En verdad los límites de la creatividad se encuentran en la propia imaginación humana, constantemente vemos como mediante el ingenio se consiguen presentar cosas novedosas y atrayentes. El fotógrafo austriaco Andreas Franke acaba de exponer su obra en un antiguo buque de la segunda guerra mundial y las fotos que forman dicha exposición giran en torno a este buque hundido.
Este buque convertido en arrecife artificial fue visitado por este fotógrafo y las fotografías que se muestran en esta peculiar galería de arte se basan en las fotos que sacó Andreas durante la inmersión que hizo para visitarlo. Mediante el retoque fotográfico consigue introducir elementos ajenos a este escenario para recrear situaciones con cierto grado de ironía.
Si eres aficionado al submarinismo y a la fotografía no se me ocurre mejor combinación que sumergirte a 30 metros bajo el nivel del mar para disfrutar de esta curiosa exposición. La limitada visibilidad bajo el agua, la utilización de modelos en escenas cotidianas combinadas con las propias fotos submarinas, contribuyen a un halo de misticismo que estoy seguro sorprenderá. Tras el salto os dejo alguna imagen más de esta exposición.
Más información | The Vandenberg
Vía | 20 minutos
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