La Sony A1 se ha convertido en la cámara de referencia desde que salió. Es el nuevo modelo por excelencia de la marca japonesa. Es la suma de todos los modelos de Sony para el fotógrafo profesional que necesita tener un equipo que cumpla con creces en todos los campos. Es la apuesta para luchar contra la Canon Eos 1 Dx MarkIII y la Nikon D6. Vamos a ver en Xataka Foto cuáles son sus argumentos para erigirse como una de las mejores cámaras del mercado.
La presentación fue una sorpresa mayúscula. Nadie lo sabía. Incluso Capture One no pudo incluir entre sus mejoras la compatibilidad con los archivos RAW de la Sony A1. Y desde el principio ha llamado mucho la atención, de propios y extraños. En una época en la que las cosas no son fáciles, Sony ha presentado la A7SIII, la A7c, la A9II... y ahora este modelo que quiere conquistar el mundo de los profesionales del día a día en todos los campos. Vamos a ver qué da de sí la nueva Sony A1.
Es muy curioso comprobar que en muchos medios la comparan con la Nikon Z7II o la Canon EOS R5 pero Sony apunta más alto. Ha diseñado una cámara robusta y fiable para el día a día, para aquellos fotógrafos que necesitan una herramienta de trabajo que no falle, que resista cualquier cosa y que permita conseguir sí o sí la fotografía.
No es un modelo para salir el fin de semana o para jornadas relajadas en el estudio. Es un modelo de batalla, en el que cada día hacer una foto o no supone ganar dinero o perderlo. No puedes enviar a las agencias o al periódico una imagen desenfocada de un partido o de la sesión del día, porque al día siguiente no te llaman y tienes a otro que sí que ha hecho la foto del gol o del saludo de los políticos en el momento preciso.
Por eso tiene el precio que tanto ha escandalizado a las masas de las redes. Es el mismo que el de los dos tanques que hemos mencionado. Pagas fiabilidad, no solo tecnología por los cuatro costados. El fotógrafo profesional necesita la foto y esta cámara tiene que dársela sin quebraderos de cabeza. Este es el campo en el que aspira a moverse la Sony A1.
Sony A1, principales características
Es una cámara con un nuevo sensor CMOS EXMOR RS de 50 MP con la posibilidad de llegar a los 30 fps. Tiene el nuevo procesador BIONZ XR que permite ir ocho veces más rápido que la Sony A9II. Hace cerca de 120 cálculos por segundo para conseguir un enfoque perfecto en todo tipo de situaciones con los objetivos de la marca, y no todos.
El vídeo tampoco se queda atrás, pues permite hacer prácticamente lo mismo que la 7SIII y añade la posibilidad de grabar a 8K30p. Y si lo conectamos a un grabador externo, tenemos material RAW a 16 bits para hacer cualquier corrección en postproducción.
Pero vamos a ver en nuestra tabla de especificaciones todo lo que ofrece la A1.
