Hace cuatro meses se presentó la Fujifilm X-T3, una de las cámaras que más titulares ha acaparado en los últimos tiempos. La última apuesta de Fuji, dentro de las cámaras sin espejo con sensor APS-C, está dirigida a todos los fotógrafos profesionales y semiprofesionales que quieren trabajar con la mejor tecnología disponible. ¿Será la FujiFilm X-T3 la máquina soñada?
La nueva cámara viene con la novedad de la nueva versión del famoso sensor X-Trans, la cuarta generación que promete grandes ventajas con el nuevo X-Processor 4 que aspira a mejorar el enfoque automático continuo, la velocidad de disparo de ráfaga y múltiples mejoras en el vídeo.
En Xataka Foto ya tuvimos el privilegio de probarla en un circuito y comprobar todas sus virtudes. La primera impresión fue muy buena. El sistema de enfoque es bastante mejor que su antecesora, mucho más rápido. Y la calidad de imagen sigue una línea ascendente respecto a las generaciones anteriores. Una de las cosas que más está llamando la atención es el precio, más bajo que el de su antecesora, la Fuji X-T2, cuando salió al mercado.
La idea es ofrecer la mejor cámara posible con un sensor APS-C, lejos de la fiebre actual por los FF que tan de moda están en estos momentos.
No es una evolución brutal. Sigue siendo una Fuji de la serie X con todas las virtudes que conlleva. La idea es ofrecer la mejor cámara posible con un sensor APS-C, lejos de la fiebre actual por los FF que tan de moda están en estos momentos. Vamos a ver si ofrece todo lo que un fotógrafo necesita.
No podemos olvidar que estamos ante una cámara con intenciones profesionales. Por lo tanto tenemos que exigirle lo máximo. Si las pretensiones del fabricante fueran distintas, el análisis, las pruebas y las conclusiones que vamos a ver a continuación serían otras. No me cabe la menor duda de que es una de las mejores cámaras que podemos encontrar para un fotógrafo aficionado o semiprofesional, pero vamos a ser más estrictos en esta ocasión.
Fujifilm X-T3, principales características
Esta cámara estrena el nuevo sensor X-Trans de cuarta generación, junto con el X-Processor 4 para mejorar, respecto al modelo anterior, los tres puntos que ya hemos señalado:
- El enfoque automático de seguimiento.
- El disparo en ráfaga.
- Las funcionalidades del vídeo.
Es muy significativo, frente a la nueva ola de incremento de millones de píxeles, quedarse en unos prácticos 26,1 MP.
Este modelo está en una posición similar al otro modelo profesional de Fuji, la X-H1. Las diferencias puede que no estén claras pero puede que este la X-T3 esté más orientada a la fotografía y la X-H1 sea una cámara perfecta para el mundo del vídeo... aunque con la que tenemos entre manos el vídeo 4K permite grabar a 10 bits... pero no tiene el sistema de estabilización interna... Un quebradero de cabeza para muchos...
