Ayer tenía lugar en el Jardín Botánico de Madrid, la cita anual por excelencia en el mundo del arte por estas fechas casi veraniegas, la inauguración de PHotoEspaña. Caras habituales, alguna que otra alegría por ver a colegas que han sido seleccionados en Descubrimientos y sobre todo mucha emoción en el aplauso a los que, en la historia de la fotografía española, vienen a ser una de las generaciones más importantes de documentalistas, la formada por Cristobal Hara, Cristina García Rodero, Anna Turbau, Fernando Herráez, Koldo Chamorro y Ramón Zabalza.
Comisariada por Cristina Zelich y organizada por Foto Colectania y PHotoEspaña, "Tan lejos, tan cerca. Documentalismo fotográfico en los años 70", es un repaso a una parte de nuestra historia bajo la mirada de un grupo de fotógrafos con entidad propia, que supieron renovar el género documental, inspirados aunque diferenciándose de sus predecesores, gracias a una visión que sentaría las bases de las generaciones posteriores.
Si algo tienen en común, además de tratar realidades marcadas por el territorio y los paisajes rurales, es esa visión que se aleja de los tópicos, de los estereotipos impuestos en la etapa franquista fundamentada en el costumbrismo, acercándose a situaciones y personajes reales aunque en ciertos momentos recurriendo a un cierto surrealismo propiciado por los encuadres así como otros recursos propiamente fotográficos haciendo de que este tipo de imágenes cuenten por sí mismas sin necesidad de palabras.
Cristina García Rodero junto a su obra (c) Gema S. Nájera
Lo interesante de todos estos fotógrafos, aparte de poner de manifiesto la situación de los entornos rurales, muchos de ellos en vía de desaparición, en contraposición a la prosperación de las ciudades (recordemos la incesante emigración a las capitales en los años 70 que marcó a la población española y de la cual somos su reflejo), es sin lugar a dudas el carácter íntimo y personal de sus trabajos marcado únicamente por sus propias inquietudes sin estar atendiendo a encargos ajenos.
Ramón Zabalza (c) Gema S. Nájera
Todo ello es lo que confiere a estos fotógrafos un halo de libertad creativa que se plasma en proyectos a largo plazo, recordemos los años de producción de la obra sobre España de Cristina García Rodero, creando imágenes únicas enmarcadas en series únicas, que se ven reflejadas en una exposición necesaria para conocer no sólo nuestros orígenes sino la fotografía documentalista actual. Como comenté al principio fue todo un lujo tener a estos fotógrafos frente a sus obras y pasear por ellas, viéndoles la cara de felicidad al recordar anécdotas gracias a este reconocimiento en forma de muestra.
Una de las exposiciones colectivas más atractivas y más necesarias de este festival, ubicada en una de las sedes más visitadas, que como en la anterior ocasión se complementa con la librería, donde no sólo se ponen a disposición los cátalogos de las muestras que conforman PHotoEspaña, sino que también pueden encontrarse otras joyitas indispensables para nuestra biblioteca. Hasta el 27 de julio en el Real Jardín Botánico de Madrid.
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