Sensor | Sensor CMOS Exmor R de fotograma completo de 35 mm (35,9 x 24 mm) de 50,1 MP |
---|---|
Procesador | BIONZ XR |
AF | Enfoque automático híbrido rápido (enfoque automático con detección de fases/enfoque automático con detección de contraste) |
Visor | Visor electrónico (color) de 1,6 cm (tipo 0,64) con 9.437.184 puntos |
Pantalla LCD | 7,5 cm (tipo 3.0) TFT de tipo táctil |
Sensibilidad | ISO 100-32000 (los números ISO desde ISO 50 hasta ISO 102400 pueden establecerse como rango ISO ampliado), AUTO (ISO 100-12800, se puede seleccionar el límite inferior y superior) |
Velocidad de disparo | Obturador automático/electrónico: Captura continua: Hi+: 30 fps, alta: 20 fps; media: 15 fps, baja: 5 fps, , Obturador mecánico: Captura continua: Hi+: 10 fps, alta: 8 fps; media: 6 fps, baja: 3 fps |
Rango de medición | EV-3 a EV20 |
Estabilizador de imagen | Mecanismo de desplazamiento de sensor de imagen con compensación de 5 ejes |
Almacenamiento | Tarjeta de memoria SD, tarjeta de memoria SDHC (compatible con UHS-I/II), tarjeta de memoria SDXC (compatible con UHS-I/II), tarjeta de memoria CFexpress tipo A |
Formatos de imagen | JPEG (Versión DCF 2.0, Exif versión. 2.32, compatible con MPF Baseline), HEIF (compatible con MPEG-A MIAF), RAW (compatible con formato ARW 4.0 de Sony) |
Formatos de grabación | XAVC S, XAVC HS y compresión de vídeo XAVC S: MPEG-4 AVC/H.264, XAVC HS: MPEG-H HEVC/H.265 en 8K y 4K |
Conectividad | USB Type-C® (compatible con SuperSpeed USB de 10 Gbps [USB 3.2]) miniconector estéreo de 3,5 mm HDMI tamaño completo Conexiones LAN inalámbricas de 5 GHz/2,4 GHz Terminal de sincronización para flash |
Resolución vídeo máxima | Grabación interna 8K con profundidad de 10 bits y muestreo de color 4:2:0 al usar compresión Long GOP o All-Intra |
Batería | NP-FZ100 |
Dimensiones | 128,9 mm x 96,9 mm x 80,8 mm |
Peso | Aprox. 737 g |
Precio (solo cuerpo) | [7300€](https://www.fotocasion.es/catalogo/cuerpo-sony-a1/52555/) |
Diseño y ergonomía
Sorprende comprobar las especificaciones y ver que tiene exactamente el mismo tamaño que la Sony A7SIII. El cuerpo está calcado. Solo pesa unos cuantos gramos más. Comparte con este modelo tanto pantalla como ese visor electrónico del que todo el mundo habla por su calidad. Y por supuesto está sellada.
Es una cámara que se sujeta perfectamente gracias a su gran empuñadura, nada que ver con la que tienen otros modelos más antiguos como la Sony A7III. Parece algo banal pero la seguridad que trasmite este diseño permite sujetar la cámara con más firmeza incluso cuando llevas uno de los pesados teleobjetivos zoom de la marca.
Sony ha encontrado ya su estilo propio. Ves el cuerpo sin conocer la marca y la reconoces incluso entre una muchedumbre de fotógrafos en sus puestos en los JJOO. Además es mucho más pequeña que las de la competencia, salvo que le acoples la necesaria empuñadura vertical VG-C4EM.
Tiene decenas de botones para configurarlos exactamente como los necesite el fotógrafo en su campo. Vuelvo a insistir en que nos encontramos ante un ordenador con forma de cámara y hay que dedicarle tiempo para la configuración.
El problema es el de siempre. Si se pierde la configuración o cambias de modelo no vas a poder trabajar tan rápido como acostumbras. Y ajustar cada botón, cada función, cada pantalla, no es algo que puedas hacer en diez minutos. Menos mal que existe la posibilidad de grabar estos ajustes y pasarlos de una cámara a otra.
Una de las cosas que más me ha gustado -y creo que a los profesionales también- es la parte superior de la cámara. Es muy parecida, idéntica diría yo, a la de Sony A9II. En la parte izquierda tiene dos ruedas superpuestas que permiten cambiar con un giro (desbloqueando previamente) el modo de enfoque y las posibilidades del motor.
Y a la derecha todo está exactamente igual que en los últimos modelos de la casa. Por fin se puede decir que si has tenido una Sony te sentirás como en casa con un modelo nuevo entre las manos. Lo único es que no podrás disparar y listo como pasa con otras marcas.
Por fin se puede decir que si has tenido una Sony te sentirás como en casa con un modelo nuevo entre las manos. Lo único es que no podrás disparar y listo como pasa con otras marcas.