Montura | FUJIFILM X |
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Sensor | X-Trans CMOS 4 APS-C (23,5 × 15,6 mm) con filtro de color primario y 26,1 MP |
Procesador | X Processor 4 |
Sensibilidad ISO | ISO 160 – 12.800 (80 – 51.200 extendida) |
Visor | Electrónico OLED de 0,5”, 3,69K puntos, ampliación de 0,75x y cobertura del 100% aprox |
Pantalla | TFT LCD de 3 pulgadas (1.040K puntos) con cobertura del 100% |
Enfoque automático | Sistema inteligente de AF (TTL contraste AF / TTL detección de fase AF) |
Velocidad de obturación | Obturador mecánico: Modo P: 4 seg. a 1/8000 seg. Modo A: 30 seg. a 1/8000 seg. Modo S/M: 15 min. a 1/8000 seg. Modo bulb: hasta 60 min. Obturador electrónico: Modo P: 4 seg. a 1/32000 seg., modo A: 30 seg. a 1/32000 seg. Modo S/M: 15 min. a 1/32000 seg. Modo bulb: 1 seg. Fijo |
Velocidad de disparo | Aprox. 30 fps, [sólo obturador electrónico, 1,25 x CROP] (JPEG: 60 fotogramas, RAW con compresión sin pérdida: 35 fotogramas, RAW sin comprimir: 33 fotogramas) |
Dimensiones (An x Al x F) | 132,5 x 92,8 x 58,8 mm |
Conexiones | Interfaz digital USB Tipo C Conector micro HDMI (Tipo D) ø 3,5 mm, miniconector estéreo. (micrófono) / ø 3,5 mm, miniconector estéreo (auricular). ø 2,5 mm Conector de disparador remoto. Zapata, terminal sincronizada. |
Batería | Li-ion NP-W126S con autonomía aproximada de 390 fotogramas (MODO NORMAL) |
Peso | 539 gramos (con batería y tarjeta de memoria) |
Vídeo | MOV (MPEG-4 AVC / H.264, HEVC/H.265, Audio: sonido PCM / estéreo lineal con un muestreo de 24 bits / 48 KHz) |
Precio | 1500 € (solo cuerpo) |
Diseño y ergonomía
La serie T no ha cambiado mucho desde aquella Fuji X-T1. Esta marca es responsable de la actual estética vintage de todas las cámaras de bien. Parece que se ha terminado el diseño lleno de curvas que inauguró Colani con su Canon T90. Vuelven las líneas cuadradas de la Nikon F. Con todo lo bueno y todo lo malo, si es que lo tiene.
Sorprendentemente, el diseño espartano es perfecto. Funciona tan bien que no hay cambios sustanciales. Respecto a la X-T1 solo han añadido el cómodo joystick para seleccionar el punto de enfoque. Y es unos centímetros más alta y gruesa. Es decir, se sujeta mucho mejor. Y es algo que agradecemos los fotógrafos profesionales. Eso sí, a no ser que le montemos el grip VG-XT3, el dedo pulgar se quedará fuera del cuerpo si tenemos las manos grandes. Algo muy común en los últimos modelos que tienen menos volumen que las primitivas réflex.
Todo está al alcance de nuestros dedos. Pero agradecería una botonera más grande... a veces he tenido que usar la uña para activar o desactivar funciones. Algo normal en este tipo de máquinas creadas en el mercado japonés. Por cierto, ya no encuentro por ningún lado el Made in Japan que tan orgullosamente lucía en la X-T1. Menos mal que mantienen las ruedas para elegir la velocidad de obturación o el ISO que nos evitan las continuas visitas a la pantalla LCD con el consiguiente ahorro de batería.
Por supuesto, como se pide en una cámara actual, tenemos dos ranuras para sendas tarjetas SD. Nada de experimentos extraños o combinaciones poco económicas y prácticas para los fotógrafos. Eso sí, si queremos buenos resultados y que la X-T3 no se atore, deben ser UHS clase 3 o superior. Es algo que he comprobado durante las semanas de uso. El funcionamiento cambia radicalmente. Si la compramos deberíamos olvidarnos de nuestras viejas tarjetas y sumar el coste de las nuevas.
La pantalla es exactamente igual en sus movimientos y resolución a la de los modelos anteriores. Para algunos es una limitación, sobre todo si la vas a usar para hacer vídeos. Pero los fotógrafos no necesitamos más y tengo la sensación de que este tipo de monitores, con estos movimientos, son menos propensos a estropearse.
El visor electrónico, en el centro del cuerpo, sigue la senda actual. Ya no nos acordamos de los ópticos. La calidad de imagen es excepcional. Vemos el 100% de lo que nos enseña el objetivo. Sin embargo, en algunos casos, después de tiempo trabajando con ella, o después de una de sus potentes ráfagas, el visor de la X-T3 que he tenido entre las manos perdía fluidez. De repente, toda la imagen se ralentizaba, como si faltaran fotogramas. Se solucionaba pronto, pero no deja de ser una sensación molesta.
