Una vez más el espacio de La Tabacalera en Madrid, tras la última que presentaba la obra de Manuel Vilariño, nos trae obra fotográfica gracias al trabajo de 20 fotógrafos españoles situados entre los 30 años de edad, que juegan con otros lenguajes como puede ser el dibujo o el cine en su sentido narrativo y, que además, nos dan una visión completa de los caminos que está tomando la fotografía gracias a la heterogénea que los hace distinguirse unos de otros.
La Tabacalera es un espacio, que como ya comentamos a propósito de la exposición de José Manuel Ballester, posee diferentes estancias que permiten mucho juego si el trabajo del comisariado es bueno. En este sentido, más que acertada la disposición de las obras, dándole a cada autor esa pared que mejor podría encajar con su obra.
¿Qué fotógrafos podemos encontrar en la exposición de Tabacalera?
Gracias a ello, podemos percibir en mayor medida lo que se siente en una rave gracias a la habitación pensada para exponer las obras de Rubén Acosta. De este modo el espacio en ruinas reconvertido por una noche en capital de la música clandestina, se presenta después en el complejo de Tabacalera dentro de un marco cultural y artístico.
Dentro de lo que comentábamos al principio sobre la heterogénea en cuanto a los lenguajes para expresar, la obra de Ángel de la Rubia como la también muy interesante Vanesa Pastor, coquetean con el dibujo de una manera que encaja perfectamente con el discurso que define su trabajo. Mientras que la valenciana introduce rostros dibujados en sus retratados, el artista gallego reflexiona en torno a un personaje ficticio a través de imágenes no fotográficas.
Cristina de Middel, también entraría dentro de este juego de múltiples disciplinas y lo hace esta vez con uno de los trabajos con más proyección de los últimos años, su serie "The Afronauts". Conocía el fotolibro así como otras series como la que nos presentó en el último Getxo Photo, pero no había podido contemplar esta curiosa historia en un marco expositivo. Sinceramente, una de las bazas de esta exposición y uno de los trabajos más coherentes de toda la muestra.
Estamos viendo que los límites entre la ficción y la realidad son muy delgados y, podríamos decir, que en ello se basa en gran medida esta exposición. Mikel Bastida es el ejemplo más comprensible como espectador ya que en su trabajo "War Theatre" representa episodios bélicos desde la reconstrucción de los hechos por medio de atrezzo y actores. Un paso más allá de la fotografía de Jeff Wall, que a su vez reflexiona sobre los códigos del reportaje de guerra, o por lo menos es lo que su fotografía me transmite y me hace volver a la famosa imagen del miliciano de Robert Capa, aún sabiendo que los intereses de este fotógrafo bilbaíno sean otros.
Un trabajo que me pareció interesante por intentar juntar dos mundos en la mente del espectador es Jesús Madriñán. Si estas fotos se las hubiese planteado Pierre Gonnord, habría ido con su telón de fondo para retratar a los jóvenes asiduos a los clubs londinenses. En este caso el fotógrafo gallego nos introduce en la cultura de club situando a los retratados en su medio pero oscureciendo el ambiente lo que les envuelve y les da una dignidad que nos conduce al retrato barroco.
En este sentido es muy significativo el lenguaje fotográfico si lo comparamos con las fotografías que se hacen en las discotecas, y nos abre un camino hacia la pérdida del miedo y del querer expresar en entornos quizás vetados sistemáticamente.
Alberto Salvan y Miguel Ángel Tornero juegan con la idea de collage, cada uno con un estilo muy diferenciado. El primero mucho más ordenado presentándonos imágenes de la ciudad contrapuestas a un entorno natural y el segundo ofreciendo un caos frenético; Juan Carlos Martínez nos habla del voyeurismo fotográfico; Anna Huix nos cuenta su personal diario; José Guerrero nos lleva a los paisajes desolados como también lo hace Juan Baraja aunque más centrado en espacios cerrados; y así podríamos ir resumiendo casi en 140 caracteres hasta llegar a Ignacio Navas en lo que a mí me parece uno de los trabajos más personales y sinceros de la muestra.
En "Yolanda" lo que hace es recrear la vida de su tía fallecida por medio de fotografías de familia, fotografiando lugares visitados por ella y material recopilado para de este modo hacerse una propuesta personal de conocer a su tía y con ello el contexto de una época que nos marcó a todos.
En resumen
Esta exposición es un regalo para todos aquellos jóvenes que están intentando despuntar en la fotografía. Un lugar para conocerlos y para descubrir que siendo fiel a tus principios y a tus ideas personales, puedes llegar a labrarte un futuro dentro de la fotografía más artística. Todos ellos están exponiendo su trabajo y están muy introducidos en el mundillo, vienen además de carreras relacionadas como puede ser Bellas Artes y conocen cómo funciona el mecanismo del arte. Antonio Xoubanoba lo sabe y quería mencionarle antes de terminar este post porque también está presente en la muestra con una divertida propuesta que espero vayais a ver.
Poco más que apuntar que desearle una larga vida a este grupo de creadores y que con ello nuestra cantera siga creciendo para dar relevo a nuestros más grandes maestros.
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