En la era internet una tarjeta es una buena manera de dirigir a alguien hacia tu trabajo y, si le gusta, le permites además que guarde tus datos de contacto para lo que pueda surgir.
Si tu campo es la fotografía puede que las tarjetas Moo sean adecuadas para ti. Son ideales para llevar encima ya que no ocupan demasiado, son llamativas, su tamaño es suficiente para poner nuestros datos principales de contacto y en cada una de ellas podemos mostrar una fotografía diferente de nuestro portfolio.
Yo las descubrí a través de Flickr y en los últimos tiempos han sido varios los que me han dado una. Finalmente hace unas semanas me decidí a tener las mías propias. Y la verdad es que están fenomenal.
El proceso de preparación es sencillo. Si eres usuario de Flickr entras en tu cuenta directamente desde Moo para elegir las imágenes que quieres usar, si no lo eres, puedes subirlas a su servicio sin problema. De manera sencilla las reencuadras para adaptarlas al formato, cubres la información que quieres que aparezca en tu tarjeta y, en menos de cinco minutos de proceso, has hecho tu pedido.
100 unidades valen 14 euros y, por unos 4 euros más te puedes llevar también un práctico portatarjetas. Estoy contentísimo con ellas.
Más información | Moo
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