Y a pesar de parecer exacta a su predecesora, la nueva X-T3 presenta varias diferencias respecto a la X-T2 que sustituye:
- El nuevo sensor tiene dos millones más de píxeles, hasta alcanzar los 26 MP.
- Sensor retroiluminado que permite un mejor rango dinámico y menos ruido.
- Por fin el modo Boost está integrado en la cámara y no depende de la empuñadura. Lo mismo ocurre con la famosa conexión de auriculares.
- Ráfaga mucho mayor. Este nuevo modelo es capaz de llegar hasta los 20 fps con el obturador electrónico frente a los 14 fps que lograba la X-T2.
- Es más pesada, casi 30 gr más, y con un 20% más de grosor.
- Una mayor cobertura de autoenfoque por detección de fase.
- El visor pasa de los 2,69 MP a los 3,69 MP de la nueva generación.
- La X-T3 tiene pantalla táctil.
- La batería dura bastante más. y si tenemos la empuñadura, con la que podemos tener hasta tres baterías a la vez, la cantidad de disparos que podemos hacer supera los mil con una única carga, incluso si usamos de vez en cuando el modo Boost.
El nuevo sensor X-Trans de cuarta generación
Una de las señas de identidad de Fuji desde que apareció en la X-Pro1 en 2012 es precisamente el sensor X-Trans. Es distinto a todo lo que conocemos hasta ahora. Y por salirse de la norma tiene una serie de problemáticas que todavía no se han resuelto. No es un problema de calidad, sino de interpretación de los datos por parte de los programas más populares del mercado.
Es increíble la cantidad de literatura en inglés que podemos encontrar sobre este tema. Y lo poco que hay en español. Como ya dijimos en Xataka Foto, es algo que se soluciona eligiendo un programa que interprete correctamente la información. Hoy por hoy es imposible conseguir sacar todo el potencial de este sensor con los programas de Adobe y el de Phase One. La interpretación es errónea es un porcentaje alto de las fotografías. La falta de detalle fino es mucho más alta que con otros modelos con sensores X-Trans más antiguos. Al menos en el modelo que hemos tenido entre las manos.
No es algo que por supuesto ocurra en todos los disparos con la X-T3, pero en la experiencia que he tenido a lo largo de las semanas de uso, en diferentes situaciones, he tenido que acudir a otros programas para poder ver en todo su esplendor la buena respuesta de este nuevo sensor con el nuevo procesador. Los que mejor han respondido siempre son los originales de Fuji, desde el SilkyPix hasta el relativamente nuevo X RAW Studio. Queda claro que no es culpa de Fuji sino de los reveladores.
Respecto a este último, que ofrece un resultado similar a los espectaculares jpeg directos de la cámara, tiene la pega de ser sumamente lento para trabajar con lotes y con la carencia de ofrecer una salida en formato TIFF de 16 bits. Y encima solo funciona si conectas tu cámara, con la suficiente carga, al ordenador. No deja de ser un sentido que esperamos se solucione en un futuro... y quién esté pensando en Capture One que se olvide. La popular unión entre ambas empresas está enfocada por ahora al formato medio...
Si conseguimos olvidar todos estos problemas y podemos trabajar sin presión, los archivos RAW de la Fuji XT3 son excelentes
Si conseguimos olvidar todos estos problemas y podemos trabajar sin presión, los archivos RAW de la Fuji XT3 son excelentes. Algunos incluso hablan del color Fuji cuando los ven en la pantalla. El rango dinámico, el ruido digital... están a la altura de las mejores cámaras de la actualidad.
