El retoque en la fotografía es un tema complejo que podemos abordar desde varias perspectivas que hoy queremos desgranar. De vez en en cuando se vuelve viral alguna polémica por el uso del odiado Photoshop en esta actriz o en aquella cantante, cuando al fin y a la postre la peluquería, el maquillaje o incluso la luz que decidimos diseñar para realizar una fotografía es un constructo artificial que llega a los ojos del espectador.
¿Qué es el retoque?
En primer lugar creo que debemos delimitar de alguna forma qué es el retoque. Hay muchas formas de retocar una fotografía que no vemos y que van más allá de Photoshop, como una operación estética. ¿Quitarte barriga y ponértelo en el culo es retoque? ¿Remodelar la silueta corporal es retoque? ¿Una rinoplastia es retoque? El trabajo de peluquería, maquillaje y el diseño de luces para una sesión fotográfica... ¿es retoque?
La respuesta a todas estas preguntas es un rotundo sí. Cualquier elemento que modifique física o visualmente el elemento representado es retocar porque estás cambiando la forma final en la que el espectador visualiza un objeto en una fotografía. Incluso que nosotros pongamos una luz que favorece o desfavorece a una modelo implica una manipulación del resultado final.
Al fin y al cabo, de lo que hablamos es de manipulación. El retoque es manipular una imagen para que el elemento fotografiado quede plasmado de la forma que nosotros queremos. Estamos empleando la fotografía como un medio expresivo para imbuir a un elemento de ciertas características. Por ejemplo, para una sesión de beauty emplearemos los elementos que transmitan la idea de máxima belleza al espectador, siendo resultado de una serie de elementos aritificiosos para generar esa sensación.
La manipulación en la fotografía de moda
Teniendo en cuenta que el retoque en fotografías donde retratemos gente como la foto social y de moda es obligatorio para conseguir un buen resultado final, ¿por qué nos escandalizamos con las polémicas que surge de vez en cuando por las redes sociales, en ocasiones orquestadas para conseguir atención hacia un famoso?
Normalmente, el licuado es la herramienta que más se critica. Esta herramienta permite recomponer los elementos en una fotografía a través del arrastre de una malla de pixels. Popularmente, se conoce al licuado como 'la-cosa-esa-que-te-adelgaza-y-te-pone-culo-y-tetas'. Por mi corta experiencia como fotógrafo de moda, he hecho uso del licuado principalmente para colocar bien la ropa y arreglar zonas de pliegues que han quedado extraños. En ningún caso cambio ni se debe cambiar la forma del cuerpo ni la cara de ninguna modelo; popularmente se suele decir que "sólo hay que licuar la gravedad".
En España se han sucedido cada cierto tiempo polémicas como la de Lena Dunham y la revista Tentaciones o la de Inma Cuesta. No por estas polémicas se va a dejar de retocar las imágenes, y de hecho este tipo de cosas les vienen de perlas a los estudios de retoque porque les dan una oportunidad de sacar a la luz su trabajo que en muchas ocasiones se mantiene invisible.
El retoque de la fotografía documental
Hablando de retoque, precisamente hoy ha saltado a la palestra un caso de manipulación por parte de Steve McCurry que se remonta a varias de sus fotografías y que ha causado un revuelo importante en Internet.
El escándalo de Steve McCurry
McCurry es un fotógrafo documental, y como tal, creemos que no debería manipular sus fotografías más allá de los ajustes básicos de luz y color. Sin embargo, encuadrar una fotografía o pedir a alguien que se deje hacer una foto ya es manipular, y eso es algo que McCurry ha hecho miles de veces y nadie habla de manipulación. ¿Cuándo hablamos de manipulación en la fotografía documental? ¿cómo delimitar lo que es objetivo y lo que es subjetivo?
Decidir lo que se mete en el encuadre y lo que se deja fuera ya es manipular el resultado final de la imagen. El problema reside en pensar que todas las fotografías son representativas, ya que tiene un componente expresivo que hay que articular de alguna forma.
La fotografía como medio expresivo
En ocasiones, es el componente expresivo el que marca la diferencia en una fotografía. Qué es más correcto, ¿fotografiar la guerra o realizar una fotografía que exprese la barbarie de la guerra? Mientras que la primera podría ser cualquier fotografía tomada durante un conflicto bélico, la segunda correspondería a las que además de cumplir lo anterior expresan la guerra como 'La niña del napalm' o 'Muerte de un miliciano'.
¿Es el trabajo de McCurry menos valioso por haber quitado ciertos elementos? En mi opinión no porque quitando las distracciones, el concepto expresivo que el fotógrafo quiere transmitir llega con mucha más fuerza al espectador. Si quiere hacernos llegar el exotismo a cualquier precio, cualquier modificación realizada para llegar a esa meta está justificada. El límite en estos casos lo marca la ética y la moral de cada profesional.
¿Dónde queda la ética?
Excepto con el fotoperiodismo que tan sólo busca documentar un hecho, lo que cualquier fotógrafo busca es el estímulo del espectador a través de la imagen. Incluso se han dado casos de fotógrafos de naturaleza que han atado animales a pequeños hilos para conseguir poses fantásticas a costa de maltratar al animal. ¿Consigue impresionar al espectador? Por supuesto, pero el precio a pagar es una ética de trabajo deplorable.
El retoque como un elemento más
El retoque fotográfico en todas sus variantes es tan sólo un elemento más de la producción fotográfica tan importante e imprescindible como un buen peluquero, y no podemos prescindir de Photoshop en ningún caso. El hecho de fotografiar un retrato ya implica una manipulación de los elementos por lo que quejarse del retoque es ver tan sólo la punta del iceberg. Aunque nuestro objetivo sea estimular al espectador con un fantástico retrato, un retoque demasiado agresivo será contraproducente para nuestros intereses.
En el caso del escándalo de Steve McCurry, podemos justificar que la adición o sustracción de ciertos elementos hace que la fotografía gane enteros en potencia visual a costa de poner en entredicho su ética profesional por parte del público y otros profesionales en un referente de su calibre.
La clave se encuentra en que todos los elementos concuerden y se apoyen entre sí para sustentar la fotografía como lo harían los ladrillos de un puente. Queremos que el espectador quede estimulado cuando vea nuestro trabajo y para eso ningún elemento tiene que destacar por encima del resto más de lo necesario.
En Xataka Foto | "El retoque es mucho menos invasivo que antes" Omar Josef, retocador digital de moda
Fotografía de portada | Salman Javed
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