Si seguimos hablando del diseño y la ergonomía no nos queda más remedio que repetir lo mismo que hemos contado de modelos como la 7RIV o la 7SIII... Doble lector de tarjetas compatible con las SD de alta velocidad y la CFexpress Tipo A (fundamental para alcanzar las altas velocidades y las mejores prestaciones).
El visor es el mejor del mercado. Sin discusión alguna. Su casi 10 MP permiten ver hasta el último detalle gracias también a la velocidad de refresco de 120 fps. No tiene sentido volver la vista atrás y este es el camino que todos los fabricantes deben seguir.
Respecto a la pantalla táctil pocas novedades. Un cambio sustancial hubiera sido interesante. Además no está articulada como la de la A7SIII. Es verdad que quien se compre este modelo apostará por trabajar con grabadores externos con pantallas mucho mejores. Y también que una pantalla de más calidad consumirá más batería...
Para terminar este apartado hablaré del menú. Sony ha dado con la tecla adecuada, ha encontrado el camino para acercarse a los sencillos menús de Canon y Nikon. Pero ofrece tantas posibilidades que te puedes perder muy fácilmente a pesar de los colores... ¿Por qué no ofrecerán un menú sencillo? O a lo mejor a muchos fotógrafos nos toca cambiar el chip.
Un nuevo sensor FF para una de las cámaras más rápidas del mercado
Los tiempos están cambiando. Los ordenadores cada son más potentes y las comunicaciones más fluidas gracias al 5G. Yo era el primero que no veía claro los 50 MP para este tipo de cámara. Pero no hay nada como hablar con los profesionales para comprender el alcance de este sensor.
Este sensor genera archivos de 100 MB siempre que trabajemos en RAW sin comprimir. Y tiene dos opciones de compresión para este formato, uno comprimido sin pérdidas que llega a los 55 MB y el RAW comprimido que alcanza los 50 MB por archivo... Los jpeg pesan unos 20 MB.
Esta cámara está orientada a los campos que tocan la A7RIV (estudio y paisaje), la A7SIII (vídeo), la A9II (periodismo y deportes) y la A7III (BBC). Es un todo en uno. Y para conseguirlo tenía que ofrecer un sensor con suficientes MP.
Los 50 MP que tiene la Sony A1 son posibles gracias al nuevo Exmor RS™ CMOS retroiluminado y al procesador BIONZ XR que permite un control rápido. Es mucha más información que los 24,2 MP de la A9 II, por ejemplo. ¿Esto que quiere decir en la práctica?
Que los fotógrafos tienen a partir de ahora 50 MP para poder reencuadrar sin miedo de perder calidad para las agencias y sobre todo que tienen dos objetivos en uno para trabajar en un estadio de futbol, tal como nos comenta Diego Souto.
Ahora es posible, previa configuración de cámara, cambiar de forma instantánea de un 70-200 a un 105-300 mm por la posibilidad de trabajar en formato APS-C. Dos objetivos en uno con la misma calidad.
Todavía no se puede revelar el formato RAW en Capture One ni en Adobe. Por ahora solo es posible hacerlo en el programa nativo de Sony. Así que no se puede alcanzar a ver los límites del sensor. Pero después de hacer las pruebas pertinentes, podemos afirmar que este nuevo sensor aguanta sin problemas hasta los 12800 ISO si eres muy conservador.
Es casi un paso más que lo que se puede hacer directamente con una Sony A7RIV. Y seguro que es fácil llegar a los 25600 ISO con un poco de esfuerzo y un buen programa de revelado.
Este sensor llega a los 15 pasos de rango dinámico. Es fácil exponer para las luces y levantar las sombras sin miedo. Cada vez queda menos para que las técnicas HDR queden totalmente obsoletas. La fotografía de producto tiene un nuevo aliado.
Y la reproducción del color llama la atención desde que se mira por el visor. Incluso si analizamos los archivos jpeg, los tonos se representan mucho mejor y para los fotoperiodistas es un alivio encontrar todo prácticamente hecho.