Pero no podemos olvidar que estamos con una cámara con un sensor APS-C. El ruido, como podemos ver en la imagen, empieza a ser evidente a 3200 ISO y es ingobernable, según mi parecer, a 6400 ISO. Es verdad que la prueba está hecha con un revelado en Adobe Lightroom, así que puede que superemos la cifra con otro revelador.
En lo que respecta al color y al rango dinámico, podemos ver que se mantiene prácticamente imperturbable hasta en la sensibilidad más alta. Y como viene siendo la tónica general en los sensores de origen Sony, estamos ante un sensor de ISO invariable, con todas la ventajas que supone.
El enfoque automático de la cámara profesional de Fuji
El autoenfoque es uno de los estandartes a los que se agarran los fabricantes para señalar que su cámara es la mejor del mercado. Y de entrada, el enfoque automático de la Fuji XT3 es muy bueno. Pero no podemos olvidar que las máquinas de hoy son ordenadores que tenemos que configurar para conseguir los mejores resultados.
La competencia es dura, muy dura. La Sony A7 III es el enemigo a batir en la actualidad, si nos olvidamos de las gamas altas de Nikon (ay, la D850) y Canon. El enfoque de la X-T3 hay que domarlo. Si no te adentras en los menús los resultados no serán satisfactorios, salvo que nos limitemos a hacer fotos tranquilas, lo que no es un prioridad para los destinatarios de esta cámara. No debemos olvidar que se presentó en un circuito automovilístico.
El AF-S es rápido y eficaz, mucho más que el de sus antecesoras. Pero cuando todo cambia es cuando activas la función Boost, que en el modelo anterior solo podías acceder a él desde la empuñadura. Si notas que hay problemas en la rapidez de trabajo del sistema con activar esta función todo cambia. Eso sí, con una mayor demanda de batería. Hay que acordarse de desactivar la función para no quedarse pronto sin carga.
Además es muy cómoda la posibilidad de elegir entre los diferentes puntos de enfoque (cuenta con 2,16 M de píxeles de detección de fase, más de cuatro veces que los modelos actuales, aumentando así el área de AF de detección de fase al fotograma completo). Solo hay que hacer clic en el joystick a mano derecha de la pantalla y elegir con la rueda sin fin de la derecha los puntos que queremos activar para lograr más o menos precisión.
El tema cambia si nos vamos al AF-C, el famoso autoenfoque continuo. Durante las pruebas he intentado capturar distintas atracciones que se movían a gran velocidad. Con la configuración inicial fue imposible, hasta que hice pruebas con las distintas posibilidades que encontramos dentro del menú dedicado al ajuste del autoenfoque, hasta encontrar el punto. Y por supuesto con el modo Boost activo.
Es mucho mejor que sus antecesoras, incluida la X-H1. Pero no supera a sus rivales más directos.
Es mucho mejor que la X-T2 y por supuesto que la X-T1, una de mis cámaras personales. Pero no he llegado a tener las mismas sensaciones que con otras cámaras de la última hornada. No dudo que será una impresión personal, sobre todo si leemos los artículos dedicados a la cámara en la red. Es mucho mejor que sus antecesoras, incluida la X-H1. Pero no supera a sus rivales más directos.
El mundo del vídeo
Parece mentira, pero las características del vídeo son un reclamo importante a la hora de comprar una cámara fotográfica. Si hacer una buena fotografía es complicado, realizar un buen vídeo es misión imposible. Y no solo por el espacio que ocupa tanta información, sino por los ordenadores que hay que comprar para moverla.
La Fuji X-T3 es una de las mejores cámaras del momento para hacer una película. Sus prestaciones son espectaculares y dejan un escalón por debajo a la ya mencionada X-H1... Grabación interna en 4K, 10 bits, ALL Intra, 4:2:0, 400Mbps (hasta 30p); 4K/60p (en modo H264), hasta 200Mbps; grabación externa en 4:2:2 de 10 bits a través de HDMI... son su carta de presentación.
