En la sala Barbara de Branganza de la Fundación Mapfre en Madrid, uno de los templos de la fotografía, podemos disfrutar de la exposición 'Eamonn Doyle', una de las sorpresas más gratas para este otoño que acaba de comenzar. Solo lleva 6 años en el camino y ya ha sorprendido a propios y extraños con su trilogía de Dublín. Es un nuevo autor que aspira a convertirse en un clásico.
La sala Bárbara de Braganza organiza algunas de las mejores exposiciones de fotografía de la capital. Luego viajan a otras sedes del país o a otras ciudades del mundo. Suelen montar retrospectivas de autores míticos y como sucede ahora, fotógrafos contemporáneos con algo que decir en el panorama artístico.
En esta ocasión han traído una exposición que se vio primero en la RHA Gallery de Dublín. Ahora tenemos la oportunidad de verla en Madrid y es una ocasión única para conocer a un fotógrafo que está en la boca de todos los especialistas con una carrera de solo 6 años y tres series que, como hemos dicho, se conocen como la trilogía de Dublín: i, On y End. Una forma nueva, gigantesca, de ver la ciudad de Dublín y a los habitantes que le dan vida. Además de una nueva serie que se presenta como su trabajo más personal, K.
La vida de Eamonn Doyle
Todo cambia cuando cambias el punto de vista y consigues reproducir tus disparos a gran tamaño. Reconozco que me gusta más la fotografía en pequeño formato. Aquella a la que te puedes acercar como si fuera un libro y que casi puedes oler. Todo lo contrario a lo que veremos en las dos plantas de esta exposición.
Eamonn Doyle nació en Dublín en 1969. Recibió una formación cultural que le llevó, al terminar la universidad, a recorrer el mundo. Cuando terminó este viaje iniciático volvió a su ciudad y se instalo en el edificio donde estuvo el negocio familiar. Allí organizó un estudio abierto para creadores de todo tipo. Allí fundó la famosa compañía D1 Recordings de música electrónica o el prestigioso Festival de Música Electrónica de Dublín.
En este periodo efervescente musical, aprovecho para fotografiar el barrio en el que vivía. De una forma totalmente fresca y distinta. Nada que ver con lo que estamos acostumbrados. El primer libro fue i... Y todo se desbocó cuando Martin Parr dijo que era el mejor libro que había visto en una década.
El primer libro fue *i*... Y todo se desbocó cuando Martin Parr dijo que era el mejor libro que había visto en una década.
Así nació todo lo que vamos a ver en la exposición. Estamos hablando de 2014... una de las carreras más fulgurantes e inesperadas a nivel mundial. Es un cuento de hadas hecho realidad. Es un estilo personal, adornado con las virtudes de la música. El espectador no solo tiene que mirar, además tiene que sentir a través de la música.
En 2016 terminó la trilogía gracias a la invitación de los Rencontres d´Arles. Ahí presentó End, después del éxito de On un año antes. Y para culminar la Fundación Mafpre le invitó a exponer en 2019. No solo veremos estos tres proyectos, sino que además incluye K, un viaje por la costa de Irlanda y las tierras extremeñas en la que intenta asimilar la muerte de su madre a través de misteriosas imágenes y los típicos lamentos de muerte de su tierra natal.
La exposición
En total podemos contemplar las 153 fotografías de su trabajo. Suena raro hablar de retrospectiva, pero es lo que vamos a ver. Todo el trabajo de una vida artística. También disfrutaremos de 5 libros de fotografía y una vídeo instalación de 9 pantallas.
En i Doyle nos enseña la ciudad a través de los personajes anónimos que pueblan la ciudad. Parecen integrados, absorbidos por la calle. Y ante todo imponentes gracias al picado al que son sometidos y al color empleado. Estamos hablando de copias de 225x150 cm.
En On el punto de vista cambia. Y el blanco y negro sustituye al color. Ahora vemos contrapicados que permiten reconocer e identificar al paseante dublinés. Unas copias también inmensas de 160x240 cm que nos invitan a meternos dentro de la vida común de la ciudad. No es una visita turística sino la de alguien que sabe donde mirar.
End es más discreta. Más pequeña. En color, con planos cerrados que no nos permiten identificar el año en el que fueron hechas. Son más intemporales, más comunes y cercanas al espectador.
También podemos disfrutar de series menores como 'Visita de estado' en la que se dedica a fotografiar las alcantarillas marcadas por la policía para la visita de Isabel II en 2011 a Irlanda. Todas iguales y montadas una junto a la otra. Permiten descubrir el estilo de cada agente a la hora de confirmar que el lugar ha sido revisado por las fuerzas de seguridad.
Para terminar en la primera planta encontramos la videoinstalación 'Made in Dublin'. Si fuera posible hacer bailar a la fotografía con la música, este serie uno de los proyectos que más cerca han estado de conseguirlo.
En la planta baja se esconde la última serie de Doyle. K es un lamento. Es un homenaje a la madre muerta, a la madre pesarosa por la muerte prematura de su hijo. Acompañado por la música del lamento irlandés (sobrecogedora pero dura para el vigilante de la sala) vemos figuras envueltas en telas movidas por el viento, el agua y la soledad. El resultado impacta, sobre todo si sabes en qué consiste la muerte de un ser querido.
Apenas había oído hablar de Doyle, pero la exposición me ha impactado. Es otra forma de ver, alejada de los tópicos y bañada por la música. Si el cine tiene banda sonora era necesario que la fotografía también sonara de semejante forma. No podemos dejar de recomendarla. Es reportaje, pero es artística. Es fría, pero el montaje apabulla por el barroquismo de la presentación. Y la música te obliga a mirar de otra forma. ¿Será el principio de un nuevo movimiento?
- 'Eamonn Doyle'
- Sala Bárbara de Braganza
- Abierta hasta el 26 de enero de 2020
- Entrada 3€ (Gratuita lunes no festivos de 14:00 a 20:00 horas)