Ser fotógrafo espía es arriesgado tanto si persigues a famosos como a coches de preproducción

Como ya sabéis, hay un mercado importante del mundo de la fotografía de prensa que se dedica a "cazar" la noticia persiguiendo a famosos paparazzi. Pero hay muchos otros "fotógrafos espía" que se ganan la vida haciendo fotos de cosas secretas o que tratan de mantenerse ocultas antes de ser presentadas en el mercado.

Si creíais que sólo los fotógrafos del corazón se arriesgan a recibir algo más que insultos por hacer el trabajo que se les ha encargado, sólo tenéis que echarle un vistazo al siguiente vídeo y os daréis cuenta de que estabais equivocados.

En el vídeo vemos como a este ingeniero, encargado de conducir la "mula de pruebas" del próximo Volvo V40 Cross Country en las Montañas Rocosas, se le agota la paciencia tras ser perseguido por el fotógrafo espía Brian Williams y arremete físicamente contra él y el objetivo de su cámara que acaba maltrecho.

Lo que el piloto de pruebas de Volvo no sabía es que en ese momento Brian lo estaba grabando todo en vídeo. ¡Para que luego algunos digan que la función de vídeo en las cámaras fotográficas no vale para nada! ¿Veis como sí que es útil?

No voy a entrar en el debate de si un fotógrafo tiene derecho a ganarse la vida espiando a otros, aunque juraría que no se puede acosar a un vehículo sino únicamente a personas. Eso os lo dejo a vosotros. Lo que sí creo que es díficil es justificar la reacción violencia, y más trabajando en carretera abierta al público.

Al final, todo se resume al cierta incompatibilidad en el trabajo de ambos. Uno debe asegurarse de conseguir las imágenes que necesita para su agencia y el otro no puede hacer bien su trabajo si tiene a alguien entorpeciéndole en su actividad y obligándole también a tratar de huir de él. O como dicen en mi comentario favorito del vídeo: "a nadie le gusta que le vean subido en un Volvo, ni siquiera con camuflaje".

Parece ser que al final, hablando llegaron a una disculpa por parte del -que se hizo el- sueco y ahí se quedó la cosa. Todos somos humanos y cometemos errores.

En cualquier caso, si algún día os encargan un trabajo de fotógrafo espía, que sepáis a qué grado de peligrosidad deberéis ateneros ya que no a todo el mundo le resulta fácil contenerse y evitar perder los nervios.

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