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Las nuevas reglas del World Press Photo ponen al descubierto a más de un 20% de tramposos

Las nuevas reglas del World Press Photo ponen al descubierto a más de un 20% de tramposos

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Las nuevas reglas del World Press Photo ponen al descubierto a más de un 20% de tramposos

El endurecimiento de reglas del World Press Photo han puesto al descubierto a más de un 20% de fotoperiodistas que manipularon las imágenes, al menos, que se sepa, en las dos rondas finales (¡y eso que se permitieron grandes mejoras en la edición!).

Dada la gran cantidad de fotografías presentadas es imposible para los miembros del jurado ir comparando cada JPEG con el correspondiente RAW en las rondas preliminares pero en las dos rondas finales, este año se endurecía más si cabe el asunto, tanto que no hay tercer premio en la categoría de historias de deportes (sport stories). También, el nuevo director general de World Press Photo parece que ha influido para bien en este sentido. Cero que hace falta (para algunos) explicar de nuevo "Razones por las que no se deben manipular fotografías pero sí editar en periodismo". Muchos siguen sin entender la diferencias.



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El debate no es manipulación sí o no, es fotoperiodismo ético sí, siempre

Para mí el problema o debate no es manipulación sí o no. La manipulación fotográfica existe desde el comienzo de la propia fotografía. Sin embargo hay unos límites éticos en el periodismo que quedan traspasados cuando se incluyen o se borran elementos de la escena. Moda, beauty, comercial, producto o fotografía creativa hacen uso de la manipulación digital de la imagen en términos que incumplirían todas las reglas periodísticas de ética o los principios de este concurso.

El fotoperiodista ha de regirse por principios de ética que entre otras cosas debe evitar manipular la imagen en los términos que os contábamos hace tiempo aquí en Xataka Foto, con el profesor de "Fotorreportaje y Fotografía de Prensa" de la Universidad Politécnica de Cataluña y fotógrafo, Alfons Rodríguez. La obligación de informar, de informar de la verdad prevalece sobre el contenido en sí.

Las reglas empiezan a funcionar: han descubierto a los tramposos

El cambio empezó con la edición anterior pero ha sido en esta ocasión cuando se ha hecho más palpable y se le ha dado difusión desde la propia organización. Esta vez la polémica, es para bien, en mi opinión. Pone al descubierto a los que incumplieron las normas, a los que deberían quedar fuera del juego. Pero no del juego del concurso de World Press Photo.

Sin embargo, un 20% de exclusiones desde la penúltima ronda (por este motivo solamente) es un porcentaje creo que muy alto. Un porcentaje que denota o pone de manifiesto una increíble falta de profesionalidad por parte de ciertos sectores dentro del fotoperiodismo. Por parte de algunos, reitero.

Y no hace falta más que ver muchas veces las portadas de ciertos medios gráficos en nuestro país (y otros), donde se hacen retoques, montajes o lo que haga falta según la tendencia política del medio. Y ahí lo dejo, sin querer entrar más. STOP. No manipuléis.

Los tramposos quedan advertidos: Editar no es lo mismo que retocar

Conscientes de sus errores en el pasado, al respecto del concurso fotográfico, desde World Press Photo endurecieron ya las bases de este año. Aún así parece que ese 20% de fotógrafos no se enteraron

La organización además les saca tarjeta amarilla. Me explico, todos y cada uno de los fotógrafos expulsados del concurso por este motivo reciben una carta de la organización donde les indican el motivo exacto de la expulsión, es decir, detallamente: "Has clonado aquí y allá, has añadido esto y lo otro", para entendernos.

La categoría de deportes fue la más afectada

En deportes, no ha trascendido el porcentaje, pero por ese motivo ¡¡¡ No hay tercer premio !!!. No quiero ni imaginar entonces cuál fue el porcentaje en esa categoría donde podemos "suponer" o teorizar con porcentajes muy escandalosos. También podemos pensar que imágenes descartadas por otros motivos no pasaron a las rondas finales por culpa de las imágenes tramposas.

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2015, Sports, 2nd prize stories, Sergei Ilnitsky

Conclusión: Decepción pero también algo de esperanza

Yo mismo hago fotomontajes o creo escenas haciendo uso de la fotomanipulación digital de imágenes. Pero no soy fotoperiodista. Con mi trabajo fotográfico personal no pretendo informar. Al contrario que aquí, como editor en Xataka Foto. Hay que respetar las reglas del juego y saber dónde nos encontramos en cada momento. En palabras de Pedro Armestre, fotoperiodista, según leía en su muro de Facebook hoy: "... a cuántos editores y en consecuencia a lectores estarán engañando ese 20% de supuestos fotoperiodistas"

En definitiva, no se deben alterar elementos de la fotografía porque eso nos puede llevar a dudar de la veracidad de lo que estamos viendo como parte de un mensaje informativo, donde, nosotros, amigos fotoperiodistas, deseamos conocer la verdad de los hechos, o, al menos lo más cercano a la verdad. Todos nos equivocamos, es cierto, pero si la manipulación de fotografías en el ámbito fotoperiodístico se convierte en algo habitual, perderá todo su valor informativo. Ese mal hábito solamente conduciría a la propia autodestrucción de la fotografía periodística. Se perdería el valor de informar,

Sin embargo, el porcentaje de fotografías aceptadas sigue siendo un 80% a pesar de este gran escándalo. Deseo y espero que la próxima edición de World Press Photo Contest marque una nueva tendencia a la baja de ese otro procentaje de fotografía manipuladas y haya un punto de inflexión a partir de hoy.

En Xataka Foto | Razones por las que no se deben manipular fotografías pero sí editar en periodismo

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