El mundo de las cámaras digitales ha cambiado mucho desde que aparecieron las famosas sin espejo y los móviles fotográficos. Algunos se han subido rápido al carro y otros como Canon y Nikon, se han quedado atrás. Todo va a cambiar pronto, al menos en Canon, gracias a la Canon EOS M50 que tenemos entre las manos. Es una cámara de entrada, pero si sabemos leer las pistas que nos ofrece, es un espejo del futuro que está por llegar.
Esta pequeña cámara dice muchas más cosas de lo que en un primer momento pudiera parecer. En principio es una cámara sencilla, con prestaciones profesionales, pero de manejo sencillo, sin pretensiones. Tiene el famoso y amortizado sensor CMOS de 24,1 MP tan querido por la marca. La nueva montura EF-M, compatible con adaptador con las clásicas EF-S y EF. Hasta aquí todo lo que llevan las cámaras de la serie M superiores. Pero no nos confundamos. Estamos en una nueva categoría. Canon ha querido dar un golpe sobre la mesa y parece que después va a venir un tsunami que promete revolucionar el mercado. La Canon EOS M50 es solo el aperitivo.
Esta cámara estrena el nuevo procesador Digic 8. Además es la primera que lleva el nuevo formato RAW de Canon CR3 con interesantes y sorprendentes novedades. Y la novedad de grabar en 4K en el universo de las cámaras Canon de consumo. Demasiadas cosas para un modelo básico.
Canon EOS M50, principales características
Ya lo he adelantado en el anterior párrafo pero esta pequeña sin espejo ofrece interesantes características que no tienen sus hermanas mayores. Más adelante veremos cómo se comportan en la práctica, pero os adelanto que tienen mucho futuro. Solo nos toca esperar si queremos una más profesional. Pero si buscamos buena calidad, precio contenido y facilidad de manejo esta es nuestra cámara.
Montura | EF-M (los objetivos EF y EF-S son compatibles mediante el adaptador de montura EF-EOS M) (recorte 1,6x) |
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Sensor | CMOS de 22,3 x 14,9 mm con filtro de paso bajo |
Procesador | DIGIC 8 |
Sensibilidad ISO | 100 - 25600 (ampliable a 51200) |
Visor | Visor electrónico OLED (tipo 0,39) Aprox. 2 360 000 puntos con cobertura del 100% |
Pantalla | Pantalla táctil LCD (TFT) de 7,5 cm (3,0") Formato 3:2. Aprox. 1 040 000 píxeles. Tipo capacitivo electrostático. Ángulo variable |
Enfoque automático | Sistema AF Dual Pixel CMOS. Píxeles de detección de fase incorporados en el sensor de imagen |
Velocidad de obturación | 30 - 1/4000 s |
Velocidad de disparo | 10 disparos/s para hasta 33 fotogramas en JPEG y 10 fotogramas en RAW |
Conexiones | Hi-Speed USB (micro USB); LAN inalámbrica, compatible con NFC Activo; Bluetooth; HDMI |
Vídeo | 4K, Full HD y HD en MPEG-4 AVC/H.264 |
Dimensiones (An x Al x F) | 116,3 x 88,1 x 58,7 mm |
Peso | Aprox. 387 g (negro), 390 g (blanco) |
Precio | 750 € en kit con el objetivo 15-45 mm estabilizado |
Diseño y ergonomía
Como viene sucediendo con las últimas cámaras sin espejo de Canon, y de todas las marcas, el diseño es retro. Es la moda. En este caso tiene el aspecto de una réflex en miniatura, con el visor electrónico a modo de pentaprisma. En la misma línea que la Canon Powershot G5x.
A pesar de las novedades internas, es un modelo básico. Está dirigido a un tipo de fotógrafo que no quiere grandes complicaciones pero que busca calidad. Que las imágenes y los vídeos finales sean mejores que los que podría hacer con un móvil mucho más caro. Ese es el mercado que busca esta cámara... y pensando en aquellos que lo utilizan como una herramienta para grabar contenidos.
Por este motivo tiene pocos botones, los más básicos y confía el manejo en la pantalla táctil de 3". Si eres un maniático de la compensación de exposición (como el que escribe estas líneas) no te queda más remedio que dar en la parte superior del dial y luego modificar los valores con la rueda sin fin que rodea al disparador. Pero el fotógrafo que empieza no necesita esa inmediatez.
A pesar de su pequeño tamaño, es una cámara que se adapta perfectamente a la mano, aunque sean grandes, gracias a la generosa empuñadura. Eso sí, los botones son pequeños y su tacto no es precisamente agradable. Cuestión de gustos. El bloqueo de la pantalla, que se puede esconder y ahorrar mucha batería, es uno de los puntos flojos. En alguna que otra ocasión me he doblado la uña intentando sacarla.
Y de nuevo su pequeño tamaño puede ser un problema al cambiar de objetivo, intrínseco de todas las sin espejo. Si queremos poner un teleobjetivo o aprovechar nuestros EF, la distribución de pesos y la ergonomía se ven muy afectados. Es ideal para utilizar con los objetivos pancake, o con los EF-M, parejos en volumen pero de calidad discutible.
Esta cámara, con semejante sensor, merece calzarse con objetivos punteros. Los resultados serían llamativos pero el EF-M 15-45 f3,5-6,3 IS STM no da la talla. Eso sí, es maravillosa su estabilización y la suavidad de enfoque cuando trabajamos con la pantalla LCD y grabamos vídeo. Seguro que Canon nos tiene reservada alguna sorpresa en este apartado.
