Como era de esperar, los resultados globales de ventas del pasado año publicados por la patronal japonesa de fabricantes del mercado fotográfico CIPA (Camera & Imaging Products Association) demuestran que 2020 fue un año duro para la industria: más de un 40% menos de ventas y casi un 30% menos de ingresos respecto al año anterior por culpa, claro está, de la situación creada por el coronavirus. Eso sí, también hay algunos datos que nos hacen tener cierto optimismo.
En concreto, los datos de la CIPA muestran que en 2020 se produjo una reducción interanual de un 41,6% en cuanto a unidades de cámaras digitales enviadas por los distintos fabricantes listados (con un total de 8,886,292 unidades), y un 29,4% menos de ingresos. Para comprender hasta que punto esto se debe al coronavirus o a la crisis que viene sufirendo el sector desde hace años, es interesante saber que en 2019 la disminución interanual fue de un 21.7% en envíos y de un 19.5% en ingresos.
Cuadro resumen de los datos de ventas e ingresos globales de cámaras digitales según la CIPA.
Claro que los datos reflejan también otras cosas muy interesantes, por ejemplo si nos fijamos en la evolución de las ventas de los distintos tipos de cámaras. Así, en 2020 las cámaras compactas (entendiendolas como las que no pueden intercambiar su objetivo) y las réflex fueron las que centraron la mayor parte de la caída: las compactas bajaron un 47% en ventas y un 41,3% en ingresos y las DSLR cayeron un 47,3% en volumen y un 44,6% en ingresos.
Por contra, las cámaras sin espejo lograron mejores resultados, aunque también experimentaron caídas tanto en volumen (25,9%) como en ingresos (12,5%). Sin embargo, es curioso comprobar que según los datos históricos de CIPA, en 2020 por primera vez se vendieron mas mirrorless que réflex (2,93 por 2,73 millones), señal que definitivamente nos demuestra que las cámaras sin espejo finalmente se han convertido en la opción más popular.
Evolución de las ventas de cámaras digitales de 2018 a 2020.
Otro dato interesante que se puede extraer de estos datos es que el precio medio de las DSLR vendidas en 2020 fue de menos de la mitad que el de las cámaras sin espejo. Simplemente dividiendo se puede deducir que el precio medio de una réflex en 2020 fue de 387 dólares, cuando el de una mirrorless alcanzó los 805 dólares. Esta diferencia explica lo que ya os hemos contado respecto a las cifras de algunos fabricantes: aunque se vendan menos cámaras, las que se venden reportan mayores ingresos.
En cuanto a diferencias regionales, los datos de CIPA muestran como la crisis ha afectado mucho menos a territorios como China y Japón debido a que han logrado controlar mejor los rebrotes de la COVID-19 y, probablemente, a la mayor proximidad de las fábricas. De hecho, las ventas de cámaras sin espejo en China se mantuvieron sin cambios respecto a 2019 e incluso aumentaron un 13,4% en cuanto a ingresos.
Evolución de las ventas de objertivos para cámaras digitales de 2018 a 2020.
Así, aunque es difícil sacar conclusiones de los datos de un año que sin duda fue muy especial y diferente, también se ven datos que invitan al optimismo. Por ejemplo, los de los dos primeros meses de 2020 (antes de la pandemia) fueron mejores que los de los años precedentes, y los de los últimos meses del año también muestran una recuperación de la recesión inicial provocada por el coronavirus y, por tanto, sugieren una mejor situación para el futuro próximo.
Vía | DPReview