Por si faltaba algo en este raro año resulta que para Navidad se va a producir un extraño fenómeno conocido como la estrella de Belén. Lo cierto es que los investigadores no tienen claro cuál fue el astro que, según la tradición cristiana, guió a los Reyes Magos al lugar del nacimiento de Jesucristo, pero una de las teorías más extendidas es que fue la conjunción de los planetas Júpiter y Saturno, que se situaron a una distancia relativa muy cercana dando lugar a lo que pudo parecer una sola estrella muy brillante en el cielo nocturno. Este fenómeno, que no se había visto desde el año 1226, se producirá este 2020 y tendrá su cúlmen la noche del 21 de diciembre.
Por eso, sin duda es un hecho que bien merece la pena para los adictos a la fotografía astronómica (o astrofotografía), incluso para cualquier aficionado a la fotografía en general que tenga curiosidad, ya que será bastante fácil de ver. De hecho desde hoy mismo ya se puede observar la cercanía de ambos planetas, y para ello no hacen falta muchos requisitos.
Tal y como cuentan en la Federación de Asociaciones Astronómicas, "incluso con un modesto telescopio será posible ver ambos planetas, los anillos de Saturno y los principales satélites de ambos planetas en el mismo campo visual. Como sabes ambos planetas están bajos en nuestros cielos nocturnos a una altura máxima inferior a los 30º y visibles al comienzo de la noche hacia el Oeste".
Esta asociación ha elaborado un documento con consejos para localizar a estos dos planetas gigantes del Sistema Solar donde dicen que solo habrá que mirar "al atardecer en dirección al suroeste, por donde se ha ocultado el sol por el horizonte, veremos un poco más a la izquierda dos puntos luminosos en el cielo, que destacan sobre el fondo estelar, siendo más brillantes que todas las estrellas visibles al atardecer". Por tanto, estarán sobre el horizonte "a una distancia aparente que abarca la palma de la mano extendida con el brazo estirado".
Así, para poder fotografiarlo hay que buscar un lugar "con el horizonte suroeste libre de obstáculos". Además, en este caso no habrá problema con la contaminación lumínica ya que "al ser estos planetas tan brillantes los podremos observar desde plena ciudad, la contaminación lumínica borrará del cielo el resto de estrellas y se mantendrán sólo estas dos". De todos modos, tambien apuntan que "si tenemos la oportunidad de estar en un sitio más alejado de la ciudad será mejor para observarlos en todo su esplendor, destacando con su brillo por encima del resto de estrellas circundantes."
Cómo fotografiarlo
Una vez elegido un sitio adecuado, y lo más atractivo posible de cara a la composición, la técnica para lograr una foto de este tipo es relativamente sencilla. De ella hemos hablado en ocasiones como ésta, pero vamos a repasarla brevemente.
Lo primero y fundamental es situar la cámara en un trípode bien estable, apuntar al cielo en la posición adecuada y realizar una exposición correcta. Lo normal sería poner el ISO al mínimo y el diafragma cerca de su punto dulce, pero tampoco es mala estrategia poner la sensibilidad en el límite que permita la cámara sin perder la calidad y abrir el diagragma al máximo.
Respecto al tiempo de exposición, hay que tener en cuenta que a partir de 30 segundos (aprox) empezaremos a registrar el movimiento de las estrellas en nuestra foto, así que la exposición debería ser menor si no es esto lo que deseamos. Para estar seguros podemos aplicar la Regla del 500 para fotografía astronómica. En cualquier caso, tendremos que realizar una larga exposición, quizá usando el modo Bulb, y por supuesto utilizar un disparador remoto para asegurarnos de que la cámara no se mueva.
Por lo demás, paciencia, muchas pruebas y suerte para poder inmortalizar esa estrella de Belén, que quizá no sea lo que su nombre pueda hacer creer a alguno, pero sí un raro fenómeno que no se repetirá hasta el año 2080.
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