Desde hace unos días es de conocimiento público que Google es quien anda tras el registro de la marca Photovine y la adquisición del preceptivo dominio. ¿Pero qué es Photovine? Lo que sabemos es que tiene que ver con la fotografía y las redes sociales, el resto es unir piezas y comenzar a elucubrar posibles soluciones al enigma.
La fotografía está en constante evolución y tampoco descubrimos nada si afirmamos que atraviesa una etapa en la que la fotografía casual, esa que llega espontáneamente a las cámaras de nuestros teléfonos móviles, se corona como la reina del baile. La cámara del iPhone4 es ya la más usada en Flickr, por encima de auténticos pesos pesados como la mítica Nikon D90 y la poderosa Canon EOS 5D MkII.
Para ser justos habría que hacer un hueco a los que piensan que este dato estadístico real e irrefutable, más que confirmar una evolución en la fotografía lo que viene es a confirmar la muerte definitiva de Flickr como plataforma fotográfica seria. Para otros la explicación es que la calidad de la cámara del smartphone de Apple no tiene nada que envidiar a las compactas más avanzadas.
Picasa es la plataforma de Google que rivaliza con Flickr y sin entrar en profundos análisis de los vicios y virtudes de cada una de las plataformas lo cierto es que la segunda ha conseguido una expansión y una relevancia que hace olvidar a la de Google. Entiendo que aunque tenga perdida la batalla en su sector, al menos da guerra. Podríamos, en este juego de supuestos, descartar que Photovine venga a sustitur a Picasa.
Google tiene en Android y “la nube” un caballo ganador al que apostar y es ahí donde puede que encaje la creación de una aplicación o servicio online que aglutine lo mejor de la fotografía y de las redes sociales. ¿Por qué? Porque éste es un campo por explotar que ofrece unas grandes posibilidades. Instagram es la aplicación más conocida y hace poco os contábamos que había superado el techo de los cuatro millones de usuarios (solo está disponible para los gadgets de Apple, no de Google). Facebook es la última en subirse al carro de este tipo de aplicaciones preparando una propia y Google, que no se lleva especialmente bien con ninguna de las empresas citadas, no puede ser menos. La guerra por dominar el mercado se presenta interesante.
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