Aprovechando el fin de semana, Xataka Foto se ha acercado al VI Festival Fiebre Photobook 2018 para ver los últimos trabajos, los últimos libros de fotografía, que podemos disfrutar y comprar en los más de cuarenta puestos de editoriales, autores y escuelas de fotografía. Este año además ha cambiado de sede y ha conseguido completar el aforo del Centro Cultural Daoíz y Velarde en Madrid.
De un tiempo a esta parte el fotolibro, el libro de fotografía de toda la vida, se ha convertido en uno de los pilares de la fotografía contemporánea. No hay fotógrafo hoy en día que no tenga entre sus proyectos crear un libro. Personalmente tengo una relación de amor/odio con esta idea. Considero que es algo muy complejo y que se debe hacer al cabo de años de experiencia. Pero después de pasear por los distintos puestos tengo que confesar que me entraron las ganas de empezar a dar vueltas a uno...
El Festival Fiebre Photobook lleva ya seis ediciones en Madrid. Empezaron en la Casa del Lector del Matadero, un espacio cultural madrileño que hay que visitar cuando se viene a Madrid. Esta última edición ha cambiado de sede. Lo han celebrado en los antiguos cuarteles de Daoiz y Velarde, un espacio increíble con una luz única.
La visita al festival
Más de cuarenta mesas llenas de libros, escuelas de fotografía, fotógrafos por doquier, espectadores y creadores. Es el lugar perfecto para perderse si te gusta llevar una cámara al hombro. Allí estaba lo último en el mundo de la fotografía. Desde grandes nombres hasta gente emergente.
Además de los puestos, donde podías encontrar a los autores, conocer a diversas escuelas ya editoriales de todo tipo y condición, había exposiciones, presentaciones y talleres. A la hora que llegué pude disfrutar de las presentaciones exprés, Pechakucha, de varios autores que desgranaban todos los pasos hasta llegar al resultado final.
Fernando Maqueira
Así pude descubrir la excelente impresión de 'Alucinosis' de Fernando Maqueira; o las vivencias familiares de Alicia Martínez, que tuvo incluso el detalle de enseñar una pequeña foto original que vertebra uno de sus fotolibros. O el blanco y negro de Julio Balaguer... Desde luego es la mejor forma de aprender y comprender todos y cada uno de los proyectos que presentaron.
Porque entender la fotografía actual cuesta a los neófitos. Ya no estamos hablando de un reportaje al uso. A veces no basta con contar una historia con el poder de las imágenes. Parece que la cámara a veces no cuenta. Con una pequeña fotografía antigua, de las que tenían los bordes dentados y un sello por detrás, basta para hablar de un tiempo que se ha ido, de una madre que decidió fotografiarse junto con sus compañeras de costura. Y los patrones de un Singer... así es el trabajo de Alicia Martínez, por poner solo un ejemplo.
Alicia Martinez
Por supuesto, además de la fotografía está la comida y la bebida. Cuántas conversaciones hemos tenido los fotógrafos en torno a una buena copa de vino con unas raciones. Se podía tomar una cerveza, un café o terminar comiendo en una cantina vasca, montada para el evento. La verdad es que te podías pasar ahí todo el día. Aprendiendo y tomando mil apuntes. Mil ideas.
Como conclusión
Cualquier proyecto relacionado con la fotografía siempre es una buena noticia. Y detrás de Fiebre Photobook hay mucho trabajo. Detrás están Olmo González y Miren Pastor. No es fácil montar un festival, conseguir un espacio, patrocinadores, interesar a la gente, moverlo por las hoy imprescindibles redes sociales...
Festival Fiebre Photobook
Es imposible que nos guste todo. Pero desde luego no se puede negar que todos y cada uno de los fotógrafos que presentaban sus fotolibros estaban llenos de ilusión. La fotografía es lo que tiene. Cada uno la vive a su manera pero desde luego no te puede faltar la pasión. Me hubiera gustado quedarme más, poder comprar más libros para mi biblioteca personal, lanzarme a hablar con más gente para futuras entrevistas...
Ya solo queda esperar a la próxima convocatoria. Seguro que muchos de vosotros os estaréis animando a dar forma final a vuestro libro. Espero que sea un aliciente para presentarlo en Fiebre Photobook. Un buen lugar para disfrutar de lo que más nos gusta, la fotografía.