Calidad de imagen
Y llegamos al punto interesante, al apartado que todos los fotógrafos miramos. La calidad de imagen de la Canon EOS M50. No podemos olvidar que junto con Nikon han llegado tarde al universo sin espejo. Han tenido sus más y sus menos con este nuevo concepto. Pero de aquellos primeros resultados a lo que tenemos entre las manos hay un abismo.
El sensor no es nuevo. Es el mismo que llevan las cámaras réflex de la casa y la serie M. Pero han cambiado dos cosas: el procesador y el formato RAW. Y además el nuevo sistema de autoenfoque de Canon ha mejorado, el famoso AF Dual Pixel CMOS que permite un enfoque más rápido y sin saltos en la grabación de vídeos.
Pero vamos a empezar a hablar del nuevo procesador. Son los encargados de obtener la imagen digital a partir de los datos del sensor. Cada vez son más rápidos y precisos. Un buen sensor con un mal procesador dará resultados mediocres. Pero si es bueno sacará oro de cualquier lado.
En este caso tenemos un sensor de gran calidad. Y el nuevo DIGIC 8 consigue excelentes resultados. En este caso podemos estirar la sensibilidad hasta un paso más respecto a otras cámaras con el mismo sensor y un procesador más antiguo. Se puede usar sin problemas a 12800 ISO. Además si hacéis comparaciones con otras cámaras sin espejo de la marca, veréis una respuesta mejor en todas las sensibilidades. No es evidente a un tamaño de visionado normal pero claro si ampliamos al 100%.
Otro aspecto que permite destacar a este nuevo modelo y augurar grandes cambios en Canon en un futuro no muy lejano es el nuevo formato RAW. Ya no tiene una extensión CR2. Ahora pasa a llamarse CR3. Es compatible con los principales programas de revelado. Y además de una mejor gestión de la información tiene una característica muy interesante: la excelente compresión de la imagen cruda.
Una de las opciones que nos ofrece ahora es elegir CRAW, un archivo comprimido sin pérdidas. Para probar su eficacia, he hecho la misma fotografía en ambos formatos. La primera ocupa 24 MB y la segunda 12 MB. Directamente las he ampliado al 100% para ver si se observa alguna pérdida y los archivos me han parecido idénticos.
Luego he forzado su revelado levantando las sombras y el resultado ha sido idéntico. Es una buena noticia y no por ahorrar espacio en la tarjeta a la hora de hacer fotografías. A lo mejor los nuevos algoritmos son buenos para dar la posibilidad de grabar vídeo en 4K en formato RAW, como las mejores cámaras de cine...
Rendimiento
Es una cámara de iniciación. Sin aparentes pretensiones. Con grandes avances. Es difícil juzgarla. Características profesionales en un cuerpo sencillo. Es la primera cámara de entrada de Canon que graba en formato 4K pero no aprovecha todo el tamaño del sensor. Y encima tiene un sistema de estabilización de cinco ejes para grabar sin temblores...
El enfoque automático es rápido (143 puntos AF), sobre todo combinado con los objetivos STM de la casa. El sensor, que comparte con otras de la serie M y la EOS 80D por ejemplo, da grandes alegrías... La conexión para enviar las imágenes al móvil es realmente eficaz y ha mejorado respecto a las antiguas versiones de dicha función, cuando a veces la transferencia se interrumpía nadie sabe por qué.
Pero todo se cae por la escasa duración de la batería. No nos queda más remedio que llevar dos o tres baterías extra si pretendemos viajar con ella todo el día. Puede parecer exagerado decir que no llega a los 200 disparos con un uso moderado, pero es así. La batería LP-E12, común en toda la serie M, no rinde adecuadamente. Es un problema de todas las sin espejo, pero algunas marcas ya han cambiado las tornas en sus nuevos modelos.
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Canon EOS M50, la opinión de Xataka Foto
Es una cámara perfecta para iniciarse en el mundo de la fotografía. En principio no quiere ser otra cosa. Pero sorprende por sus características internas. Parece un ensayo para algo más grande que se avecina. No tiene sentido que tenga un procesador mejor que sus hermanas mayores, como la Canon EOS M5. No me explico que Canon cambie el contenedor de imagen RAW en una cámara de este segmento. Ni que estrene el 4K.
Demasiadas cosas buenas para una cámara sin aparentes pretensiones. Si olvidamos el tacto del cuerpo y le ponemos un buen objetivo nos daremos cuenta de la calidad de su sensor. Si vemos los precios de sus competidoras más directas vemos que es más barata que una Fuji XT-20 o una Sony A6300. Y su calidad de imagen es superior a estos modelos.
Sinceramente, como he ido diciendo a lo largo del artículo, creo que esta cámara es un ensayo para algo más grande y profesional. Si estáis buscando algo sencillo es la cámara perfecta. Tiene funciones profesionales pero es tan sencilla que se puede disparar y listo, sin mayores complicaciones. Parece que por fin Canon entra de lleno en el mundo de las sin espejo. Estemos atentos.
8.4
A favor
- Calidad de imagen
- Diseño
- Tamaño y peso
- Vídeo 4K
- Visor electrónico
En contra
- Duración de la batería
- Cuerpo de plástico
- Calidad del objetivo del kit
La cámara ha sido cedida para el análisis por parte de Canon España. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas.
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