En un mundo sin coronavirus estaríamos buscando nuestras cámaras para cambiar la hora y celebrar que tenemos una hora más para trabajar con la luz de la primavera. Pero debemos quedarnos en casa y vamos a buscar entretenimiento en el mundo de la fotografía. Bienvenidas las aficiones y la pasión por la luz.
Nada sustituye a salir al campo, a la calle con la familia o para ver a los amigos. O simplemente para fotografiar lo que nos rodea. Pero es verdad que si nos quedamos en casa podemos aprovechar para cultivar la mente, ordenar los archivos y leer y ver todo lo que teníamos cubierto de polvo. Y afortunadamente tenemos internet para descubrir muchas cosas...
- La revista Arte fotográfico es una de las decanas del mundo de la imagen. Empezó en el año 1952 cuando algunos recordaban la pandemia de la gripe española... Si entramos en su página tendremos acceso a muchos de sus números. Eso sí, tendremos que bajarnos la última actualización de Adobe Flash para poder leerlos. Os aseguramos que merece la pena.
- Los que vivimos con niños pequeños en casas pequeñas lo tenemos más difícil para ver las películas y documentales que nos gustaría. En la página de RTVE han colgado ya los dos documentales que pusieron ayer sobre Robert Doisneau y Harry Benson, el fotógrafo de The Beatles.
- Y ya han terminado las conferencias de uno de los proyectos fotográficos que han surgido estos días de confinamiento: Yomequedoencasa.fotografos. Si entráis en su página de Facebook encontrareis todavía las conferencias de algunos de los mejores especialistas en su terreno.
- Podríamos citar miles de ideas que están teniendo fotógrafos, tiendas de fotografía, asociaciones... pero hoy vamos a destacar el curso de 60 minutos de Processing RAW sobre Capture One... una buena forma de empezar con este programa.
- Y para terminar, la fotógrafa Cristina Riesgo nos propone en su proyecto 'Blue Peninsula' reflexionar en torno a la relación entre el lugar que habitamos y el propio individuo. Seguro que en estos tiempos que corren podemos sentirnos más identificados.
Así que ya tenemos más cosas para estar en casa. Seguro que ahora estaremos soñando con estar en el campo corriendo con las niñas y los amigos, o en el Rastro madrileño tomando unas sardinas con pimientos de padrón. O mirando una y otra vez Las meninas en la sala del Prado. O simplemente quiero abrazar a mi madre ahora que acaba de morir su hermano. Pero lo mejor que podemos hacer por todos es quedarnos en casa. Ya llegará el momento de volver a reír y llorar fuera de las cuatro paredes.