Reconozco que poco había leído sobre la nueva muestra que Cristina García Rodero inauguró ayer en el Centro de Arte Tomás y Valiente de Fuenlabrada. Fue por la mañana cuando, al pasar por delante del centro cultural Tomás y Valiente, vi el enorme cartel en su fachada que dejaba ver unas de sus obras y el título, "Con la boca abierta".
En ese momento empecé a hacer cábalas en mi cabeza, pensando qué habrían hecho a través de esa fotografía en la cual un niño (paje) salía con la boca abierta, en una de esas composiciones que la fotógrafa manchega nos tiene acostrumbrados a lo largo de todos estos años. Pensé que sólo esa fotografía sería el "icono" de una muestra retrospectiva y que el resto nos enseñaría un discurso curatorial en diversos apartados.
Me equivocaba en parte. Cuando me acerqué por la tarde a su inauguración, comencé a darme cuenta que todas las fotografías se caracterizaban porque sus protagonistas salían con la boca abierta. Algo que sólo puede ser posible por la cantidad de tomas fotográficas que Rodero realiza en sus reportajes. El material es tan extenso que tarde o temprano, en sus negativos, aparecen personajes bostezando, gritando, asombrados, y así hasta un sinfín de variantes que se nos ocurran para abrir la boca.
Lo que se pretende con este hilo conductor, es llevarnos por un paseo de cuarenta años de carrera, desde sus primeras imágenes de los años 60 hasta la actualidad, desde los rincones más cercanos a su Puertollano natal a los más alejados del globo y de acontecimientos "tan actuales" como el Burning Man Festival de Nevada o las Love Parade de Alemania. Del carácter más etnográfico rural a lo más vanguardista. Todo ello sin perder un ápice en esa manera que tiene de contarnos lo que sucede en el mundo.
Fotografías inéditas muchas de ellas, junto con otras de sus series más espectaculares. Imágenes de esas que sí nos dejan con la boca abierta como espectadores. Las asociadas a los rituales de Venezuela (María Lionza) que ha cubierto durante años y que formaron parte de "Entre el cielo y la tierra". Trabajo que puede verse en la web de Magnum, de la que recordamos ha sido la única española en conseguir ser miembro.
Dramatismo que tienen sus imágenes. Nacimientos. Dolor. Carcajadas. Miradas que se cuelan en cámara. Las cincuenta fotografías que han sido seleccionadas comprenden los estados de ánimo del ser humano en un apasionante viaje a través de su mirada. A través de las bocas abiertas. Una exposición para callar bocas. Una muestra para descubrir a una García Rodero a través de los guiños. Una exhibición que podrá verse en el Centro de Arte de Tomás y Valiente de Fuenlabrada (Madrid) hasta el 18 de enero de 2015.
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