A modo de continuación de nuestro especial sobre regalos para estas fechas tan propicias, ahora toca el turno de las réflex. El auge de la fotografía digital es imparable y las cifras de ventas de cámaras DSLR debe marcar una interesante sonrisa en los fabricantes.
Todo los que se interesan por la fotografía sienten en algún momento la necesidad o el interés por saltar a una réflex como continuación y extensión de su afición. Se busca mayor calidad y sobre todo mayor control sobre los resultados. Existe una gran variedad en el mercado, pero voy a hacer algunas recomendaciones de máquinas destacadas por segmentos, sin duda habrá muchas más que puedan gustar, pero las que selecciono son las que yo regalaría.
Sin duda el precio es el gran primer punto a tener en cuenta, pero como comenté con las compactas, no va a ser el principal criterio. Entiendo que cuando uno quiere comprar una réflex se quiere gastar una cantidad importante de dinero y por lo tanto, la elección suele generar más dudas y obliga a meditar bien la compra.
Vamos, entonces, con las réflex recomendadas para hacer un buen (gran) regalo.
Entre las novedades de este año 2008 ha destacado el lanzamiento, sin grandes fastos, pero acertado de la Canon 1000D. Una pequeña réflex, la más sencilla y accesible de marca japonesa, que va dirigida a los que se quieran iniciar en el mundo de las DSLR y no quieran ni complicarse ni gastarse demasiado. Es una excelente opción: tamaño reducido, prestaciones completas, objetivos intercambiables, y todo a un precio de lo más seductor (por debajo de 600 euros con un doble kit de objetivos y sobre los 400-430 euros con el objetivo 18-55 mm). Es la EOS más sencilla y asequible, con 10 megapíxeles, sistema de limpieza, pantalla de 2,5 pulgadas (con sistema de Live View) que se convierte en una opción más que apetecible.
Entre las réflex de tamaño reducido también destaca la Olympus E-420, con todas las características propias del fabricante que tantos elogios ha logrado. El sistema Live View con enfoque por contraste, sensor de 10 megapíxeles, detección de rostros, pantalla LCD dd 2,7 pulgadas, autolimpieza del sensor y con la calidad de sus objetivos Zuiko. Es muy pequeña y manejable y los objetivos que suelen ofrecerse en el kit son muy compactos. Su precio supera ligeramente los 500 euros.
Una de las cámaras que más fuerte irrumpió este año, es la Nikon D60. Una réflex algo más avanzada que las mencionadas antes, con algunas prestaciones más, pero manteniéndose en el segmento de las accesibles. Incorpora autolimpieza del sensor (con un sistema muy avanzado y efectivo), una pantalla LCD con sensor de proximidad (se desconecta cuando nos acercamos a mirar por el visor), tamaño ligero, compatible con las tarjetas de tecnología inalámbrica (Eye-Fi), veloz arranque y un precio muy interesante, por debajo de la competencia (se puede encontrar por poco más de 400 euros), y con un objetivo estabilizado (18-55 mm VR).
Otra opción interesante es la Sony A350, que ha sabido situarse en un lugar preferente entre la competencia. Posee un sensor de 14,2 megapíxeles y el sistema Live View en una pantalla LCD de 2,7 pulgadas abatible en dos direcciones muy efectivo y veloz. Para los que vengan de las compactas y no se terminen de acostumbrar a enfocar por el visor, Sony logra que la visualización en directo sea tremendamente veloz y sencilla de usar. Divertido e incluso adictivo. Enfoca rápido y gracias a la posibilidad de abatir la pantalla podemos tomar fotos desde posiciones muy variadas. Tiene un tamaño y un peso ligeramente superior a la Nikon mencionada, e incorpora un objetivo con mayor distancia focal: 18-70 mm. El precio, algo por encima de los 500 euros.
Si buscamos la última novedad, podemos barajar un modelo presentado este mismo año pero que acaba de salir con un diseño distinto y muy atractivo. Se trata de la Pentax K-m en color blanco. Me parece que rompe con las habitual sobriedad del resto de réflex y supone una apuesta arriesgada por competir, no sólo en prestaciones sino también en cuanto a su aspecto (algo menos habitual al comprar una DSLR). Tiene 10 megapíxeles, una pantalla LCD de 2,7 pulgadas, funciona con pilas y dispone de 16 modos automáticos para no complicarse. Viene con un objetivo 18-55 mm en el kit, por un precio aproximado de unos 500 euros.
Para terminar, y si lo queremos encontrar es una réflex más avanzada, de prestaciones semiprofesionales, y con la que la calidad es una garantía, tenemos la completa Nikon D90. Para aquellos usuarios avanzados y exigentes que busquen máxima calidad. Un sensor CMOS en formato APS-C con 12,3 megapíxeles, arranque veloz, alta sensibilidad ISO y hasta 11 puntos d enfoque. Pero uno de sus principales atractivos es la posibilidad de grabar vídeo en HD. Unido a su función de previsualización en directo (Live View) y su pantalla de 3 pulgadas, es una opción vanguardista y útil. Su precio muy asequible para sus prestaciones ronda los mil euros. (con objetivo 18-105 mm).
En una próxima entrega haremos unas recomendaciones sobre accesorios y complementos perfectos para regalar a un aficionado.
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