Ahora mismo os escribo desde un pueblo en el que poco a poco, muy poco a poco, se está recuperando la normalidad. Pero no podemos salir... El hielo impide mover los coches y está provocando muchas caidas... Pero hemos podido salir a hacer fotografías. Con movil y con una cámara sin espejo. Y después de tres días con la cámara al hombro y en el bolsillo, he llegado a unas cuántas conclusiones.
Como siempre he dicho yo no me acostumbro a trabajar con el teléfono móvil, nunca lo he negado. Llevo un tiempo esforzándome porque solo es una cámara más. No es tan compleja como una cámara de banco. Respecto a la calidad técnica es evidente que poco a poco están alcanzando el nivel que a todos nos gustaría tener en un dispositivo tan pequeño.
Todavía recuerdo cuando tenía que buscar mucho para encontrar una compacta que disparara en RAW. Había pocas opciones en el mercado. Al final me decanté por la Panasonic LX2. Una maravilla hasta que subías la sensibilidad. Entonces no había nadie que dijera que en el futuro todo sería mejor. Simplemente lo esperábamos todos y tenemos esas maravillas como la Sony RX100 o la Canon Powershot G5x Mark II, por poner solo dos ejemplos perfectos.
El mundo de los móviles se mueve de forma muy ágil y se empiezan a encontrar teléfonos con cámaras excelentes a precios lógicos. Así que durante estos días he decidido salir con el smartphone y la cámara sin espejo que estoy probando para ver cómo responden y lo que podemos esperar hoy por hoy.
Cámaras vs móviles en medio de un temporal
En este artículo no voy a decir qué es mejor, si una cámara sin espejo o un móvil. Simplemente voy a analizar cuál se ha comportado mejor y decidir si tiene sentido defender a capa y espada un sistema u otro. O reconocer que ambos modelos hacen fotos y que cada uno puede hacer lo que quiera. Y que solo depende de las necesidades de cada uno.
La cámara de la prueba es un modelo que estamos probando de alta gama. Está sellada y puede operar a -10º, tal como se puede leer en las especificaciones. Respecto al móvil he trabajado con dos modelos, un Xiaomi Mi A2, y un Honor V30 Pro.
No tiene sentido comparar la calidad técnica de ambos contrincantes. Pero sí que he visto cómo responden ante las inclemencias del tiempo y cómo funcionan a la hora de fotografiar un fenómeno como Filomena.
La idea era fotografiar un paisaje castellano como pocas veces se ha visto... Los más viejos del lugar recuerdan tormentas semejantes en el pasado. Pero en los últimos 40 años no ha habido nada igual. Por ese motivo nos equipamos bien con ropa adecuada (lo mejor es vestirse como una cebolla) y con unas buenas botas impermeables. Los guantes especiales para fotografiar y un buen gorro.
Vamos a ver los pros y los contras a la hora de trabajar con una cámara u otra. Seguro que a muchos de vosotros se os ocurren muchas más cosas. Yo contaré lo que he vivido con la fotografía a lo largo de estos días.
Comodidad de transporte
Lo primero es que para llevar la cámara tenemos que llevar una buena mochila para evitar que se moje durante la tempestad. Aunque esté sellada no es en absoluto recomendable llevarla siempre colgada. Lo mejor es meterla y sacarla de la mochila. En mi caso aproveché una bolsa de basura para evitar males mayores mientras avanzaba.
El móvil sin embargo lo podía meter en el bolsillo interior de la chaqueta para que no se mojara en exceso y, sobre todo, no perdiera energía la batería. En este sentido es perfecto. Ocupa muy poco espacio y es fácil de transportar.
Además como no hay que cambiar objetivos ni nada parecido no hay problema alguno con las motas de polvo en el sensor. Por supuesto no cambié ningún objetivo en la sin espejo. Me aguanté con lo que tenía.