En lo único que no supera a la gama H es que no tiene un sistema de estabilización interno. Y esto es el talón de Aquiles en comparación con el resto de modelos del mercado. No tiene sentido, como le ocurre a la Canon EOS R. En fotografía se nota y mucho su ausencia pero en vídeo el sistema de estabilización es poco menos que fundamental en el mercado actual.
El complemento perfecto son los objetivos cinematográficos que se presentaron junto con la X-H1. Y este modelo parece ser el principal obstáculo de la X-T3. Seguramente no ha ido más lejos para no pisar el terreno a la gama más alta de Fuji. Es solo una opinión pero creo que el problema está dentro de la casa.
Fuji X-T3, la opinión de Xataka Foto
¿Es la mejor cámara de Fuji hasta la fecha? Sí, sin lugar a dudas. Pero es una máquina que necesita ser domada para sacarle todo el potencial, que es mucho. Vuelvo a insistir que las cámaras actuales son ordenadores que necesitamos dominar a la perfección para hacer algo tan sencillo como una buena fotografía. Ya no vale disparar y listo.
No vale revelar con cualquier programa en muchos casos. Es necesario ir con el lastre de un programa propio. No pasa nada si es nuestro único equipo pero si queremos fluidez y rapidez tendremos problemas si queremos trabajar con el formato RAW. Con el problema añadido de no poder conseguir un TIFF si apostamos por el X RAW Studio, que consigue unos resultados espectaculares, a la altura de sus prestaciones.
La falta de estabilización es un lastre. Cuando te acostumbras a cámaras con una estabilización de cinco ejes no quieres volver atrás. Y lo dice uno que le daba una importancia relativa no hace mucho a esta tecnología. Pero poder disparar con velocidades lentas y asegurar el disparo es algo a lo que me cuesta renunciar en los tiempos que corren.
En algunos casos he tenido problemas al mirar por el visor. Espectacular con sus más de tres millones de píxeles, en algunos casos la imagen se ralentiza. Pocas veces, eso sí. Pero es algo que no he visto en otras cámaras. Cuando le exiges lo máximo el rendimiento cae. Y estoy convencido que con una buena actualización de firmware todos los problemas se verán resueltos.
La imagen final es espectacular, sobre todo con objetivos profesionales, como el XF 16-55 mm R LM WR con el que nos han cedido la cámara. Es una gozada en todos los sentidos. Por eso duele ver, a la hora de revelar, como los detalles finos que el conjunto es capaz de captar no aparecen hasta que los trabajas con los programas adecuados que requiere el particular sensor de Fuji.
Es una cámara para trabajar con tranquilidad. Sin las prisas de un encargo inmediato. Si somos capaces de hacerlo así, como aficionados que no debemos entregar fotografías a nadie, la Fuji X-T3 es la mejor cámara APS-C que ha pasado por mis manos. Y no tengo duda alguna. Es redonda, sigue la misma filosofía constructiva que sus antecesoras. Todo está donde tiene que estar. Si encima podemos contar con la empuñadura VG- XT3 todo irá sobre ruedas, pero tendremos que olvidar eso de que las sin espejo son más ligeras que las réflex.
En definitiva es una cámara sumamente atractiva por su precio y características pero que tiene el problema de tener que contar con un software específico para sacarle todo el rendimiento. La apuesta por el X-Trans es muy buena pero muy arriesgada, debido a la incapacidad de los programas de revelado de sacar todo el potencial. Cuando se resuelva este problema, la Fuji X-T3 será una de las mejores cámaras del mercado.
8.4
A favor
- Precio
- Buena construcción
- Apuesta por un sensor de gran calidad
- Calidad de vídeo
En contra
- Sistema dependiente del programa de revelado
- Problemas de calidad de imagen en algunos archivos con los reveladores habituales
La cámara ha sido cedida para el análisis por parte de Fujifilm. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas.