarlo. Para llegar a los 30 fps tienes que hacerte con las tarjetas CFexpress tipo A (no tiene sentido trabajar con la SD) y tener los objetivos Sony de última generación.
Comprar esta cámara supone que eres fotógrafo de profesión, que tienes la posibilidad de amortizarla en un tiempo lógico y que eres consciente de que tienes entre las manos un Ferrari y no puedes circular con él con las ruedas del centro comercial.
Hay que configurarla a fondo para sacarle todo el provecho. Tienes que conocer perfectamente el universo Sony. Es un golpe en la mesa que se terminará de pulir con las sucesivas actualizaciones de firmware. Pero quizás el mayor lastre que tiene y que no sabemos cómo solucionarlo, es la duración de la batería. Quizás la solución sea comprarse la empuñadura vertical.
En Xataka Foto seguiremos probándola para ver hasta dónde puede llegar la cámara con la que todas las demás se empezarán a medir. Hay cosas que nos han gustado mucho. Y lo mejor de todo es que todavía tiene margen de mejora. Solo tenemos que esperar a que los grandes programas puedan revelar los archivos RAW para darse cuenta de sus límites.
La cámara ha sido cedida para el análisis por parte de Sony España. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas.