Bill Cunningham lleva 50 años pateando las calles de Nueva York. Su objetivo, una larga serie de imágenes cuyo estilo ha sido copiado hasta la extenuación por muchos medios. No siempre (o más bien casi nunca) consiguiendo los mismos resultados. Pero lo que es cierto es que Cunningham ha creado una nueva escuela.
Fotografía de moda, muy simple, rozando el estilo documental. Poca técnica, pocos medios, pero que deben ir acompañados de buena fotografía, que da sentido al conjunto y que ayuda a enlazar la categoría del retrato con el reflejo del estilo de vida de una ciudad.
De estos y muchos otros temas trata este documental "Take My Picture". Un vídeo que recorre este nuevo estilo, que ha encumbrado a gente desconocida que apostó por la revolución blogger y los nuevos fotógrafos que no siempre ha contado con el apoyo de los "peces gordos" de la industria de la moda. El documental mantiene vivo el debate: ¿es positiva la democratización de la fotografía? ¿Qué opináis?
Foto de portada | Flickr de Mehmet Aktugan
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2 comentarios
SAC
Todo lo que sea sumar es positivo, lo que pasa es que la mayoria de creadores y "visitantes" de estos blogs se centran en la moda, se busca la fotografia correcta (que no es poco), ni que destaque ni que "afee" lo importante que es el aujeto y la ropa. Al menos es lo que yo veo en dichos blogs
jucargarma
La popularización es positiva siempre que sea como manera de iniciarse, me explico.
Que haya mucha gente que se ha aficionado a salir a correr es bueno, porque se abre a más gente, se difunde sus beneficios y se fomenta que se creen cosas relacionadas con ello.
Con la fotografía creo que pasa lo mismo.
Es positivo que la gente use cámaras, que se pueda salir a la calle con una al cuello y la gente no piense que lleves una bomba, pero no por ello se debe permitir cualquiera cosa.
Hacer una foto de moda no es ponerse delante del espejo y darle al botoncito, por lo que es útil y fomenta la creatividad y la diversidad que la gente se familiarice con fotografía de moda (sea de estudio o algo más espontánea), pero no por ello se debe asumir o permitir que cualquier cosa sea tomada como válida y de calidad.