Guía de compra: los mejores discos duros externos para fotógrafos

Poner a buen recaudo nuestras imágenes es sin duda una gran preocupación para cualquier fotógrafo. Un problema que se puede poner más de manifiesto que nunca en época de vacaciones, cuando muchos traen sus tarjetas de memoria cargadas de fotos que hay que almacenar en alguna parte y salvaguardar de posibles problemas. Para ello, nada mejor que utilizar un disco duro externo como los que os vamos a mostrar en alguno de sus diferentes formatos.

Y es que, desde que la era digital cambió las reglas del juego, más que nunca los fotógrafos necesitamos estar al día en lo que a tecnología se refiere. Y en eso incluimos la necesidad de almacenar en alguna parte grandes cantidades de información, la que contienen las miles de fotografías que hacemos anualmente, y mantenerla a salvo a lo largo del tiempo.

Llevado a la práctica, esto abarcaría básicamente dos escenarios. Uno temporal que afecta a la necesidad de almacenar y salvaguardar nuestras fotos cuando estamos en movimiento (ya sea de viaje o en un trabajo), y otro permanente que sería la forma en que guardamos las fotografías de forma definitiva en nuestros ordenadores.

Para ambos casos tenemos estos dispositivos, los discos duros, que cada vez son más baratos y ofrecen un ratio asequible Gigabyte/ Euro. Una circunstancia que sin duda hace que estas soluciones sean ideales para arreglar nuestros problemas de espacio.

Diferentes opciones

Antes de meternos en modelos concretos hay que conocer un poco la tecnología que utilizan y los distintos tipos que podemos encontrar en el mercado. En primer lugar, si lo que buscamos es una solución de respaldo de los datos almacenados en nuestro ordenador hay que tener en cuenta que podemos optar por discos duros de escritorio (normalmente fijos pero también pueden usarse los portátiles) o por sistemas NAS (de almacenamiento en red) que requieren de una estructura más compleja y unos ciertos conocimientos.

Por eso nosotros nos vamos a centrar en los primeros, unos dispositivos que generalmente son muy sencillos de instalar y manejar y, por tanto, apenas requieren conocimientos previos, mientras que los segundos estarían más pensados para ámbitos profesionales.

Dejando esto claro, hay que hablar también de las dos tecnologías que utilizan, hoy por hoy, los discos duros del mercado: básicamente discos duros convencionales y discos SSD. Los primeros son “los de toda la vida” (el primero data de 1956),pero aunque lleven mucho con nosotros parecen seguir "teniendo cuerda para rato"; se trata de dispositivos que graban los datos en varios discos con tecnología magnética y gracias al uso de partes mecánicas que, cómo no, están sujetas a fallos. Los hay de dos tamaños, 2,5 y 3,5 pulgadas, que suelen utilizarse para discos portátiles y de escritorio (respectivamente).

Por el contrario, los discos SSD son una memoria no volátil que no requiere de partes móviles, es decir básicamente como la memoria Flash que usan las tarjetas de nuestras cámaras de fotos. Esta tecnología tiene evidentes ventajas de las que ya nos hablaron nuestros compañeros de Xataka. En resumen, tienes que saber que los discos SSD son mucho más rápidos (como cinco veces más, al menos), y además son más pequeños, silenciosos, generan menos calor y consumen menos.

Si aún no se han impuesto es por una simple cuestión de precio y capacidad; las ventajas del SSD son evidentes (aunque también fallan) pero el precio a pagar y las capacidades que pueden ofrecer siguen dando ventaja a los tradicionales HDD, aunque es cierto que poco a poco las cosas se van igualando. Ahora mismo mientras que los discos duros convencionales ya llegan alrededor de los 20 TBytes (aunque ya apuntan hasta los 100 TB), los SSD aún tiene que conformarse con valores de unos ocho TBytes y con relaciones de precio TByte/euro favorables a los discos duros tradicionales.

Pero vamos ya a hablar de los distintos tipos de discos duros externos (independientemente de la tecnología usada) de acuerdo al uso para el que están pensados. En este sentido tendríamos discos portátiles y de escritorio. Los primeros, como puedes suponer, están diseñados para llevarlos encima por su pequeño tamaño y normalmente no utilizan un alimentador externo (basta con la que aporta la interfaz USB).

Hubo un tiempo en que se pusieron de moda modelos específicos para fotógrafos que estaban diseñados para volcar directamente las tarjetas de memoria (a través de ranuras específicas y con sistema On-The-Go para funcionar sin necesidad de contar con un ordenador), pero en su mayoría pasaron a la historia, ya fuera por sus escasas ventas o por la progresiva bajada de precio de las tarjetas de memoria y la llegada de los portátiles ligeros (que permiten volcar las fotos, además de otros muchos usos).