Trabajar con la Sony A1
Es una cámara profesional, que solo tiene pleno sentido en este ámbito. Y cada uno tendrá que configurar esta cámara según sus necesidades. No es lo mismo grabar vídeo que trabajar en un estudio que hacer deportes o prensa diaria. La configuración es fundamental. Y la gran ventaja es que la Sony A1 se adapta a todo.
No es para todo el mundo. Es para fotógrafos que estén todos los días al pie del cañón, disparando y enviando fotografías sin parar. Durante la prueba hemos tenido la oportunidad de contar con la ayuda de Pablo Gil y Diego Souto, así que trasladaremos sus opiniones a este análisis.
El sistema AF
El sistema de AF mejora sustancialmente las prestaciones de los últimos modelos. La Sony A1 tiene 759 puntos de detección de fase que cubren el 92% del área del sensor. Una pequeña gran diferencia respecto a la Sony A9II que tiene 693 puntos de detección de fase. Eso sí, comparten exactamente los mismos de detección de contraste: 425 puntos.
Es un sistema mucho más sensible pues puede seguir trabajando con un diafragma f22 con enfoque continuo frente al f16 en el que se queda la A9II o el f11 de una sencilla A7III... Y sobre todo es mucho da la sensación de ser más rápido y preciso pues es capaz de hacer un seguimiento con Eye Af incluso a las aves.
Incluso trabajando con el Área de enfoque Ancho fue capaz de seguir un espectáculo de cetrería sin demasiados problemas. Después con el Af de bloqueo una vez que agarra el sujeto las posibilidades de éxito suben.
Fotografía urbana
Durante una semana he salido con esta cámara por las calles de Madrid. No he podido ir a lo alto de las montañas, ni siquiera hacer mis pruebas en el Retiro. Pero me he movido por la ciudad armado con un FE 70-200 F2,8 GM OSS y un FE 16-35 mm F2,8 GM.
Es una cámara poco voluminosa en la que el peso recae en los objetivos. Con el zoom angular forma un equipo relativamente compacto que permite salir horas sin acusar el cansancio ni dolores de cuello. No llama la atención en absoluto como puede ocurrir con los modelos semejantes de las otras marcas.
Para hacer fotografías de la ciudad puedes trabajar perfectamente con la configuración de fábrica. Solo necesitas unas pocas funciones y adentrarte un poco en el menú para conseguir el mejor resultado posible. De hecho, aunque yo tengo una Sony A7III no me he sentido demasiado perdido a la hora de configurar.
Ajustes básicos como el ajuste del estabilizador, el formateado de las tarjetas o los distintos tipos de archivo RAW es lo único que he tenido que meter en el menú Favoritos para tener un acceso inmediato. Todo lo demás está al alcance de la mano gracias al menú Función donde tenemos hasta 12 funciones habituales, desde los modos de AF hasta el equilibrio de blancos.
La cámara responde rápidamente en todo momento. Solo hay que preocuparse de ajustar el Modo de enfoque (con estas cámaras casi siempre apuesto por el AF-C) en la rueda correspondiente y sobre todo el Área de enfoque. Personalmente trabajo con Ancho y Punto flexible expandido cuando deseo enfocar un objeto concreto.
Es verdad que las ráfagas no llegan a los 30 fps en todo momento. Solo en condiciones especiales. Habría que concretar que solo se puede hacer con objetivos Sony que permitan semejante velocidad, con el RAW comprimido de 12 bits y el obturador electrónico.
Obturador electrónico | Obturador mecánico | |
---|---|---|
Hi+ | 30 fps (RAW comprimido) | 10 fps |
Hi | 20 fps | 8 fps |
Mid | 15 fps | 6 fps |
Lo | 5 fps | 3 fps |
La calidad de los archivos los aprecias en el momento de ponerte a revelar las fotografías. Por ahora solo hemos podido revelar los RAW en Imaging Edge de Sony. Pero ya con lo que se puede conseguir con este programa nos ha parecido espectacular.
