Hace 30 años que Juantxu Rodriguez fue abatido por un disparo de los marines norteamericanos que habían desembarcado en Panamá para derrocar al general Noriega en Ciudad de Panamá. Una vida dedicada al fotoperiodismo truncada por la guerra. Murió con solo 32 años por culpa de la guerra. Hoy la justicia ha decidido que EEUU deberá indemnizar a su familia.
Vivir una guerra es una experiencia horrible. Es uno de los mayores horrores perpetrados por los dirigentes de la humanidad. Por este motivo llama la atención que haya gente capaz de acudir a documentarla para contar al mundo lo que está pasando. Los fotógrafos de guerra se meten de lleno en un mundo que en principio les es ajeno pero que nos demuestran con su trabajo que todos podríamos sufrir lo mismo.
Por este simple motivo es esencial que existan los periodistas y los fotógrafos que arriesgan su vida para contar la realidad. En 'Fotógrafo de guerra' James Natchwey cuenta que muchas veces ha notado que las propias víctimas se dejan fotografiar para que alguien les cuente al mundo la cruda realidad.
Y Juantxu Rodríguez, un vasco de Extremadura armado con una cámara, empezó a fotografiar el mundo gris de aquel Bilbao de fábricas que ya nadie recuerda. Desde allí avanzó a Madrid para poder firmar sus propias fotografías y perderse por noches que podrían ser cantadas por el mismo Joaquín Sabina y celebradas por Tom Waits.
El otro día recomendamos una serie de libros para regalar en estas fiestas. Hoy podríamos recomendar otro que es el Photobolsillo de dedicado a Juantxu, con uno de los textos más emocionantes que podemos leer sobre un fotógrafo de su amigo Carlos de Andrés... Si tienes un mínimo de empatía no puedes evitar llorar de pena por los que se han ido.
30 años después
Después de tantos años, como cuentan en los periódicos:
La Comisión Interamericana de los Derechos Humanos, en un informe vinculante, establece que EEUU tendrá que "adoptar las medidas de compensación económica y satisfacción" con las víctimas de la invasión del estado centroamericano, entre ellas el fotoperiodista.
Los homenajes llegaron demasiado tarde. Incluso tiene un monumento en el Retiro que nunca he visto. Al parecer es gris y anodino. Nada que ver con un profesional que viajó con Maruja Torres con la intención de documentar la historia de los jesuitas en tierras americanas cuando se encontraron con la invasión americana.
En otro artículo que emociona, Maruja Torres cuenta todo lo que recuerda de aquel viaje en el que salió de España con un fotógrafo y volvió destrozada con un féretro en el avión, consciente de la realidad de la política estadounidense y de la muerte.
Juantxu Rodríguez tiene el dudoso honor de ser el primer fotoperiodista español muerto en un conflicto internacional. Debería haber servido para algo. Pero la gente sigue muriendo y muchos fotógrafos han muerto por empuñar una cámara. Desde aquí solo nos queda recordar sus fotografías, la huella que dejó en la historia.