Esta semana se ha inaugurado la exposición 'Humberto Rivas' en la sala Fundación Mapfre Bárbara de Braganza. Es una retrospectiva del fotógrafo hispanoargentino que recibió el Premio Nacional de Fotografía en 1997. En ella nos encontraremos un trabajo dedicado al retrato y al paisaje donde la luz es solo una ilusión.
Humberto Rivas tiene un estilo personal. Saca luz de las sombras. En sus exquisitos positivos se ven más matices del negro que del blanco. Me imagino que será una pesadilla publicar sus fotografías plagadas de sombras (las reproducciones de prensa son excesivamente claras). Por eso es una suerte poder contemplar sus trabajos en la Fundación Mapfre. Y como es norma de la casa, copias vintage para entender exactamente cómo veía el autor su propio trabajo. Tiene un valor incalculable para entender la forma de mirar de Humberto Rivas.
No es un fotógrafo espectacular. No trabaja con grandes formatos aunque disparaba con cámaras de placas. Pero si somos capaces de adentrarnos en su particular mundo nos daremos cuenta de que estamos ante un fotógrafo único y personal. No marcó una época dentro de la fotografía española pero no podemos dejar de mirar sus disparos certeros en la penumbra.
Humberto Rivas. De la pintura a la fotografía
De nuevo nos encontramos con un autor que fue pintor antes que fotógrafo. Allá, en Argentina empezó con la pintura. Incluso ganó premios y uno de sus dibujos está en el MOMA de Nueva York. Pero pasará a la historia por la fotografía. Como afición formaba parte de un grupo fotográfico que seguía las ideas de Otto Steinert sobre la subjetividad de la imagen.
La fotografía no representa la realidad, sino la forma de ver la realidad de cada uno. Al fin y al cabo, la forma de pensar el mundo. Y Humberto Rivas no abandonó jamás esta forma de trabajar. Es increíble como, a lo largo de la retrospectiva no vemos un cambio en la forma de mirar. Empezó con unos principios que mantuvo hasta el final.
En 1972 realizó un viaje con su mujer que daría lugar a su serie 'Norte'. Y ahí es donde aparecen la esencia de sus retratos, sus paisajes rotos y esa luz que nunca abandonó. Y en 1976 todo cambió para seguir igual. Llegó a Barcelona con su familia y contactó con los fotógrafos que bebieron de la fuente del grupo Afal y estaban dispuestos a decir cosas distintas, lejos de la fotografía documental con la que los maestros habían abierto el camino en España.
La fotografía de Humberto Rivas en España
Todos giraban alrededor de la galería Spectrum y su fundador, Albert Guspi. Allí estaban Toni Catany, Manel Esclusa, Joan Fontcuberta, Pere Forminguera.... Y en Barcelona, inspirado por el aire renovador de aquellos años, llevó su forma de mirar al nivel que podemos contemplar en la exposición.
Empezó con el blanco y negro por la calidad tonal que podía conseguir en el laboratorio. En los años 80 empezó a experimentar con el color gracias al proceso Cibachrome, que permitía pasar a papel las diapositivas en una superficie metálica única y durarera. El uso del color fue quizás el mayor cambio en su estilo. Pero un color muy parecido al blanco y negro, donde ningún tono destaca y donde todavía domina la luz perdida del amanecer o las últimas horas de la tarde.
La melancolía, el reflejo del paso del tiempo y la luz son sus señas de identidad. Y sus retratos no son distintos. Solo cambia la luz que los ilumina. Y no son rostros perfectos. Son verdaderos, con las marcas del paso del tiempo y de la experiencia. En la mayoría de los casos con un fondo neutro como podemos ver en Avedon si tuviera la mirada de Diane Arbus.
La exposición en la Fundación Mapfre
Humberto Rivas murió en 2009. Desde entonces no hemos visto una retrospectiva de su trabajo como la que podemos disfrutar en Madrid hasta el 5 de enero de 2019. En las dos plantas de la sala (todavía recuerdo la antigua sede de la zona de Azca) tendremos la ocasión de descubrir una mirada única, donde descubrir las influencias de los grandes maestros norteamericanos del retrato y esa luz que solo podíamos ver en las pinturas de Magritte. Esas luces tenues envueltas por la noche oscura que tanto intrigan.
Son 180 fotografías que van de los primeros trabajos hasta 2005. También podemos contemplar numeroso material de archivo. Todo viene del Archivo Humberto Rivas y de los museos y colecciones que albergan su obra: MNAC, IVAM o MNCARS. Es una ocasión única para ver todo su trabajo organizado de forma cronológica. Es uno de los mejores ejemplos de la fuerza que tiene creer en una forma de trabajar y profundizar en ella hasta el final de tus días.
‘Humberto Rivas’
Del 21 de septiembre al 5 de enero de 2019al Sala Fundación MAPFRE Recoletos Madrid
Paseo de Recoletos, 23 28004 Madrid
Entrada general: 3€ Entrada reducida: 2€ Entrada gratuita todos los lunes no festivos de 14 a 20 horas.
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