De vez en cuando nos gusta olvidarnos de la pureza técnica o la nitidez extrema, y buscar cómo sacarle partido a nuestras habilidades manuales para darle una nueva utilidad a elementos que tengamos olvidadas en el armario.
La idea que os presentamos hoy es recuperar una compacta digital que se haya quedado obsoleta, y algún objetivo fijo manual que haya corrido la misma suerte, y ser capaz de que funcionen conjuramente. Dicho y hecho, en la web Unplggd, nos dan un pequeño paso a paso de cómo usando ambos elementos podemos conseguir una suerte de Lomo digital, con un estilo retro que recuerda las Pen de Olympus.
En este caso, utilizaron un marco de aluminio pulido a mano para contener una compacta Vivitar de 5 megapíxeles, “pegada” a un Olympus Zuiko 50mm f1.8 de montura OM. Mejorando al original, cuentan que sustituyeron las pilas por una pequeña batería, y que entre sus planes está permitir la carga por USB, y sustituir la tarjeta por una Eye-Fi para simplificar la descarga.
El resultado son fotos borrosas, desenfocadas y con una profundidad de campo ínfima, seguramente porque el objetivo está desplazado con respecto al plano focal original. De hecho, diría que el “efecto Lomo” del que hablan no es buscado, sino que es consecuencia de no haber hecho un estudio óptico detallado del montaje, haciendo imposible el enfoque y multiplicando las aberraciones.
La cuestión es si realmente merece la pena tanto esfuerzo, sabiendo que difícilmente vamos a igualar los resultados de cualquier cámara de gama baja. Al fin y al cabo, ese no es el objetivo.
Precisamente, muchos os preguntaréis la utilidad de todo esto: Como siempre que aparecen las palabras lomografía o bricolage, es complicado buscar una concreta y objetiva, pero personalmente creo que es una buena manera de descubrir sin miedo y con tus propias manos cómo funciona una cámara digital, qué elementos la componen, y obtener por muy poco dinero un resultado divertido y por el que muchos otros pagan. Por lo menos, esta vez nadie puede decir que lo que le frena esta vez es el precio.
Vía | Petapixel
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