Hoy se cumplen diez años, se dice pronto, de uno de los mayores azotes que ha sufrido España por un ataque terrorista. Un día que queda para el recuerdo en la tristeza y la impotencia por aquellos que lo sufrieron en primera persona. Aún el vello se nos eriza al pensar en esa mañana y el día siguiente, jamás olvidaré la tristeza de un Madrid que lloraba en los vagones de metro, que gritaba en las calles con rabia.
Pablo Torres nos lo recuerda con uno de los medios que hacen que todo lo que vivimos quede para la posteridad, la fotografía. Lo lleva a cabo desde EFTI con una exposición que comienza hoy y estará abierta hasta el 3 de abril.
Es una muestra que se divide en cuatro apartados, desde las fotografías tomadas en la zona afectada por la explosión en el vagón de la calle Téllez, pasando por imágenes de Atocha con las muestras de solidaridad que se dieron cita hasta una serie de héroes y supervivientes, y el punto y final con la inmolación de los terroristas en un piso de Leganés.
Con un lenguaje púramente documental, las fotografías se nos antojan directas, reales, un poco distantes pero a la vez profundamente emotivas por el recuerdo que tenemos de todo aquello, por las historias que se nos quedaron grabadas, por la intensidad del momento.
Este fotógrafo ya ganó en 2005 el Premio Ortega y Gasset por su cobertura del 11-M, por la sinceridad de unas fotografías donde no sólo se veía el sufrimiento sino los gestos de ayuda tanto de los supervivientes como todos aquellos profesionales que se volcaron para dar aliento a los afectados. Porque si hay algo que quedará para la memoria colectiva, son esas muestras de solidaridad que se llevaron a cabo.
Sin duda una exposición necesaria para no olvidar aquel trágico suceso, oportuna cuando se cumplen diez años desde aquello y súmamente interesante más allá de la emotividad por su valor fotográfico periodístico. La inauguración será este viernes 14 de marzo por la tarde en la Galería de EFTI y atentos porque se complementa con el documental "Historia de una foto" a cargo de Pedro Costa y José Ramón da Cruz, aparte de las cinco fotografías inéditas para la muestra.
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10 comentarios
andrew.mckenzie.9883
1. Unos desarmando símbolos que recuerdan al franquismo (una tragedia igualmente si quieren verlo así), mientras otros hacen exposiciones para recordar otra tragedia (citando el propio artículo: una exposición necesaria para no olvidar aquel trágico suceso).
2. "y el punto y final con la inmolación de los terroristas". Que les digan a las familias y afectados que eso fue un punto y final, igual salen a calentitos...
3. ¿Cuan cruel es dedicarse a fotografiar mientras hay gente herida que necesita ayuda?
En fin...
elsenorgordo
¿Qué fue de los conspiradores? Pelillos a la mar. Un error lo tiene cualquiera. El PP lanzó una campaña para hacer creer que los socialistas en colaboración con ETA, habían asesinado a casi doscientas personas y luego achacar sus muertes con el único objetivo de ganar las elecciones generales de aquel año. Una conspiración en la que estaban implicados terroristas vascos, policías, jueces, periodistas, y en la última etapa, asociaciones de víctimas del atentado. Todas ellas en perfecto contubernio, con un único y maléfico propósito.
luismedo
No entro a discutir temas políticos pero está claro que el PSOE aprovechó electoralmente el atentado.
Imaginaros por un momento la que se podía haber liado si llegamos a tener tweeter.
Cada cual tiene su papel, es cierto. Pero hay que tener estómago para estar tomando fotos a 20 metros de los heridos y no hacer nada. Yo apuesto a que muchos miembros de la prensa cumplieron con su cometido y comenzaron a ayudar en la medida de lo posible.
juandy90
Recuerdo exactamente donde estaba ese día. En un punto lejano del mundo. Pero aún así sentí mucho lo que sucedía en España. Y tuve presente a las víctimas en mis oraciones.