Aunque bien podría parecer una de las inocentadas anglosajonas por la cercanía del primero de abril, más bien estamos ante una de noticias más bizarre que generará Nikon a lo largo del año; difícilmente superable. Según cuentan los chicos de Amateur Photographer, una asociación de vegetarianos ha arrancado una campaña para boicotear a Nikon por vender, entre otras cosas, miras telescópicas destinadas a la cacería. Absurdo.
La petición, a la que seguramente (conociendo cómo funciona el fenómeno fan dentro del mundo fotográfico) se habrán sumado aficionados de otras marcas con el único fin de hacer la gracia, cuenta ya con casi 2.500 firmas.
Al parecer se han sumado a la causa fotógrafos serios y especializados en naturaleza como Stefano Unterthiner, el cual dice estar decepcionado con Nikon porque entiende como un doble mensaje el promover la fotografía de naturaleza y la cacería a través de sus diversos equipos. Realmente absurdo en tanto y en cuanto la cacería está regulada.
Como la estupidez es un mal que se extiende de manera rápida y efectiva no me extrañaría que esto siente precedente y determinados grupos religiosos extremistas se animen a promover boicots a otras firmas como Canon u Olympus porque fabrican prismáticos y telescopios, esas herramientas diabólicas que ayudaron a determinar que la Tierra no era el centro del universo, tal y como decían sus santas escrituras.
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