Desde hace tiempo la gente ha aprendido a leer inconscientemente los mensajes de las fotografías publicitarias. No es necesario necesitar algo para desearlo y de eso han tomado buena nota tanto los publicistas como los directores de campaña de los partidos políticos. Ya no es necesario que el candidato de un partido sea mejor analista, gestor o estratega que su rival político, ahora es necesario que las imágenes de campaña transmitan una idea, un sueño, un cambio o una continuidad.
Joaquín López del Ramo en su trabajo "Fotoperiodismo en campaña electoral. Análisis de la fotografía informativa sobre las elecciones generales de 2004 en los diarios de tirada nacional" llego a la conclusión de que:
Los diarios hacen un uso escaso o comedido de los recursos retóricos de la fotografía deformadores de la realidad, presentando una visión bastante realista de los personajes. La visibilidad y espectacularidad de las imágenes resulta discreta, tanto por su tamaño como por su ubicación en páginas de importancia generalmente secundaria.
Baño de masas
Es tiempo de salir a la calle y coquetear con los ciudadanos para conseguir votos, y aunque a veces hay verdaderos momentazos dignos de una comedia surrealista, en campaña todo se cuida. Que aparezca mayoritariamente solo con gente de la calle tendrá una lectura distinta a si lo hace rodeado de compañeros de partido y distinta a si aparece casi siempre con militantes.
Tradicionalmente el Partido Popular contaba con una mayoría de fotos en las que el líder se rodeaba de jubilados y personas mayores, en estas elecciones la estrategia hace que se le vea rodeado de un público más joven, con la intención de arañar algún voto a este sector de la población, aunque no pierde las tradicionales costumbres.
Las de este domingo son ya unas elecciones diferentes, la estrategia de partido han cambiado en todos los tradicionales, así, por ejemplo, era habitual ver a líderes como Almunia o Zapatero con miembros de la patronal, Aznar y Zapatero presumían de familia e IU coqueteaba con el mundo del espectáculo.
Pero esta vez todos parecen querer salir con el pueblo, alimentar sus egos y desmontar nuestras esteriotipadas y, a menudo, acertadas ideas de que son políticos profesionales más preocupados de perpetuarse en el poder que de servir al ciudadano.
Y, ¿por qué han cambiado las estrategias si hasta ahora les salía a pedir de boca?, pues por el salto a escena de dos nuevos partidos que han hecho que se cambien las reglas del juego, ellos son radicalmente distintos...
Debemos enterrar la falacia de que el procedimiento fotográfico es natural, automático, espontáneo, carente de filtros culturales o ideológicos. Tal vez lo que suceda sea todo lo contrario y que detrás de esa supuesta transparencia se esconda el complejo dispositivo que inculque un determinado état d'esprit ante una imagen reconocida como fotográfica. (Joan Fontcuberta, (1997). El beso de Judas. Fotografía y verdad, Barcelona: Gustavo Gili. 2011).
Fotos de los carteles campaña
En abril de 2015 el diario El Mundo publicó este artículo con un video de la candidata por el Partido Popular, Cristina Cifuentes, donde vemos como se prepara y desarrolla la sesión de fotos de su campaña electoral.
Joseph Napotilitan impartió una conferencia para asesores políticos donde dio cien consejos que ayudaría a su entusiasta público a desarrollar una campaña ganadora. Uno de esos decía:
Aseguraos de tener buenas fotografías del candidato. Este debería ser uno de los temas más sencillos en una campaña política. Casi siempre resulta ser uno de los más difíciles. Nunca se tiene un número suficiente de buenas fotografías. Para ello se necesita el mejor retratista posible; al final, sale a cuenta. Más gente verá la foto del candidato que a él en persona.
Hay varios puntos a tener en cuenta en una foto de cartel de campaña electoral:
Las fotografías de los carteles electorales varían si son para unas generales, que para unas locales o autonómicas. En las primeras hay que tener actitud presidencial y mostrar confianza, para las demás lo importante es la cercanía. Por la proximidad de los comicios del domingo nos centraremos en las generales.
