El Instituto Británico de Fotografía Profesional (BIPP) puede prohibir, a partir de ahora, a los jueces el participar en su concurso anual después de que cuatro de los siete jurados acaparasen un total de 12 premios. Anton Artemenkov, Kevin Wilson, Stuart Wood y Richard Mayfield resultaron ganadores en varias categorías. Resultando Richard Mayfield ganador, además, en la categoría de mejor fotógrafo del año en Reino Unido. Pero ¿por qué no antes?. Estamos hablando de un concurso profesional, no de un concurso cualquiera.
Las normas actuales tan solo especifican que un juez/jurado no está autorizado a supervisar una categoría en la que participa. El BIPP dijo que estaba considerando la posibilidad de un cambio de reglas a raíz de las denuncias que le han llovido desde todos los ámbitos de la comunidad fotográfica británica. Y es que si ya, a veces, uno se mosquea, al ver resultados de concursos, qué ocurriría si esto lo viésemos aquí. Y es que ser juez y concursante al tiempo no es que ofrezca una imagen muy limpia y menos aún si se gana. Como si se cambiasen las bases ampliando plazos para mejorar la votación popular o que alguien pudiera llegar a tiempo, resultando ganador.
Aun así, Hilary Harper, en representación del BIPP dice que "Tener jueces que participen como concursantes no ha sido un problema en el pasado. El problema ha estado en cómo se han planteado las preguntas, vamos a ver la revisión de los procesos para el próximo año." En respuesta a las preguntas de The British Journal of Photography. Mi pregunta, claro, es esta: "De verdad, ¿tienen la culpa las preguntas?". Pobres preguntas (¿cuáles serán para no hacerlas nunca más?).
Situación evitable
El fotógrafo Stuart Freeman, que ganó la medalla de bronce en la categoría de publicidad, dijo a la BBC que estaba "muy decepcionado" cuando se enteró de que los jueces se les había permitido entrar a concurso. Según Freeman "No es suficiente decir que están considerando un cambio de reglas. Lo que está mal es que no han reconocido que hay un problema". Por otro lado, añade: "No estoy diciendo que los premios fueran manipulados, pero no deben quedar en una posición donde haya dudas sobre ello." Y es que los premios anuales del Instituto Británico de Fotografía Profesional son de los más prestigiosos del Reino Unido.
El BIPP dijo a la BBC, que aunque los jueces no fueran excluidos de participar en el concurso, "se siguen procedimientos estrictos para asegurar que el proceso de selección es abierto, justo e imparcial. Las imágenes se califican por separado por cinco jueces dando puntuaciones individuales y haciendo el promedio, mientras que las imágenes elegibles para el fotógrafo del año son juzgados de nuevo por separado por jueces independientes" (¿jueces independientes? ¿no se le presupone la independencia a un juez?). El BIPP añade que todas las imágenes fueron colocadas de manera anónima antes de cada categoría sin que la identidad del fotógrafo fuera revelada. Sin embargo, el fotógrafo John Godwin comentó en The British Journal of Photography que la idea de que las imágenes eran anónimas era "de risa": "El estilo individual de un fotógrafo puede ser también una fotografía de los propios fotógrafos. Es imposible de ocultar, y la defensa de que los jueces no son conscientes de que se está votando a favor es ridículo".
El resultado: Un concurso que pierde credibilidad y queda seriamente dañado, quién sabe si por intereses de algunas personas o no. Al final la herida puede ser mortal para este prestigioso concurso británico. A partir de ahora perderá eso: Prestigio.
Vía | BBC | The British Journal of Photography
Fotografía | Alexander Henning Drachmann
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