La noticia saltó ayer y se publicó en diversos medios. Y seguramente muchos no nos dimos cuenta por la velocidad con la que muchas veces leemos las noticias. El actual presidente de los EEUU no dudó en publicar en sus redes sociales una fotografía de sí mismo manipulada condecorando a un perro. No es solo un problema ético sino que muestra también menosprecio por el valor de la fotografía. Una vez más parece que todo vale.
La manipulación de la fotografía por parte de los líderes políticos es una costumbre que viene prácticamente desde la presentación de Daguerre en 1839. Muchos han querido parecer lo que no son gracias a las artimañas que se pueden hacer con la fotografía. Parecer más altos como Lincoln, más importantes como Franco, eliminar a los que ya no les bailan el agua como Stalin, etc...
Encima, para hacer más ridículas estas manipulaciones, los asesores que rodean a los políticos buscan las soluciones más rápidas para contentarles. Es un ejemplo perfecto de la ley del mínimo esfuerzo y del desprecio absoluto hacia los profesionales. Si encuentro alguien que haga lo que quiero gratis, siempre será mejor que pagar a alguien que lo sepa hacer correctamente.
La fotografía del perro condecorado
Esto es lo que ha pasado. El presidente de los EEUU ha retuiteado una fotografía en la que aparece él mismo condecorando a un perro que estuvo involucrado en la redada que mató al líder del Estado Islámico Abu Bakr al-Baghdadi. Parece que todo fue un homenaje del 'Daily Wire', una página afín al presidente.
El montaje es pésimo. Seguramente lo hicieron en cinco minutos -o menos- con alguna aplicación móvil o con conocimientos básicos de algún programa. Hasta aquí todo normal. El problema surge cuando alguien como el presidente de un país comparte la imagen en sus redes sociales y no se percata de la imagen real utilizada.
La fotografía de partida, como ha confirmado el New York Times es la de un veterano de la guerra de Vietnam, un médico que salvó la vida de varios soldados heridos y que fue reconocido en 2017 por el mismo presidente. Me imagino que no le habrá hecho mucha ilusión descubrir que su fotografía se ha manipulado. Probablemente la tenga en su casa en la pared de honor.
La manipulación de la fotografía
Es una pena que la fotografía se utilice para engañar. Para hacer creer a los demás que algo ha pasado realmente. Desde el punto de vista político y periodístico no debería estar permitido. Y creo que debería avisarse. Solo los más observadores pueden ver fácilmente que eso no ha pasado. Pero mucha gente seguramente se lo habrá creído.
La fotografía periodística debería servir para informar, no para confundir. Llevamos años hablando del tema y siempre se termina cayendo en los mismos errores. Al final la fotografía no tendrá ninguna credibilidad y todos pensarán que lo que vemos es fruto de la inteligencia artificial.
Seguro que unos pensaréis que no hay motivo para alarmarse, otros creeréis que esto es un artículo político. Pero creo que estamos ante un interesante debate para conocer el alcance que pueden tener las fotografías y sobre la necesidad de avisar o no sobre su manipulación digital, sobre todo si se tiene la voluntad de informar.
¿Qué piensas? ¿Es mejor esta fotografía o debería haberse puesto una simple imagen del perro en cuestión? ¿Sería igual si en vez de poner a un animal se hubiera superpuesto a otra persona?
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