Manejabilidad
Cuando se hacen fotos en medio de una tempestad no es muy lógico ponerse a hacer fotos. Lo primero es la seguridad. Pero todos hemos querido tener un recuerdo de los días que hemos pasado y todos hemos hecho fotos por doquier, sobre todo los madrileños...
Con el frío es mucho más cómodo trabajar con una cámara que no dependa de la pantalla para poder hacer fotos. Es más cómodo trabajar con diales y ruedas sin fin para cambiar la exposición. Y poder mover libremente el zoom o el enfoque en el objetivo.
Con el móvil dependes enteramente de los guantes que tengas para poder hacer las cosas bien. Se puede trabajar con guantes de esquí pero la diferencia la he notado con guantes especiales para fotógrafos, con rugosidades en las puntas de los dedos, como los que comercializa The Heat Company, un gran consejo de Antonio Liébana, famoso fotógrafo de naturaleza.
Rapidez de uso
Uno de los grandes problemas que he notado (a lo mejor es por no haber configurado correctamente el teléfono) es que a la hora de preparar la cámara del móvil pierdes mucho tiempo. Sé de sobra que puedes hacer que con el botón de encendido se conecte la cámara... Pero tampoco quería cambiar el uso normal que hago de este dispositivo.
Sin embargo la cámara solo hay que encenderla y listo. Ya puedes empezar a hacer fotos si sabes utilizarla correctamente, claro esta. Yo siempre disparo en Prioridad al diafragma y en algunos casos he aprovechado el bracketing de exposición y el de enfoque. Sí, he sido tan loco que incluso me he llevado el trípode.
En este caso depende mucho de lo familiarizado que estés con tu cámara. Yo me he sentido más cómodo con la sin espejo pero porque soy perro viejo con ellas ya... Seguramente mucha gente no me entienda y vea con toda claridad que el móvil es instantáneo y además puedes enviar la imagen al momento.
Calidad de imagen
Como he dicho, no voy a comparar la calidad técnica. No tiene sentido. No voy a señalar las fotos que están hechas con el móvil o con la sin espejo. Algunas de estas fotografías me gustaría poder ampliarlas en un futuro porque es un recuerdo imborrable.
Y si están bien expuestas podré hacerlo con cualquiera de las que veis. Me ha sorprendido, y mucho, que no he tenido problema alguno a la hora de enfocar con ningún teléfono en ninguna situación. Siempre han respondido rápidamente. Y la exposición siempre ha sido perfecta.
A modo de conclusión
Sinceramente creo que todo depende de cada uno. No es el momento de decir cuál es mejor o peor. Ni de decir yo ya lo decía o seguir insistiendo en que las cámaras de toda la vida son mejores. No tiene sentido ni lo uno ni lo otro. Todo depende del fotógrafo.
Me da la sensación de que se está iniciando otra pelea comercial tipo Canon vs Nikon que tanto éxito tuvo en el pasado. Y sinceramente espero que no triunfe y se formen mandos con gurús en una parte u otra del supuesto combate. ¿Qué más da? Creo que todos queremos hacer buenas fotos. Y las haremos si sabemos manejar la cámara que tengamos entre las manos.
¿Qué más da? Creo que todos queremos hacer buenas fotos. Y las haremos si sabemos manejar la cámara que tengamos entre las manos.
Conozco a fotógrafos muy buenos y me da igual la cámara que tengan. Por curiosidad, por frikismo, me llama la atención saber qué usan... Pero no cambia nada mi impresión si me dicen uno u otro modelo. Yo sé muy bien lo que necesito y después de estos días puede que utilice más la cámara del móvil, pero solo por comodidad.
Ahora mismo no tengo una compacta y siempre he ido con una. A lo mejor no me hace falta comprarme una y aprovechar el teléfono para algo más que llamar y mandar chascarrillos por las redes sociales. Y si alguna vez os gusta alguna foto, espero que os dé igual saber si está hecha con un móvil, una Panasonic o una Phase One... Es más interesante saber qué es lo que llevó al fotógrafo hacerla, de verdad.
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