Tino Soriano es otro de los mejores fotógrafos españoles. Para muchos aficionados es uno de los fotógrafos de National Geographic, pero es mucho más que eso. Es uno de los profesionales más comprometidos con la sociedad a través de su cámara. Ha fotografiado temas que han ayudado a mucha gente, desde los pacientes de un manicomio olvidado hasta un padre y su hija en la que creían que iba a ser su última imagen juntos. 'Detrás del instante' nos descubre la vida y obra de Tino Soriano.
Tino Soriano está en boca de todos por la cantidad de libros que ha escrito en los últimos meses. Con 'Ayúdame a mirar' hasta 'Los colores y tú' ha enseñado a miles de lectores en qué consiste realmente la fotografía. Es una forma de vida con todas las consecuencias. No solo es mirar a través del visor, es un estado mental que te puede llevar de la mano hasta lo lugares más recónditos del planeta y del alma.
En la segunda temporada de 'Detrás del instante', la serie documental que está cosechando excelentes críticas, nos han presentado la vida y obra de Tino Soriano, un fotógrafo que cambió su nombre el mismo día de su bautizo por una broma de su padre. Desde entonces su vida es una sucesión de momentos que le han llevado a la posición que tiene actualmente.
Es un fotógrafo de viajes, un fotoperiodista comprometido y autor de una fotografía que le acompañará siempre. En el documental descubrimos la historia detrás del retrato que hizo de un padre y su hija. Él conocía la cruda realidad pero el destino les puso delante de su cámara.
Aparece el padre con la niña en brazos. ‘¿Será usted tan amable de tomarme una fotografía?’. Yo sé lo q tengo delante y me tiemblan las piernas, pero intento tomar la mejor fotografía posible. Solo tuve q hacer clic, y respirar muy hondo
Tino Soriano y el sentido de la vida
El destino le llevó a trabajar en un hospital, no como médico, tal como deseaba su familia, como fotógrafo. Su ojo empezó a entrenarse mucho antes, por el deseo de conocer a unas chicas que le gustaban, pero terminó especializándose en fotografía hospitalaria.
La fotografía de Mar y Jordi terminó siendo portada del 'Magazine' de 'La Vanguardia' cuando tenía una tirada de 800.000 ejemplares. Fue la primera de Tino Soriano. Y desde entonces supo que su infancia rodeada de revistas de 'National Geographic' empezaba a cobrar más sentido todavía.
Las fotografías de las chicas, las experiencias en la mili donde aprendió el oficio, el trabajo como administrativo en el hospital de Sant Pau todo se iba tejiendo para dar forma al fotógrafo que todos conocemos. Al volver de la mili y entrar en el hospital llama a la puerta del manicomio que estaba al lado. Con la intención de fotografiar a los pacientes.
Lo que se encontró cambió su mentalidad totalmente y realizó un trabajo que cerró las puertas de aquel lugar que solo consideraba locos a los enfermos. Su serie llenó la ciudad de Barcelona de aquellos años y empezó a sonar su nombre. Y le abrió las puertas del Departamento de Fotografía Médica.
Pero no se quedó allí, él quería viajar como los fotógrafos de National Geographic. Fue haciendo viajes por su cuenta para buscar el alma de los lugares. También se percató de la importancia del lugar donde vivía, el lago de Banyoles. Todo sucedía ahí: la luz, el color y la pura vida que cambiaba cada instante.
Y poco a poco, trabajo tras trabajo, le llegó la oportunidad que había soñado: trabajar para la revista del rectángulo amarillo. El destino quiso ponerle una zancadilla pues todas las fotografías que realizó para ellos, el primer reportaje que le encargaron, desapareció tras la caída de las Torres Gemelas de New York. El camión que las llevaba quedó aplastado.
No dejéis de ver el capítulo de esta semana. Porque también ofrece una de las cosas que nos hacen sentir vivos: el humor. Seguro que os encontraréis con una persona con la que os apetecerá instantáneamente compartir un paseo por la montaña o una buena copa en una tarde de tertulia. Con personas como él te das cuenta de que el mundo cobra sentido y de que la fotografía es mucho más que dar un botón, es pura vida.