Como si hubieran encontrado un extraño artilugio venido de algún planeta invasor (ver imagen). Como si hubiera que entrenarse para ello. A partir de ahora, en el entrenamiento básico de cualquier guardia de seguridad se enseñará cómo realizar placajes a “esos peligrosos individuos llamados fotógrafos”. Ironías aparte, eso es lo que informa una de las publicaciones más serias del Reino Unido en cuanto a fotografía, The British Journal of Photography (BJP). Porque no estamos hablando de alguien que se haya colado en algún sitio de forma ilegal ni que haya quebrantado alguna ley. Estamos hablando de profesionales en la realización de su trabajo.
Según el BJP, un gerente de G4S, la empresa de seguridad, ha dicho que los guardias de seguridad que trabajan para proteger las instalaciones olímpicas de Londres están entrenados para disuadir a la gente de tomar fotografías. Dicho así es parece que prohibirán (por motivos de seguridad) la realización de fotografías o el “posible lanzamiento de cámaras”, cuestión que más adelante os comento. Pero, qué ocurre con los fotoperiodistas, qué ocurre con estos profesionales.
Así lo relatan desde The British Journal of Photography: “En conversación, vía correo electrónico con BJP, el fotógrafo David Hoffman cuenta cómo dos guardias de seguridad de G4S le impidió a él y a Jess Hurd y al cámara Jason N. Parkinson el realizar fotografías de las instalaciones olímpicas desde la vía pública. Precisamente, el incidente se produjo días después de que la Unión Nacional de Periodistas celebró una reunión con el comisionado adjunto Chris Allison y el comandante Bob Broadhurst de Scotland Yard para discutir los derechos de los fotógrafos en los alrededores de las sedes de los Juegos Olímpicos.”
Y añaden que: “El comisionado adjunto Chris Allison nos aseguró que la seguridad estaría actuando dentro del sitio y que no tendríamos problemas en el terreno público exterior [...]”. Luego la empresa de seguridad al parecer se disculpó por “el excesivo entusiasmo” de sus empleados.
El caso es que ya nos suena el asunto y ocurre por todas partes. Hace unos meses ya conocimos un caso similar aunque algo más grave en las “carnes” del fotógrafo del diario El Mundo, J. Miguel Calvo ‘Mitxi’. Volviendo a Londres y sus normas al respecto en los Juegos Olímpicos también ya hemos hablado algo. En concreto, nuestro compañero Javier Prieto ya nos avanzaba lo siguiente:
En algunos casos se esgrime que este tipo de cámaras pueden también ser un problema de seguridad, si es que a alguien se le ocurre utilizar su cámara full-frame con un carísimo y luminoso teleobjetivo como arma arrojadiza. Cabe pensar en este caso si no es más fácil tirar un zapato, o alguna otra cosa que tengamos a mano.En mi modesta opinión, el verdadero motivo es puramente económico: la gestión de derechos de las fotografías. Esto no es necesariamente malo (puede ser una manera de proteger el trabajo de los profesionales que están a pie de campo, o de garantizar la financiación de futuros espectáculos), pero no me parece ético disfrazarlo tras estrambóticas declaraciones.
Así parece, que además de para los espectadores, en los próximos Juegos Olímpicos de Londres 2012 la cosa va a estar complicada también para los fotógrafos profesionales por lo que ya vamos viendo. Y es que cansa que algunos vean como amenaza el trabajo de profesionales que están en su derecho de trabajar. Vaya desde estas líneas nuestro apoyo para los fotógrafos británicos. Podéis ver las imágenes en la web de Jess Hurd.
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Fotografía de portada | David Blackwell en Flickr
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