En este caso podemos afirmar rotundamente que la realidad supera la ficción. Si Instagram desarrolló en su momento un sinfín de filtros imitando ciertos tipos de película, ahora un par de estudiantes de Stanford llamados Olivia Vagelos y Martin Bush han desarrollado unos filtros de cristal que imitan a los de Instagram.
Y pese a lo extraño de la noticia, la idea no es tan mala. Son filtros universales, que pueden apilarse unos con otros y por tanto dejan cierta cota de creatividad en manos del fotógrafo. Incluso pueden ser utilizados en la grabación de vídeo.
El proyecto va a ser puesto de Kickstarter con el fin de cubrir los costes de fabricación. Una vez se consiga, el precio de cada cristal no llegará a los 30 euros en las tiendas.
Via | petapixel
Ver 1 comentarios