Con el futuro de la firma aun cuestionándose y a la espera de esa nueva cámara que amenaza con volver a ilusionar a las fieles habitantes del Olimpo mientras roba mercado a la competencia, Olympus arranca el año con la presentación de nada menos que 12 cámaras entre compactas, mercado que sustenta las ventas del japonés errante (permítanme la broma), y dos modelos bridge.
Con respecto a esa supuesta nueva cámara de la que os hablo, en los mentideros de La Red se atreven a poner fecha al anuncio, el 8 del próximo febrero para ser más exactos. Dando por buena esta información, lo de hoy no es más que un aperitivo que, salvo un par de excepciones en las que nos detendremos más, pasará directamente a engrosar los ya sobrealimentados escaparates fotográficos.
Empezaremos comentado un poco por encima, porque realmente no ofrecen nada nuevo sobre lo que ya existe, la llegada de las Olympus VG-150, VG-160, VG-170, VR-340, VR-360 y VH-210, cámaras modestas y con unos precios que oscilan entre los 80 y los 160 euros. Son, éstos, modelos muy básicos con sensores que van desde los 12 a los 16 megapixels y no son capaces de ir más allá del HD 720p en la grabación de vídeo.
Entre lo reseñable de estas 6 cámaras me quedo con el Modo 3D, presente en las VG-170, VR-340, VR-360 y VH-210, el zoom óptico de 10 y 12,5 aumentos en las VR-340, VR-360 respectivamente y el flash tan particular de la VG-170, que con un NG 8.8 prácticamente dobla la potencia del flash que suele montar cualquier compacta. Según las especificaciones, esta cámara podría iluminar a una persona u edificio a 15 metros de distancia. No sé si tendrá mucha demanda un modelo así pero, en cualquier caso, aplaudimos la llegada de productos que aporten cosas nuevas.
Con la Olympus SH-21 llegan las altas prestaciones y así nos encontramos con un sensor CMOS retroiluminado de 16 megapixels, un zoom óptico de 12,5 aumentos, la grabación FullHD 1080p que no teníamos en los modelos anteriores y la siempre interesante tecnología de pantalla táctil gracias a la que podremos, por ejemplo, enfocar y disparar allí donde pongamos el dedo. El ISO se puede subir hasta los 3200, incluye estabilizador de imagen optimizado para la grabación de vídeo y una ráfaga de hasta 7 disparos por segundo. Su precio rondará los 230€.
Aunque no sea un modelo con unas pretensiones fotográficas excesivas, la Olympus Tough TG-320 pertenece a esa familia de compactas a prueba de aventureros y accidentes. Lo más destacable es que promete resistir caídas de 1,5 metros, sumergirse sin problemas hasta tres metros y aguantar bien el frío hasta los -10ºC. Costará 160 euros.
Las SZ-11 y S-14 vienen a cubrir el mercado de súper-zoom sin invadir el terreno de las bridge. Ambas cuentan con una resolución de 14 megapixels y comparten con la anterior el estabilizador de imagen denominado, también, Vídeo
Multi-motion para dejar patente que trabajará durante la grabación de vídeos, que en estos dos modelos se queda en HD 720p. Cuentan con dos impresionantes zoom ópticos de 20 y 24 aumentos respectivamente y la posibilidad de hacer macrofotografía enfocando a 30 centímetros del sujeto. Sus precios: 220 y 250 euros.
Ponemos punto y final a la última hornada de Olympus con las nuevas bridge, segmento donde la firma brilla con luz propia. Se llaman SP-620UZ y SP-720UZ. La primera cuenta con un CMOS de 14 megapixels y un zoom óptico gran angular de 21 aumentos mientras que la segunda lleva por sensor un CCD de 16 megapixels y un zoom óptico gran angular de 26 aumentos. Ambas cuentan con estabilizador de imagen y multitud de filtros creativos y modos de escena (particularidad que es común en todas las cámaras presentadas). La SP-620UZ puede grabar vídeo HD 720p, llegando hasta el FullHD 1080p en la SP-720UZ. Serán vuestras por 180 y 250 euros.
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