Volte-face es un proyecto surgido tras una visita a las famosas pirámides de Giza en 2012. Oliver Curtis, un británico que ha trabajado tanto en fotografía fija como en la dirección de fotografía para películas, se dio la vuelta y se puso a mirar hacia el lugar por donde había llegado. Lo que vio le fascinó tanto que desde entonces decidió a hacer lo mismo con algunos de los monumentos históricos y turísticos más famosos del mundo.
Así, durante cuatro años, se dedicó a visitar estos concurridos lugares y fotografiarlos mirando hacia el otro lado, retratando un punto de vista normalmente olvidado. Esas fotos son la base de Oliver Curtis: Volte-face, un proyecto que desde el 19 de septiembre y hasta el 14 de octubre se expondrá en la Royal Geographical Society de Londres.
Mirando hacia el lado "equivocado"
Recordando su primera visita a Giza, Curtis comenta que después de caminar alrededor de la base de la pirámide se puso a mirar hacia la dirección por la que había llegado, con la pirámide a su espalda. Mirando hacia el horizonte, tras un velo de niebla, atisbó la ciudad de Giza (perteneciente a El Cairo) ante él. A sus pies, la arena del desierto estaba adornado con un surtido de detritos humanos: basura, trozos de metal oxidado, una arandela de caucho y un saco de arpillera desgarrado.
Luego, un poco más allá, se fijó en un campo de golf de nueva construcción, con calles un verde intenso bajo el sol de la mañana. Esta mezcla visual con curiosos contrastes de color, textura y formas fue lo que reflejó en una fotografía hecha desde una posición muy singular: de pie, junto a una de las grandes maravillas del mundo pero mirando hacia el lado "equivocado".
Y es que las fotos de lo que se ve mirando a la espalda de los monumentos más conocidos reflejan cosas de lo más trivial y son algo así como la antítesis de la famosa construcción. Cosas que se pasan por alto pero que tienen su propia historia. De hecho, según Curtis, es fácil olvidar que estos sitios también son un lugar de trabajo de guardias de seguridad, conserjes o limpiadores que ven el lugar, tan extraordinario para quienes lo visitan, como algo de lo más común.
Para Curtis, aunque el monumento no aparezca por ninguna parte en la imagen sí que está presente en la fotografía de algún modo y opina que la lente de la cámara actúa como un punto nodal dándole un carácter muy especial. Para comprobarlo, nada mejor que ver sus fotos. Y si tenéis la suerte de estar en Londres este otoño no os olvidéis de contárnoslo (la entrada es gratuita).
Más información | Oliver Curtis
Foto de portada: Cuadro de La Mona Lisa en el Museo de El Louvre, París (Francia).
Fotos de Oliver Curtis publicadas con su permiso para este artículo
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