A la mínima que busques filtros para objetivos te encuentras con infinidad de opciones diferentes. Se trata de potenciar la creatividad y buscar una manera diferente de utilizar un filtro buscando un resultado que rompa esquemas. Aún así, hay veces en las que comprendiendo un poco mejor el funcionamiento de este tipo de filtros, nos pueda ayudar para encontrarle usos que a priori no parecen tan claros. Tal vez el más conocido por todos sea el polarizador, su función primordial reside en eliminar reflejos mejorando el color en la foto.
A día de hoy, con las cámaras digitales con enfoque automático, el único tipo de filtro polarizador que permite mantener esta funcionalidad es el filtro polarizador circular. Hablando llanamente, los filtros polarizadores son dos cristales superpuestos formados por una micro-rejilla que impide atravesar la luz que no oscila en el mismo plano que esta rejilla. Por lo que influirá notablemente en el resultado final la orientación que tengamos frente a dicha luz.
Así pues, si intentamos obtener unas nubes definidas sobre un cielo azul excesivamente luminoso, obtendremos mejores resultados cuando nos orientemos más cerca de los 90 grados con el sol. En lineas generales podríamos decir que un filtro polarizador correctamente utilizado puede ayudarnos a conseguir cielos más azules o campos más verdes… Pero la verdad es que hay un par de usos más que resulta interesante recordar.
Para ello volvamos a un principio y definamos aún más lo que hace realmente un filtro polarizador. Como su propio nombre indica, filtra los reflejos producidos por ondas de luz que vibran en diferente plano al que se encuentra. Por lo tanto salvo en superficies metálicas, el filtro resultara de inestimable ayuda ante superficies como los cristales o el agua. Si por ejemplo intentamos sacar una foto a través de el espejo de un tren, utilizándolo correctamente conseguiremos evitar reflejos.
También para conseguir una superficie de un lago o un mar más “nítida”. El efecto que nos proporcionan ante un cielo semi nublado, resaltando este fenómeno meteorológico, se debe a que estas se comportan como un metal en cierta medida (en lo que a reflexión de la luz se refiere) por lo que el filtro afectará al cielo azul y no así en las nubes.
Otro punto a tener en cuenta es que el filtro polarizador debería ser utilizado como algo excepcional, no de modo continuo. Tal vez un simple filtro UV pueda resultar idóneo para el uso continuado, al fin y al cabo es mejor que se rompa este tipo de filtro, no tan costoso que el propio objetivo. Pero los polarizadores pierden propiedades con el uso, por lo que se debería limitar su uso a casos donde consideremos que la fotografía que vayamos a tomar así lo requiera.
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