Ya hace unos meses os dimos algunos consejos para fotografiar niños. Hoy, como complemento muy interesante, adaptamos unas recomendaciones para la fotografía de bebés, todo un universo propio dentro de la fotografía, aparecidas en digital Photography School.
Especialmente recomendado si en tu entorno ha nacido recientemente un bebé y ya sea porqué te apetece o te lo encargan, te dispones a hacer una sesión fotográfica.
1. Planea la sesión
El primer punto es de suma importancia. Planear la sesión te permitirá reunir las mejores condiciones para lograr buenas fotografías. Debes tener en cuenta aspectos como por ejemplo:
- Horarios del bebé. Los padres saben perfectamente cuáles son sus mejores horas, cuando están más despiertos, etc.
- Si lo haces en casa del bebé (lo más normal) y no dispones o no piensas utilizar tu equipo de iluminación, deberías conocer las condiciones lumínicas del hogar: ventanas por donde entra la luz, mejores horas, etc.
- Es muy habitual hacer fotos de bebés desnudos. Pregúntalo antes. No quieras quedar como un pederasta con gusto para la fotografía. Si la respuesta es afirmativa, pide a los padres que una hora antes de la sesión vistan al bebé con ropitas anchas o sin gomas, para que cuando lo fotografíes no tenga marcas en su cuerpo.
- Evidentemente, piensa en las fotografías que quieres hacer. No hace falta que esté todo calculado al detalle, pero si conviene tener una idea bastante aproximada a lo que quieres. Lo más probable es que no dispongas de un tiempo demasiado extenso.
2. Preparativos
Antes de empezar a disparar fotografías hay que tener ciertas cosas preparadas:
- El equipo. Evidentemente. Lentes limpias y revisadas, tarjetas formateadas, discos duros, trípode preparado, etc. Incluimos los equipos de iluminación, que deben estar ya montados. Piensa que en el momento en el que el bebé entra en escena, tu no debes preocuparte más que de disparar.
- Tú debes estar preparado/a. Esto significa que tienes que haberte armado de paciencia (piensa que es muy probable que en la casa que estás visitando ningún miembro de la familia haya dormido últimamente muchas horas de un tirón). Y rellena tu estómago. Para la autora del post original y para mi, no hay nada peor que pasar hambre durante una sesión. Un infierno.
3. Capta los detalles
Aprovecha para captar las particularidades de los bebés: ¡el tamaño! Manos, piés, etc. Y si son a juego con las manos de los padres, ¡pues mucho mejor!
Para los detalles, seguramente te será de utilidad utilizar un diafragma bien abierto para reducir la profundidad de campo.
4. Utiliza un gorrito
Este es el consejo divertido... La forma de la cabecita de los bebés puede ser poco atractiva. Una manera de resolverlo es poner un gorrito al peque.
5. Fotografía el entorno
Encuentro este consejo acertadísimo. Piensa que estás retratando una parte de la historia familiar muy importante: la reciente llegada de un nuevo miembro a la familia. Fotografiar la habitación del bebé, por ejemplo, es parte de esa historia, además de un bonito recuerdo de ese momento, ya que ésta cambiará mucho con el paso del tiempo. También puedes fotografiar el ropero, algún mueble, algún elemento propio del bebé... Y no olvides una foto de la familia entera.
6. "Flexible" es tu apodo
Mucha atención a si el bebé se cansa. No fuerces hasta el punto del que sea imposible volver. Atento a los padres, pueden sugerir cosas muy interesantes. Si es necesario tomarse un descanso, no lo dudes.
No saldrá todo (ni mucho menos) como lo esperabas. ¡Improvisa!
Vía | digital Photography School Fotografía | Armelle la coccinelle de Raphael Goetter
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