Martin Parr es un famoso fotógrafo documental que trabaja para la agencia Magnum desde 1994 (de hecho, es el actual presidente) y del que hemos hablado varias veces. Su obra se ha centrado en la sociedad inglesa y en las diferencias entre clases.
El caso es que Martin ha puesto a la venta mascarillas higiénicas adornadas por algunas de sus propias fotos, y se le han echado encima en redes sociales.
Los ingresos van destinados a su propia fundación
Muchas empresas y personas famosas están lanzando mascarillas y es que, además de que son obligatorias en muchos países, como España, se han convertido en todo un accesorio de moda.
Al igual que la mayoría de mascarillas comercializadas por marcas, famosos o grupos de música, son reutilizables y lavables, pero no cuentan con certificación tipo FFP2. Es decir, no son mascarillas quirúrgicas ni son eficaces para no contagiarse inhalando partículas del virus, pero sí actúan de cierta barrera para que no contagiemos a los demás.
La polémica, sin embargo, viene porque lo más común que estamos viendo con este tipo de mascarillas es que los ingresos se destinen a causas para luchar contra el coronavirus (por citar solo un ejemplo, las de Adidas aportan parte de sus ingresos a Save The Children). No es el caso de las de Martin Parr, que, como podemos ver en su web, los ingresos van destinados a su propia fundación. En concreto: "para mantener nuestras exposiciones gratis para todos, apoyando al talento emergente y construir nuestra extraordinaria colección, asegurando que el arte es accesible para todos".
Y, claro, hay quien ve esto como una justificación para sacar tajada de la pandemia. No hay más que ver las respuestas al anuncio en su cuenta de Twitter:
Las respuestas no son más positivas en el correspondiente post de Instagram.
Cada mascarilla cuesta 20 libras esterlinas (unos 22 euros / 25 dólares).
¿Qué pensáis? ¿Se está aprovechando de la situación? ¿Está en su derecho de hacer lo que quiera con sus fotos?
Vía: FStoppers
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