Fotografía de estudio
Para esta especialidad hemos contado con el trabajo de Pablo Gil en su estudio. Tuvimos poco tiempo para experimentar. Pero aquí tenemos uno de los puntos fuertes de la Sony A1. La posibilidad de sincronizar con un obturador electrónico a 1/200 (1/250 si trabajamos en APS-C) y a 1/400 (1/500 en APS-C) es totalmente novedoso.
Esto incrementa las posibilidades de los fotógrafos de estudio y moda puesto que pueden combinar con mucha más facilidad la luz natural con la del flash es exteriores. Además estas altas velocidades de sincronización -casi un punto más que lo que se podía hacer hasta ahora sin flash de alta velocidad- permiten congelar el movimiento de una forma más natural y precisa.
Y no solo eso... con flashes adecuados es posible trabajar en ráfaga para no perder ni un solo instante de la acción. Para fotografía de moda o de alimentación es prácticamente indispensable para asegurarse el disparo. Aquí es donde los Profoto y flashes similares muestran su valía.
Eso sí, una cosa que notamos es que se perdía la conexión entre los Profoto y la propia cámara en algunas ocasiones, algo que puede ser normal valorando que estamos ante la primera versión de firmware y estamos sometiendo al equipo a una dura prueba. Por cierto con Godox no hubo manera de conseguirlo todavía.
Con el paso del tiempo, cuando podamos hacer la prueba con thetering y Capture One las posibilidades se van a multiplicar.
Fotografía deportiva
En este caso, dadas las limitaciones sanitarias no pudimos hacer la prueba conjuntamente con Diego Souto en el estadio de futbol. Aquí tenemos otro terreno en el que la Sony A1 marca la diferencia. Todas las marcas se reúnen con los embajadores de la marca para escuchar qué es lo que necesita el profesional.
En este campo es fundamental trabajar con todo un equipo de primera calidad. Es ahí donde se marca la diferencia. Las tarjetas siempre CFexpress, los objetivos luminosos de la serie GM y una configuración específica para cada deporte.
En este campo es fundamental trabajar con todo un equipo de primera calidad. Es ahí donde se marca la diferencia. Las tarjetas siempre CFexpress, los objetivos luminosos de la serie GM y una configuración específica para cada deporte.
No es lo mismo disparar en un partido de tenis que en un partido del Real Madrid. En un partido de tenis el Área de enfoque lo ponemos en Seguimiento, igual que en el fútbol. Pero para seguir a los futbolistas subimos la velocidad de enfoque al máximo.
Y cuando activas el modo Seguimiento de repente todos los disparos salen enfocados. Pero tienes que tener claro que es importante, por ejemplo, olvidarte de ajustar Énfasis balanceada en Ajuste prior en AF-S y en AF-C y dejar que la cámara dispare rápidamente para no perder fotograma alguno.
Gracias al nuevo procesador la cámara es mucho más estable. Como hemos podido comprobar es más rápida a la hora de hacer cambios, como pasar de FF a APS-C. Incluso se nota, gracias a los estadios con 5G, que la trasmisión es más rápida.
Y como podéis ver en los disparos en ráfaga que hemos hecho con el obturador electrónico, no hay distorsión y tiene en cuenta incluso la frecuencia de las luces LED que iluminan los anuncios.
Sony A1 en el mundo del vídeo
Si nos fijamos detenidamente en las características de la nueva Sony A1, las prestaciones del vídeo son las mismas que las de la Sony A7SIII, la cámara dela gama Alpha pensada para la grabación. Incorpora ese famoso 8K y la coletilla de que está diseñada para la disipación del calor de forma efectiva para sesiones de grabaciones largas.
Un fotógrafo que haga vídeo tendrá todas las posibilidades de la A7SIII pero no tendrá exactamente la misma calidad. Eso sí, este sensor permite grabar sin problemas a 4000 ISO.
Una de las características de las cámaras Sony es que durante la grabación no hay saltos de línea en el sensor ni pixel binning, sino que hacen un escaneo completo del sensor que le permite una mayor calidad de imagen tanto en 8K como en 4K.
