Joan Fontcuberta puede que sea uno de los fotógrafos más creativos de la historia de la fotografía. Es un buen fotógrafo, pero sobre todo es una de las personas que más piensan en torno al fenómeno de la imagen en sí. Y el único que nos ayuda a plantearnos si lo que vemos es verdad o mentira. Nos ha ayudado a dudar de lo que vemos y darnos cuenta de que la falta de educación y de pensamiento es lo único peligroso. 'Detrás del instante' nos descubre parte de la vida de Joan Fontcuberta y como siempre ocurre con él, nos hace dudar.
Joan Fontcuberta es un genio en todos los sentidos. Es difícil seguir sus planteamientos y pocas personas existen en el mundo que realmente hayan leído enteros (y entendido) sus laureados ensayos sobre fotografía. Pero nada de esto aparece en el capítulo de 'Detrás del instante' porque su trayectoria es inabarcable, como la de muchos otros autores tan laureados.
'Detrás del instante' se ha centrado en algunos de los trabajos más relevantes de Fontcuberta. Y nos cuentan sobre todo, la historia de Ivan Istochnickov, el cosmonauta ruso que hicieron desaparecer para no contar al mundo un nuevo fracaso de la conquista del espacio ruso.
La historia es fascinante... el viaje a Moscú, la búsqueda de documentación, el montaje de la exposición... Todo para descubrir, después de que los medios publicaran la historia, que todo era mentira y que hubiera bastado con algo tan sencillo como traducir el nombre del cosmonauta al español.
Él, como hemos contado en otras ocasiones en Xataka Foto, se reconoce como un profesional de la mentira que sabe hacer muy bien su oficio. Y tiene la increíble cualidad de ayudarnos a pensar y cuestionarnos todo... Como dice al final:
¿Lo que he explicado es verdad o es mentira? Es como si ahora sacase mi máscara y se viese que en realidad yo no soy Joan Fontcuberta sino Ivan Istochnickov.
Joan Fontcuberta y la fotografía como fuente de incertidumbres
Fue uno de los primeros fotógrafos que vio las posibilidades de la fotografía digital y todos los cambios que iba a traer. Empezó en la fotografía gracias a un profesor de Historia del Arte que le descubrió el arte del laboratorio oscuro. Él mismo lo describe como un tipo de ilusionismo.
Un accidente químico le sacó del mundo del fotoperiodismo y se volcó en una fotografía más meditada y pensada. Entro de lleno en el conceptualismo. A partir de ahí era capaz de observar el trabajo de Blossfeldt y darle la vuelta. El autor alemán cantaba las formas de la naturaleza. Y Fontcuberta mostraba la contaminación de la naturaleza 60 años después...
Es un autor que tiene obra en el MOMA de Nueva York, que tiene el premio Hasselblad considerado el Nobel de fotografía, que ha expuesto en todo el mundo... Y que ha llegado a crear fotógrafos falsos, con su exposición y ruedas de prensa, con las fotografías que hizo él en los años setenta.
No te puedes creer nada si no piensas, si no comparas. Y desde luego nunca debemos ver la fotografía como algo real. Y si pensamos así, tendremos una mente crítica y si nos damos cuenta, disfrutaremos de la fina ironía de un fotógrafo único.