Por eso, ahora no es fácil encontrar este tipo de dispositivos (aunque aún existen algunos modelos que hemos incluido en la lista) y lo que se estila son los discos duros portátiles que sirven para uso general, normalmente como una forma de ampliar el espacio (o de respaldar la información) de un portátil ultraligero que nos acompañe de viaje.

Además, entre los discos portátiles también podemos encontrar otros preparados para resistir a los elementos (golpes, agua, etc), y finalmente los convencionales, para uso general. Todos ellos pueden estar basados tanto en tecnología SSD como discos duros convencionales de 2,5 pulgadas.

Por último tenemos los discos de escritorio, que suelen ser de tipo convencional de 3,5 pulgadas porque aquí el tamaño no importa tanto (y en relación Gbyte/Precio son aún imbatibles), necesitan alimentación adicional, suelen incluir un ventilador (para alargar su vida útil) y están pensados para colocarlos junto al ordenador, ya sea para ampliar la memoria disponible o para hacer un backup.

¿Qué modelo elegir?

Conociendo ya los tipos de unidades disponibles, a la hora de elegir tienes que tener claro qué es lo que necesitas y cuál es tu presupuesto (y también puedes echar un vistazo a los informes de BackBlaze sobre las marcas que más fallan) y quizá también deberías tener en cuenta otras cuestiones referidas a la conectividad (los puertos USB 2.0 y 3.0 son los más comunes pero también hay conectores más nuevos y rápidos como USB-C y Thunderbolt 3).

Decididos todos estos detalles llega el momento de elegir. Situación que hemos querido facilitarte ofreciéndote una serie de propuestas que hemos elegido entre lo que nos ofrece el mercado y nos parece más interesante para los fotógrafos. Así que, sin más ahí vamos con nuestras sugerencias de lo que podrían ser los diez mejores discos duros externos para fotógrafos.

Con ranuras para tarjetas de memoria

Canon CS100

Si tienes una Canon te puede interesar este dispositivo diseñado por la firma para sus usuarios. Más que un disco duro es una Connect Station que incluye una unidad de disco de un TByte y además tiene conectividad NFC, WiFi, ranura para tarjetas Secure Digital y Compact Flash y funciones de reproductor multimedia. La idea principal del Canon CS100 es que se puedan realizar copias de seguridad de forma sencilla, simplemente acercando una cámara dotada de NFC, tal y como nos contaron nuestros compañeros de Xataka, aunque también tiene otras posibilidades gracias a sus características.

Se trata en cualquier caso de un producto muy específico para fotógrafos que ya tiene sus años y hoy por hoy está algo desfasado. De hecho está descatalogado de la tienda online de Canon aunque aún se puede comprar en algunas tiendas por algo más de cien euros.

Más información | Canon

NextoDi NPS-10

Se trata de un dispositivo que incluye una ranura para tarjetas de memoria XQD/ CFexpress, dos para SD UHS-II, una para tarjetas microSD y puertos USB 3.1 Gen 2 Type-C y Type-A más una bahía para discos SATA de 2.5" o SSD que se adquieren por separado (es decir, se trata de una "carcasa inteligente"). Además de permitir la realización de copias de seguridad del contenido de las tarjetas sin la necesidad de un ordenador, también es posible revisar el contenido a través de una LCD en color de 2.4" incorporada.

Es decir, se trata de un producto muy orientado a profesionales que quieran tener un respaldo de sus archivos gracias a una solución de almacenamiento portátil especializada. Apenas tiene distribución en nuestro país pero es una opción sin duda orientada a los fotógrafos (y videógrafos) que no podía faltar.

Más información | NextoDi

WD My Passport Wireless SSD

El último de los modelos específicos que permiten volcar nuestras fotografías sobre la marcha es el WD My Passport Wireless SSD, un disco duro portátil con tecología SSD, capacidades inalámbricas y almacenamiento hasta dos TBytes. Pensado para para ser el compañero ideal del fotógrafo, permite descargar, editar y transmitir las fotos y vídeos de forma sencilla. Para ello cuenta con un puerto USB y lector de tarjetas SD 3.0 además de conectividad inalámbrica 802.11ac.

Más información | Western Digital

Discos portátiles "convencionales"

Lacie Rugged

Comenzamos el apartado de discos duros portátiles “convencionales” con el modelo menos convencional de todos: Lacie Rugged. Representante de un subtipo que antes comentábamos, se trata de un excelente ejemplo de dispositivo diseñado para resistirlo todo (cuenta con especificación IP54).

