La defensa del fotoperiodismo, del derecho a informar y estar informado, el arte urbano y las bofetadas a nuestras conciencias, son definiciones que encajan muy bien con el concepto del colectivo #dysturb.
El colectivo "#Dysturb" hizo su primera aparición en París, cuando Pierre Terdjman regresó de un viaje a República Centroafricana con muchas fotos y optaron por no enseñar algunas de ellas a sus jefes en las redacciones, seleccionaron unas cuantas y las colgaron en tamaño gigante (desde 2x3 metros de la más pequeña hasta las más grande de 3x4 metros) por las calles de su barrio.
Mediante el uso de adhesivo a base de agua, el grupo pone impresiones de gran formato en las calles concurridas, y es a través de su hashtag #Dysturb que son capaces de trascender el mundo real, y profundizar en el digital.
El fotoperiodismo tiene el poder de transmitir información importante que puede desafiar los estereotipos, iniciar el debate y sensibilizar a los asuntos internacionales. En la actualidad, los portales de medios tradicionales están luchando para invertir en este medio, en consecuencia Dysturb concibió la idea de integrar las noticias en el paisaje urbano, a través del arte de la calle. Así los espectadores no solo pueden interactuar con ellos de forma virtual, a través de Instagram, Twitter o Facebook, sino también físicamente con las piezas mostradas en la calle.
El año pasado, cuando asesinaron a Camile Lepage expusieron parte de su trabajo en las calles, tanto como homenaje, como por crítica.
Actualmente el proyecto cuenta con unos 100 reporteros gráficos y muchos voluntarios de todo el mundo, es posible formar parte de esta iniciativa rellenando la solicitud que viene en su página web.
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