Lomography es una marca que nos tiene acostumbrados a genialidades y rarezas a partes iguales, pero nadie puede negar que han sabido ver el filón de la fotografía química en un momento de crecimiento de la digital, y que sus apuestas son, a menudo, un tanto estrambóticas.
Aunque realmente creemos que se trata más de un (buen) ejercicio publicitario, la verdad es que hay que reconocer que imaginación no les falta a los de la sociedad vienesa que, cada cierto tiempo nos sorprenden con alguna cosa ¿nueva?
En esta ocasión han sacado al mercado un nuevo carrete, bueno, no tan nuevo, de ahí las interrogaciones en el párrafo anterior, quizá renovado, aunque más bien deberíamos decir envejecido, os lo explicamos y elegís vosotros el adjetivo.
En 2010, Lomography a un grupo cineastas italianos la última partida de película que les quedaba. Fieles su principios experimentales, decidieron que dejarían envejecer, de manera controlada, la película.
Siete años después han abierto la caja y tras comprobar que los resultados no eran como los que daba el carrete original y que se asemejaba al "estilo Lomo", decidieron que era hora de cortar el enorme rollo de película y ponerlo a la venta. El producto obtenido se llama Lomography Negativo Color F²/400.
El experimento está disponible en la web o en las embajadas que la marca tiene por el mundo. Podemos comprarlo en pack de 10 o de 5 carretes, a unos precios de 50,15 euros y 26,55 euros respectivamente.
Más info | Lomography