Bill Cunningham es uno de los fotógrafos más influyentes de la ciudad de Nueva York. Armado con su cámara y a veces con un pequeño flash, salía a las calles de la ciudad a buscar las tendencias para publicarlas en sus dos columnas del domingo del New York Times. Si él te fotografiaba, formabas parte de algo tan efímero e importante para la sociedad actual como la moda.
Murió en 2016, un 25 de junio, tal día como hoy. Y ha pasado a la historia junto con su cámara, su bicicleta y su chaqueta azul. Elementos con los que salía a la calle 57 con la Quinta Avenida, por poner un ejemplo concreto, a buscar tendencias para publicar en su periódico. Hasta el final de sus días estuvo trabajando. Con su cámara de carrete y con un pequeño escáner para editar su trabajo. Una página entera dedicadas a las personas que cruzaban la Gran Manzana con sus mejores galas.
Él descubría que el rojo marcaba esa temporada, o que los estampados felinos eran lo más. O que un señor con sombreros estrafalarios era el ejemplo a seguir durante el duro invierno neoyorquino....
Inventó, en cierta manera, o inspiró mejor dicho, la costumbre de fotografiar lo más cool del momento, como se dice ahora. E hizo lo contrario que Weegee. Uno se encargó de la parte de la oscura. Él de la luz.
Pero él lo veía como un trabajo, no como una forma de conseguir protagonismo. Él era un profesional. Incluso cuentan que cuando se estreno el documental sobre su vida solo acudió para fotografiar a los invitados al estreno y luego se fue a otra fiesta para seguir trabajando. Igual que muchos que se consideran así mismos estrellas únicas del lugar.
El documental de su vida 'Bill Cunningham. Nueva York'
Richard Press, el director del documental, tardó mucho en convencer al fotógrafo. No quería aparecer. No quería ser conocido. Solo trabajar. Hasta que un día permitió al director que le siguiera en sus jornadas de trabajo por las calles y en la redacción del periódico donde encontraba.
Así nos abría las puertas a todos los espectadores fotógrafos que queríamos saber cómo hacer su trabajo. cómo conseguía encontrar, domingo tras domingo, decenas de fotografías que hablaban sobre la vida de una ciudad imposible pero insustituible. No hay ni un ápice de ego como el que podemos ver en algunos autores que apenas llevan unos años haciendo fotos.
La buena noticia es que el documental lo podemos ver hasta el 8 de julio de 2019 en la página de RTVE, la televisión española. Podría estar toda la vida ahí colgado pero no es posible. Siempre ha sido así con los documentales de esa joya que se llama 'La noche temática'.
Así que os recomendamos que en estos días de calor que vienen a cocernos vivos os pilléis una jarra de agua fresca y veáis cómo el bueno de Bill Cunningham salía todos los días a trabajar con su cámara al hombro para contarnos la historia de la moda.
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