La cantante Taylor Swift está más de moda que nunca. Y no solo por su música. Como nos explicaron nuestros compañeros de Applesfera hace unos días, la joven artista estadounidense publicó una carta pública a Apple en su blog personal en la que se quejaba por la negativa de la empresa de Cupertino a pagar a los artistas, los escritores y los productores durante los tres primeros meses de prueba gratuita del servicio Apple Music que pueden disfrutar los usuarios.
En su artículo Swift asegura que en realidad no está pensando en sí misma, que, evidentemente, ya tiene una posición acomodada, sino en los artistas que están empezando, y para los que percibir unos ingresos justos durante esos tres primeros meses puede marcar la diferencia. Lo interesante de todo esto es que, a pesar de la fama que se ha granjeado Apple por su tradicional oposición a cambiar de opinión, en esta ocasión ha reaccionado muy rápido. Y de una forma sorprendente.
Llega la reacción de Apple
Los de Cupertino delegaron en Eddy Cue, el responsable de software y servicios de Apple, la tarea de responder a Taylor Swift a través de Twitter. Y su respuesta fue tajante: «Escuchamos a Taylor Swift y a otros artistas indie. Apple Music pagará a los artistas por sus descargas, incluso durante el período de prueba gratuita de los clientes».
Como cabía esperar, la noticia ha sido muy bien recibida tanto por la cantante de Pensilvania como por los demás artistas, y nos permite entrever un cambio de estrategia en Apple, que ahora parece ser más receptiva a lo que opinan sus clientes de ella, y también parece estar dispuesta a participar activamente en los debates iniciados en las redes sociales, que es exactamente lo que ha sucedido en esta ocasión a través de la respuesta de Eddy Cue en Twitter.
Taylor Swift y su posible «doble moral»
El revuelo que ha organizado la crítica que Taylor Swift hizo llegar a Apple ha tenido una consecuencia inesperada para la cantante: el fotógrafo Jason Sheldon la ha acusado de tener una «doble moral». Al parecer, Sheldon la fotografió durante su actuación en el LG Arena de Birmingham, en Inglaterra, en 2011, y la empresa que lleva los derechos de imagen de Swift le obligó a firmar un contrato en el que se comprometía, según él, a utilizar las fotografías una sola vez, y siempre con una finalidad informativa.
A partir de ese momento la compañía que gestiona los derechos de imagen de la cantante adquiriría derechos a perpetuidad sobre las fotografías para utilizarlas con total libertad. En estas circunstancias es comprensible que la actitud de Swift haya molestado a Sheldon, y, en cierto modo, su acusación de «doble moral» no parece desencaminada. El problema es que el representante de la cantante no ha tardado en «saltar a la palestra», y desmiente en gran parte las explicaciones del fotógrafo.
Según el equipo de Taylor Swift, Jason Sheldon ha tergiversado lo que dice el contrato que firmó. Defienden que la propiedad de las fotografías en ningún caso se transfiere a otra persona diferente a su autor, por lo que, según ellos, las instantáneas de la cantante que Sheldon tomó durante el concierto siguen perteneciéndole a él.
Dadas las circunstancias es difícil posicionarse. Lo que dice el fotógrafo es muy diferente de lo que afirma el representante de Taylor Swift, y sin tener más elementos de juicio no es fácil dirimir qué opinión refleja lo que dice el contrato original con más exactitud. En cualquier caso, podéis echar un vistazo a lo que defiende Jason Sheldon, que, si realmente describe lo que se vio obligado a firmar, me parece totalmente justificado. Los fotógrafos debemos proteger nuestros derechos con la misma vehemencia exhibida por los cantantes. O por cualquier otro trabajador.
Imágenes | Prayitno | Jana Beamer
Vía | BBC News
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