Cada vez es más y más habitual ver a gente por la calle haciéndose autofotos y autovídeos, que llamaremos a partir de ahora selfies, ya sea en el lugar donde pasan las vacaciones, en un restaurante mientras cenan o en la cola del paro. Este comportamiento no ha pasado desapercibido y hay quien augura nuevos usos para un futuro no muy lejano.
Posar frente a una cámara con pose de Justin Bieber parece algo muy alejado a la forma de vida que tendremos en el futuro, pero quizá estamos equivocados. Con el fin de conocer los hábitos de los consumidores y cómo utilizarían ellos los selfies Sony ha encargado un estudio en el que se ha encuestado a más de 6.500 personas de Reino Unido, Alemania, Francia y España.
Estos son, según el estudio, los 10 principales usos que los selfies, tanto en foto como en vídeo, podrían tener en los próximos cinco años:
Citas. Esta ya es una realidad. Se trata de enviar una foto antes de salir para ver que opina la persona con la que hemos quedado o recibir los consejos sabios de un amigo o amiga.
Médico. Algunas compañías privadas también han empezado a implementar este servicio y ya ofrecen la posibilidad de realizar ciertas consultas médicas a través del teléfono.
Banca. Aún está en desarrollo pero ya empieza a escucharse hablar de las contraseñas selfies como método de acceso a los servicios de nuestra banca onlin, como este banco creado exclusivamente para teléfonos móviles.
De compras. El uso del selfie como elemento para acceder al banco abre muchas vías a la imaginación y permitiría, por ejemplo, pagar a través de nuestra imagen las entradas para un concierto o la compra en un centro comercial como si de una tarjeta de crédito se tratase.
Ocio. El estudio revela que a más de la mitad de las personas que buscan ocio de acción, les gustaría poder ver como está siendo su experiencia mientras la realizan.
Deporte. Una de las propuestas más novedosas necesitaría de la inteligencia artificial para monitorizar a tiempo real nuestro cuerpo cuando hacemos ejercicio e indicarnos aspectos como la frecuencia cardiaca, las calorías gastadas o si estamos realizando los movimientos de forma correcta.
Moda. Seguro que de pequeños, cuando imaginábamos el futuro, este era uno de los avances con los que soñaba mucha gente. Se trata de un selfie que toma una imagen de nuestro cuerpo en 3D para poder encargar ropa a medida.
Más moda. Pero antes de encargar nuestra ropa estaría bien ver cómo nos queda, muchos coincidiréis conmigo en lo tedioso que resulta ir a los probadores constantemente. Pues con el modelo 3D del que hablábamos en el punto anterior eso se acabó, ya que podríamos probarnos la ropa sin levantarnos del asiento.
Robots. Algo con lo que seguro que no soñó Isaac Asimov fue con que pudiésemos controlar los robots, a distancia, con un selfie. Esa imagen serviría para que, por ejemplo, un androide nos reconociera y fuera por nosotros a hacer una tarea determinada.
Estilo de vida Imaginaos que para entrar en casa o en el coche en lugar de la llave, la tarjeta o la huella dactilar necesitásemos solo una foto. Pues este es el décimo uso en el que han coincidido gran parte de los participantes que seleccionó la compañía de investigación de mercado OnePoll para el estudio.
Y para terminar pogámonos en un supuesto. Si tal y como dice el estudio enviaremos un selfie para tener una cita la persona que lo recibe ¿podrá utilizarlo para acceder a mi banco, mi casa y mi coche?, ¿podrá decirle al robot que haga cosas en mi nombre? y lo que es más inquietante ¿y si es un "modernito" y decide comprarme él la ropa? Estas incógnitas nos hacen pensar que hablar de cinco años para alguno de estos usos es muy optimista pero, ya veremos.
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