Disponible en distintos formatos, con diferentes capacidades (hasta un máximo de 5 Tbytes) ya utilicen discos duros convencionales de 2,5" o tecnología SSD, también hay diferentes tipos de conexiones (Thunderbolt, USB-C y USB 3.0), por lo que su precio es muy variable.

Más información | Lacie

SanDisk Extreme SSD portátil

Otra propuesta de dispositivo resistente pero esta vez basada en discos SSD, en este caso bajo la misma marca que manufactura las conocidas tarjetas de memoria (una firma que a su vez pertenece a Western Digital). El SanDisk Extreme SSD es una unidad portátil que tiene como gran reclamo combinar el rendimiento de un disco SSD portátil (velocidades de lectura de hasta 550 MB/s) con un peso mínimo (sólo 79 gramos) y un acabado todo terreno y resistente al agua.

Diseñado para funcionar con Windows y Mac, incluye un conector USB 3.1 Tipo C y también un cable USB Tipo C a Tipo C y un adaptador Tipo C a Tipo A. Se presenta en versiones desde 250 Gbytes hasta 2 Tbytes y sus precios son, por tanto, variables.

Más información | Sandisk

Seagate Ultra Touch SSD

Continuamos con un buen representante de esa clase de discos duros que destacan por su ligereza y pequeño tamaño, preparados para llevárlos a cualquier parte ocupando una pequeña porción de nuestro equipaje. De hecho, el Seagate Ultra Touch SSD es el más pequeño de la familia de discos duros externos de la casa, con un tamaño similar a una tarjeta de crédito (75 × 55.5 × 10 mm), un peso de sólo 65 gramos y un diseño muy cuidado acabado en tela.

Disponible en capacidades de 500 Gbytes y 1 Tbyte y ofrece un rendimiento de hasta 400 MB/s de tasa de transferencia. Su compatibilidad es casi universal al incluir un adaptador USB-A a USB-C y un cable USB integrado para funcionar tanto con ordenadores Windows como macOS, y además está preparado para hacer copias de seguridad de los vídeos, fotos y demás contenido de un smartphone Android. Por si todo esto fuera poco, incluye cuatro meses del plan de fotografía de Adobe Creative Cloud.

Más información | Seagate

Toshiba Canvio Basics

En este caso se apuesta por la sencillez y el precio asequible para quien tenga un presupuesto ajustado pero necesite ampliar su capacidad de almacenamiento. El Toshiba Canvio Basics permite guardar hasta 4 TBytes y está preparado para conectarse a ordenadores con sistema Windows sin necesidad de ninguna instalación para empezar a almacenar archivos fácil y rápidamente a través de una interfaz USB 3.0.

Más información | Toshiba

WD My Passport

El último de nuestros discos portátiles recomendados es otro dispositivo que destaca por ofrecer una gran cantidad de información en un tamaño que cabe en la palma de la mano. Sus dimensiones son 107.2 x 75 x 11.15 mm y un peso de 231 gramos. Pensado para realizar backups de nuestros datos de forma sencilla, incluye el software WD Backup y protección mediante contraseña.

El producto está disponible en capacidades desde 1 a 5 Tbytes y cuanta con interfaz USB 3.2 Gen 1, aunque hay varias versiones (Ultra, Mac, Go) y colores disponibles.

Más información | Western Digital

Discos duros de escritorio

Seagate Expansion Desktop

Pasamos ya a los discos duros de escritorio que, como hemos comentado, se utilizan como complemento del ordenador para almacenar datos o realizar backups de sus contenidos. Pensado para arrastrar y soltar archivos desde el primer instante y sin instalación (en sistemas Windows), el Seagate Expansion Desktop permite una transferencia rápida de datos gracias al USB 3.0.

Incluye un sistema de administración de energía automático para mejorar el gasto energético, el software Seagate Dashboard para realizar fácilmente copias de seguridad y Rescue Data Recovery Services para la recuperación de datos. Sus dimensiones son de 176.0 x 120.6 x 36.6 mm y su peso 950 gramos y está disponible desde cuatro hasta 16 TBytes.

Más información | Seagate

Western Digital My Book

El último de los productos de escritorio que hemos incluido es un disco de almacenamiento de gran capacidad ya que está disponible desde 4 hasta 18 Tbytes para guardar grandes cantidades de fotos, vídeos, música y documentos. El WD My Book permite hacer copias de seguridad gracias al software WD Backup para Windows y la compatibilidad con Apple Time Machine para Mac.

Protegido mediante contraseña, incluye herramientas de seguridad para mantener la privacidad y seguridad del contenido y ofrece tres años de garantía limitada. Sus dimensiones son de 139.3 x 49 x 170.6 mm y su peso cercano al kilogramo y tiene conexión USB 3.0.

Más información | Western Digital