No posar de frente: Por regla general se evita que el candidato mire a cámara, si lo hace debe tener la cabeza un tanto girada. Como hemos dicho antes estas son unas elecciones diferentes, donde los candidatos están dispuestos a probar de todo.
Pedro Sánchez trata de diferenciarse de los demás "mirando a los ojos", tratando de ganarse nuestra confianza. Pero falta espontaneidad y eso puede dar lugar a pensar que todo en este cartel está perfectamente medido y preparado, desde la semi sonrisa a lo Mona Lisa hasta el estilo de la camisa, como un anuncio del Zara.
El poder y la sugestión
La manada busca un cerebro que lidere todo el pensamiento de la aborregada masa. Algo así deben pensar los estrategas de las campañas que se empeñan en hacernos levantar la vista para mirar al candidato. Unas veces de forma muy sutil como el cartel del candidato del PSOE y otras de una manera muy exagerada, como la del candidato de Ciudadanos que recuerda a las de algún líder norcoreano.
Quizá en la que menos se nota este efecto es en la del líder de Unidad Popular Alberto Garzón que, si bien acertó en este tiro de cámara no lo hizo a permitir que pasaran su cara por el lifting de Photoshop. Da sensación de inseguridad, parece que está más preocupado por la forma que por el fondo.
La sonrisa
Da igual lo que las encuestas digan de ti, en la foto hay que sonreir. La sonrisa produce empatía, ilusión y esperanza. Una sonrisa o una cara amable, un gesto que haga que de tranquilidad.
Pero si lo más parecido a una sonrisa seductora es una mueca como la de Troll Face, entonces lo mejor es que te quedes serio y que lo aproveches para hacer un eslogan. El líder del PP es el único de los candidatos que aparece con corbata, trabajando en su despacho. Este redactor al cierre de la editorial (siempre quise decir eso) aún no tiene muy claro de donde vienen los rayos de sol de atrás que iluminan el lado contrario de la cara del Presidente. Foto con una pose muy tradicional que encaja con la ideología del partido.
El encuadre
Los cánones marcan que las fotos de campaña no debe mostrar el cuerpo del candidato y que debe acabar justo debajo del nudo de la corbata. Salvo el cartel de el partido anteriormente conocido como Izquierda Unida, el resto no han respetado mucho esta ecuación.
El cartel de la formación morada muestra una foto que nos invita a la espontaneidad, con un líder sonriente que denota ilusión, sin Photoshop, un fondo desenfocado y una camisa neutra para que no nos distraigamos del mensaje. Pero, para mi gusto, se han pasado de sencillez, obviamente es una foto buscada, tiene intención, un partido que promete ser distinto no puede ser igual que el resto en su campaña electoral, así que eligen una foto con toque casual como "el que no quiere la cosa" y arreglado.
La iluminación
Como si de un iluminado se tratara la fotografía de campaña debe tener una fuerte iluminación que caiga desde el cielo, reforzando así el poder que le otorgaba ya el hecho de que la foto se hiciera desde un plano más bajo que la cabeza del candidato.
De nuevo Unidad Popular se desmarca de esta tendencia, el resto mantienen un esquema de iluminación clásico.
Si en la foto de Podemos todo pretendía ser espontáneo, en la de Ciudadanos todo quiere estar controlado. Desde el retocado cuello de la camisa que no debe salirse de la solapa de la chaqueta, hasta los ojos vidriosos de quien dice estar ilusionado. Es una foto clásica, como el partido, mostrando el perfil contrario al lado al que mira el modelo, con el cuerpo ligeramente ladeado. Todo estudiado, todo preparado, sin sitio para la improvisación, sin la ilusión del que espera una sorpresa, esta foto está atada y bien atada.
Bibliografía consultada | Joaquín López del Ramo
Las fotos de candidatos en la calle Flickr | PP PSOE Podemos
Las fotos de los candidatos en la calle Facebook | Ciudadanos Unidad Popular
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