Todo el mundo empieza a conocer estos pequeños aparatos que, hasta hace bien poco, sólo estaban al alcance de autoridades militares o empresas de rangos parecidos.
El problema reside que, desde el momento en el que su comercialización pasó a "terreno público" y la tecnología audiovisual lo ha permitido, su uso se ha disparado enormemente dentro del sector. Recordemos que, muchísimas cámaras de video y foto, a día de hoy, disponen de tecnología Wireless, y la posibilidad de ser controlados por medio de cualquier smartphone y/u ordenador, hace que la visualización del camino recorrido en las alturas sea más sencillo.
MAD//13 - Madrid Aerial Demo-Reel from cromatica45 on Vimeo.
¿Cuál es el principal problema al que queremos referirnos al nombrarlo? Por supuesto, al vacío legal al que se han encontrado todas la autoridades de muchísimos países; las cuales han visto como el cielo puede convertirse en una zona "poblada" por cualquier persona de a pie. Este aspecto, es una de las cosas que cualquier gobierno y/u organización privada ha intentado siempre limitar; aunque siempre bajo los medios existentes hasta el momento (no todo el mundo puede volar, así que es obvio que esto suele ir regulado con aviones, helicópteros, ala delta, etc... y demás medios conocidos hasta la fecha).
En España, ya ha habido varios casos de confrontación entre autoridades y personas que disponen de uno. La policía y otros cuerpos de seguridad no saben realmente qué decir al respecto cuando ven uno de ellos, y una de las excusas que ponen ante el uso de estos aparatos es la falta de seguridad que conllevan por la posible caída. Hay que recordar que, la ley no dice nada sobre ellos (no específicamente, aunque si de forma genérica), y por tanto quienes pueden pilotarlos. Vídeos como el realizado en la ciudad de Madrid por uno de estos drones por Cromatica45 ha sido uno de los muchos ejemplos que puso la voz de alerta de una vez por todas.
En Estados Unidos ha habido otros ejemplos que han causado un pequeño revuelo dentro de las autoridades, como por ejemplo el último del que se ha hecho eco el Parque Nacional de Yasomite. La organización del mismo ha prohibido el uso de los drones por el impacto mediambiental que han producido y pueden producir. Y es que, en los últimos meses se ha visto un aumento en el uso de estos aparatos entre los visitantes.
Otras dos situaciones en el que se vieron involucrados fueron, la explosión producida en el barrio de Harlem, Nueva York, hace un mes y medio. Momento en el que, un fotógrafo retrato la escena desde las alturas. Esto produjo que la policía obligara a que el fotógrafo bajará el dron del aire. Al igual que a la multa de $10.0000 a la que se puede enfrentar otra persona por filmar la zona devastada por un tornado en el estado de Arkansas hace unos días.
En definitiva, estamos ante el surgimiento de una nueva forma de llevar el sector audiovisual a otro nivel. El problema reside en las leyes y en si habrá algún que otro interés gubernamental. El caso es que, la rapidez a la que estos aparatos han conseguido surcar el cielo sin que las autoridades hayan podido informar del todo de su regulación, al igual que modificar en cierta medida la ley, ha sido tan rápida que veremos a ver hasta que punto tener un dron ha podido pasar de ser una gran inversión a ser sólo juguete.
Vosotros qué pensáis. ¿Es en realidad un peligro? Desde luego el uso de estos aparatos es un gran beneficio para los fotógrafos y videografos, pero a costa de qué.
NOTA: Aclarar que, en ningún momento se ha querido dejar patente que no haya una regulación genérica, sino que no existía una específica que los nombrara y por lo tanto en la que algunos usuarios se ampararon al principio.
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