Y no podemos olvidar que permite trabajar con el perfil S-Cinetone para conseguir directamente unos tonos piel iguales que los que podemos encontrar en las cámaras de cine profesionales como la Venice.
Tiene todo lo que puede necesitar un profesional hoy en día con el pequeño sacrificio de no poder trabajar con los ISOs tan alto de la A7SIII.
La opinión de Xataka Foto
La Sony A1 se ha convertido en la cámara a batir por todos. Ahora mismo se erige en la referencia de las cámaras sin espejo y se convierte en el rivla más serio de los pesos pesados.
En Xataka Foto hemos podido probar la Canon EOS 1Dx Mark III a fondo. Esta cámara es mucho más sencilla de manejar. Es verdad que no tiene toda la tecnología de la Sony pero permite obtener buenos resultados desde el primer momento.
La Sony A1 es mucho más avanzada. Tiene más posibilidades para el fotógrafo que sepa sacar todo el provecho al equipo. Por ejemplo, es posible programar dos botones para exponer directamente según el jugador esté al sol o a la sombra en medio de un estadio al mediodía sin miedo a equivocarse. Pero no están iluminados físicamente, algo importante si estás en un lugar oscuro.
El visor electrónico es tan preciso que permite ver, con solo asomarse, si la imagen está bien expuesta o no, algo que solo se consigue con la experiencia con el visor óptico. No hace falta contar con la ayuda del histograma gracias a la precisión de esos 9 MP que tiene en su interior. Sobre todo si tienes experiencia.
Pero hace falta meterse de lleno en todos los menús para encontrar el punto exacto que tú quieres. Esa es la diferencia respecto a los modelos de alta gama. Otro punto negativo es que la conocida batería FZ-100 no rinde tan bien en este modelo como ocurre con los demás.
Con las Nikon y Canon es fácil pasar de los 2000 disparos con una única carga. Es verdad que no tienen un visor electrónico semejante pero la Sony A1 queda muy lejos. Y en medio de un partido puede ser dramático. Por eso es imprescindible apostar por la empuñadura vertical para poder cargar más baterías y llegar a más de 1000 disparos.
Salvando estos dos aspectos la calidad de esta cámara es espectacular. Con una buena guía de funcionamiento es posible lograr ráfagas perfectas en cualquier situación. Incluso facilita los barridos.
El enfoque automático puede parecer dubitativo en algunos momentos, como podéis apreciar en el espectáculo de cetrería pero una vez configurada correctamente los únicos disparos desenfocados son aquellos en los que el sujeto se acerca demasiado al fotógrafo. Y seguro que es algo que mejorará con una cámara oficial, no con un firmware 1.00. ** No es una cámara para todo el mundo**. Está al alcance de muy pocos. Hay que trabajar mucho para amortizarla (como todas las de su segmento) pero tiene características que ayudan al fotógrafo a ganar dinero y asegurarse que el disparo siempre va a salir bien.
No tiene sentido quejarse del precio. Esta cámara solo está al alcance de unos pocos. Y ofrece una tecnología que estará en todas las cámaras del futuro que quieran parecerse a ella. Como siempre decimos nunca haremos mejores fotografías con ella pero desde el punto de vista técnico será mucho más sencillo tener el disparo perfecto.
La Sony A1 ha venido para revolucionar el mercado fotográfico. Este fabricante lleva tiempo señalando el camino. Y ahora ha creado su buque insignia que mejorará más con los sucesivos firmware. Como siempre los profesionales decidirán en el terreno. Después de ver los resultados podemos decir que estamos ante una de las tres mejores cámaras del momento.
9.1
A favor
- Calidad de imagen
- Sistema de AF
- Calidad de vídeo
- Visor electrónico
En contra
- Duración de la batería
- Los botones no están iluminados
El equipo ha sido cedido para la prueba por parte de Sony España. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas.
Ver 6 comentarios