Aunque no sean las tarjetas más populares, la verdad es que poco a poco se están haciendo un hueco en el mercado y cada vez más marcas la incluyen en sus cámaras. Pero aún así tal vez siga siendo más popular la CompactFlash. Como todo, es cuestión de percepciones, pero vamos a realizar un rápido repaso al formato SD, ya que a veces con tanta sigla no se tiene muy claro el significado.
Ya hemos hablado de ello con anterioridad en Xatakafoto, por lo que no vamos a enumerar las diferentes clases de tarjetas y sus bondades o defectos. La tarjeta SD, desarrollada a finales del siglo pasado por Toshiba, Panasonic y SanDisk, vino a ser una evolución de la tarjeta de almacenamiento MMC. Aunque conservaban la misma forma, la nueva tarjeta era mas gruesa, por lo que las ranuras de SD aceptaban las MMC, pero no al revés.
Dejando de lado las variantes MiniSD y MicroSD, que viene a ser un formato reducido de la inicial con capacidad limitada, la tarjeta SD propiamente dicha ha derivado en SDHC y SDXC. Las primeras (las SD a secas) presentaron problemas de compatibilidad al llegar a los 4GB de capacidad, por lo que llegaron las SDHC que podían tener hasta 32GB de capacidad. Ahora se están empezando a ver las tarjetas SDXC, que soportan capacidades de hasta 2TB.
Clase, no como medida de estatus, sino de velocidad
Las tarjetas SD pueden ser de cuatro clases distintas, y deberemos tenerlas en cuenta, puesto que cuanto mayor sea esta clase, mayor será la velocidad mínima asegurada de transferencia, por lo tanto, más rápidas.
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Clase 2: 2MB/s
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Clase 4: 4MB/s
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Clase 6: 6MB/s
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Clase 10: 10 MB/s
Es realmente importante tener en cuenta cosas como estas a la hora de comprarse una tarjeta SD y como no, la marca. Para saber elegir la clase que nos es más idónea, debemos tener en cuenta la cámara que poseemos. En su manual nos aconsejarán la clase más idónea para ella. Como marcas, Sandisk se podría decir que tiene una excelente calidad precio y en mi caso particular he tenido buenas experiencias con Panasonic, pero para gustos, los colores.
Para finalizar, solo comentar una recomendación tal vez demasiado obvia, pero que nunca está de más recordar. No soy muy propenso a entrar al carro de las grandes capacidades de tarjetas, suelo tirar hacia los números bajos. Siempre será mejor perder 2 GB de fotos, que no perder 32 GB, las tarjetas SD, como todo dispositivo de almacenamiento puede fallar en el momento más inoportuno e inesperado. La Ley de Murphy es implacable, proximamente seguiremos con las tarjetas Compact Flash.
Imagen | Flickr de computerjoe
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